África África del Norte Análisis del equipo de PIA Global Slider

“Esta es una lucha de liberación nacional”

Entrevista exclusiva a Mohamed Zrug, representante del Frente Polisario y embajador de la República Árabe Saharaui Democrática para América Latina y el Caribe.

En el contexto del XXIX Seminario Internacional, “Los partidos y una nueva sociedad” organizado por el Partido del Trabajo, México, PIA Global conversó en exclusiva con Mohamed Zrug.

La entrevista completa se puede escuchar en españpol haciendo clic en el video. Pero también encontrarán en este artículo la transcripción completa para ser traducido a cualquier idioma.

Por último, al final del artículo podrán encontrar la intervención de Mohamed Zrug y el emotivo homenaje de despedida que el Seminario le realizó al embajador de la República Árabe Saharaui Democrática, Mojtar Leboihi, con motivo de la culminación de su misión diplomática en México.


¿Por qué embajador del Frente Polisario? Porque ustedes forman parte de un gobierno, son representantes de un gobierno y de un Estado. ¿Podrías aclaranos esa diferencia?

Yo sobre todo quería agradecerles la oportunidad de vernos cada año aquí para renovar los esfuerzos, agradecerle a PIA por todo el trabajo de sensibilización y de información y de contra ofensiva mediática, no solamente en torno a la causa saharaui, sino también hacia todas las causas justas por su sobre, sobre todo lo que acontece en América Latina. Para nosotros es uno de los referentes fiables a consultar y escuchar.

Así que felicitarles y agradecerles doblemente. Soy representante del Frente Polisario y embajador de la República Saharaui, porque nuestro deseo es que independientemente e las relaciones que tenemos con los movimientos sociales de izquierdas, progresistas y revolucionarios en América Latina, como movimiento de liberación nacional, por lo tanto, como Frente Polisario, deseamos también que ese reconocimiento al derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación también lo asuman los gobiernos, lo asuman los Estados y no sea sólo un reconocimiento al Frente Polisario, sino reconocer al Estado legítimo que tienen los saharauis a tener su propio país, que es la República Saharaui.

¿Cuál es la situación actual y cómo se han venido desarrollando los acontecimientos con el Gobierno de España y con la comunidad internacional, fundamentalmente la de Europa?

Bueno, nosotros como usted conoce, querido amigo, esta es una lucha de liberación nacional, que en su manifestación de lucha anticolonial este año cumple 50 años, mi edad, con lo cual sigue manteniendo su esencia, su naturaleza jurídica de ser un proceso anticolonial, un pueblo alzado en lucha por el respeto de su derecho a la autodeterminación y a la independencia, que fue lamentablemente abortado, que fue secuestrado el día de su independencia el 26 de febrero de 1976 con la salida de la potencia colonial que es España.

Lamentablemente fuimos traicionados, fuimos invadidos nuestro territorio por dos países vecinos, uno ya salió de la guerra, afortunadamente, y Marruecos sigue imponiendo un hecho de la ocupación colonial 50 años después, que hemos resistido con mucho sacrificio. Un pueblo pequeño, un pueblo pacífico, un país pequeño pero con una tradición histórica, digamos, de mucha resistencia y de mucho, mucho orgullo por su identidad nacional, pero también muy respetuoso, muy abierto hacia los demás de esa tradición colonial mantenemos el idioma español con el que hoy nos podemos comunicar con nuestros hermanos y hermanas en América Latina, con lo cual Naciones Unidas sigue considerando legítimas, sigue considerando justa las reivindicaciones del pueblo saharaui encabezados por el Frente Polisario, porque es un pueblo que tiene un derecho inalienable a la autodeterminación.

¿Qué piensan nuestros vecinos? ¿Qué piensa nuestra familia africana?

Más de lo mismo. No solamente lo reconoce, sino que lo apoya y nos acoge. No tanto solo como movimiento de liberación, sino que reconoce el Estado Saharaui, la República Saharaui como un Estado más de los africanos por ese compromiso anticolonial africano, del que hoy todos los países africanos son producto de ese proceso de descolonización. El pueblo saharaui sigue esperando que se le dé una oportunidad en la historia para que pueda decidir su futuro político.

Si quiere seguir, digamos, forjando sus instituciones democráticas, si quiere seguir construyendo su nación pequeña, democrática, pero suya, elegida libremente, o si, por el contrario, necesita o prefiere otro tipo de soluciones políticas. Por el miedo a que el pueblo saharaui pueda elegir libremente su futuro político, Marruecos, en connivencia con las grandes potencias occidentales imperialistas, han evitado una y otra vez de que el pueblo saharaui pueda siquiera elegir en las urnas su futuro político.

Y esa lucha continúa. Querido hermano, continúa, como usted bien señalado, a nivel diplomático, a nivel político, a nivel institucional. En América Latina tenemos un amplio espectro de solidaridad, yo diría incluso transversal, también apoyo institucional, estatal de muchos gobiernos de América Latina. Y evidentemente la fortaleza de la legalidad internacional está de nuestro lado, esa es la segunda pata de la mesa.

Pero la tercera y la más importante es la determinación de nuestro pueblo. Lleva más de un siglo allá, digamos, negándose a someterse al hecho colonial, portugués, español y ahora marroquí. Con lo cual la determinación de nuestro pueblo, su fe en que tiene derecho a vivir en su tierra, pues es lo que justifica que hoy, casi la 4ta generación de saharauis siga luchando por el mismo objetivo.

No es fácil. Es una coyuntura internacional que ustedes conocen mejor que yo, que como yo decía hoy en mi intervención, de arenas movedizas o incluso de principios gelatinosos en el sentido de que, la doble vara de medir, puede ser a favor de una causa, digamos, aparentemente y claramente justa, pero reservarme el derecho de apoyar otras. Nuestra causa no es una causa árabe como la causa palestina, pero sí que es una causa latinoamericana y es una causa africana y es una situación de lucha anticolonial y contra la ocupación igual de legítima que la causa palestina. Es la misma situación.

Y este genocidio lamentable que condenamos, pero no solamente condenamos, sino que también celebramos, saludamos la resistencia heroica del pueblo palestino, es el que lleva el pueblo saharaui fuera de los focos de los medios, ejerciendo y sufriendo a la vez desde hace más de 50 años, incluyendo el proyecto de genocidio en contra de nuestra población.

Así que, conscientes de que la coyuntura internacional llevan en ella la voz cantante a las grandes potencias, también somos muy confiados en el poder que tienen los pueblos, en el poder que tiene la solidaridad internacional, que ha revertido situaciones como éstas en más de una ocasión en la historia. Y vamos a seguir, digamos, comprometidos en torno al Frente Polisario, en torno a los ideales objetivos de nuestra lucha y apostando siempre en el acompañamiento y la fortaleza de la solidaridad internacional.

En el marco de la multipolaridad que tiene a África como un sujeto muy importante, ¿cómo se para el gobierno saharaui? ¿qué expectativa despierta hacia el pueblo saharaui esta nueva construcción de agrupaciones del sur global?

Para nosotros es una de las ventanas de salvación que tenemos. Una nueva ventana, una nueva oportunidad. Pero además, no solamente por una lectura, yo diría egoísta o estrecha, sino que también es congruente con nuestra tradición histórica. Los saharaui han sufrido, el movimiento de liberación del Sáhara Occidental durante estos 50 años, ha sufrido de la unipolaridad, del mundo dirigido por una o dos potencias.

Unos porque no veían de que somos lo suficientemente socialistas o comunistas en su día, y otros porque claramente veían de que, como mínimo no hacemos el juego a las potencias occidentales. Y hemos sufrido durante los años 70 y 80 ese antagonismo de los dos polos que existían. Por tanto, nuestra lucha la inscribimos primero en una tradición nacional saharaui, independientemente de que sea de izquierda o de derecha, nacionalista, patriótica y pro independiente.

Segundo, pivotada en una tradición de lucha anticolonial africanista. Y como una tercera dimensión latinoamericanista y caribeña por ese pasado cultural, por ese pasado anticolonial que compartimos, no solamente el pasado, sino también de proyección de futuro con Latinoamérica y sus diferentes naciones. Tal es así que también nuestra visión del Estado saharaui independiente, nuestra propia aproximación a los roles de los hombres y mujeres saharauis en esa lucha ha sido distinto. Ni mejor ni peor, pero distinto a las experiencias democráticas y de desarrollo de derechos sociales que se han vivido en nuestros entornos, yo diría incluso más próximos. Y eso igual que el tema ideológico de los años 70 y 80 de la unipolaridad, también nos ha traído problemas añadidos en el sentido de que no ha sido una lucha lo suficientemente comprendida, cuando se le mira desde prismas, digamos no solamente ideológicos, sino también de fe.

No somos una sociedad musulmana, pero de una política laica de reconocimiento de derechos y de oportunidades por igual a hombres y mujeres. Y ese reconocimiento de derecho empieza por la educación y termina por la posibilidad de poder acceder a la emancipación económica real, aún en nuestras condiciones económicas, de ser un país invadido, cuyos recursos están siendo, digamos, expoliados por potencias multinacionales extranjeras, pero que afortunadamente es una sociedad suficientemente formada, suficientemente educada, en parte también gracias a la solidaridad internacional de pueblos y de naciones latinoamericanas, como la cubana, como la venezolana, como otros.

Entonces, no solamente queremos llegar a la libertad con las manos vacías, a la independencia con las manos vacías, sino que hayamos también sido capaces de aprender de las mejores experiencias, la mejores acciones de la experiencia de otros pueblos hermanos, no solamente en África, del mundo árabe, pero sobre todo en América Latina y Caribe.

No puedo dejar de preguntar sobre la situación de la violación de los derechos humanos, que es constante, inclusive en el ámbito del periodismo. Hemos tenido la oportunidad de poder compartir con compañeros periodistas que han venido de territorios muy difíciles bajo la ocupación, que corren el riesgo constante de su vida al tratar de visibilizar la situación del pueblo saharaui. Y tampoco puedo dejar de mencionar el rol importantísimo que cumplen las mujeres en la sostenibilidad de una sociedad en condiciones inimaginables para la sociedad occidental. ¿Qué me puedes aportar de estas cosas?

Le diría que cuáles fuera la fuente de consulta que usted intenta acercarse para saber el grado de libertad de prensa sobre lo que sucede realmente en los territorios ocupados del Sahara Occidental, me atrevería a decir que como mínimo se va a repetir mucho El término del agujero negro para la prensa del Sahara Occidental. Está vetada la entrada de periodista. Está vetada la entrada de observadores internacionales y todos aquellos saharauis, mujeres u hombres que se han atrevido y se siguen atreviendo día a día, poniendo su cuerpo como carne de cañón para informar por las redes sociales de lo que acontece en el Sahara Occidental, pues han terminado en la cárcel, han terminado desaparecidos y han terminado asesinado.

Eso no lo dice el Frente Polisario, lo dicen los organismos internacionales de mínima parcialidad serios. Y los europeos sobre esta situación, aunque callan, conocen muchísimo, muchísimo. Vosotros no tanto porque estáis alejados, pero celebro que al menos usted haya señalado esta cuestión.

La cuestión de las mujeres saharauis, el Frente Polisario, el Estado Saharaui, no sería lo que es hoy si no fuese, no solamente por la capacidad de resistencia, por la capacidad de crear motivos, de sobrevivir y llevar el sueño de la libertad al exilio en condiciones extremadamente inimaginables de soportar, sin medios, sino que también de construir el proyecto de Estado saharaui en el que todos tenemos cabida, en el que todos tenemos y que está, digamos, dibujado, está proyectado desde el punto de vista y desde los ojos y desde la imaginación de la mujer. Es el Sáhara Occidental por el que luchamos.

¿Cuál es la expectativa que, como hombre de la política, podes visualizar en los próximos pasos, en las próximas batallas para el Frente Polisario y para el gobierno saharaui?

Yo creo que todos los argumentos habidos y por haber, incluido maniobras en manos de Marruecos, las agotado, las agotado. Toca resistir, vuelvo a decir, no es no es fácil, toca aguantar. Toca pues, imaginar nuevas formas de resistencia legítimas para poder seguir en nuestro camino por la libertad. Pero soy optimista y tengo fe en la capacidad de mi pueblo, en seguir generando, como lo ha hecho otras veces en su historia, motivos de victoria y de esperanza para su futuro y sobre todo, por las nuevas generaciones de árabes que han sufrido en carne propia este intento de genocidio, esta negación sistemática de sus derechos básicos en que hoy nace con una determinación mucho más grande que la nuestra y la de nuestros padres y no renuncian bajo ningún concepto, que se les niega el derecho a ser libres.

Toda nuestra solidaridad y acompañamiento, porque la solidaridad no alcanza. Hay que acompañar, hay que visibilizar. Esa es nuestra tarea y denunciar las atrocidades del imperio marroquí y concomitante con el sionismo, el mismo agresor colonialista a dos pueblos, al pueblo palestino y al pueblo saharaui. Y bueno, y seguiremos atento a como se van desarrollando estas luchas.

Muchas gracias. Ningún pueblo ha sido libre en la historia sin el acompañamiento de la solidaridad internacional, y el pueblo saharaui no es la excepción. Así que gracias.


Intervención de Mohamed Zrug en el XXIX Seminario Internacional, los partidos y una nueva sociedad, organizado por el Partido del Trabajo en México los días 25, 26 y 27 de septiembre de 2025.

Emotivo homenaje de despedida que el Seminario le realizó al embajador de la República Árabe Saharaui Democrática, Mojtar Leboihi, con motivo de la culminación de su misión diplomática en México.

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