Del 28 al 30 de junio se llevó adelante en Nueva York una Conferencia de la ONU que tuvo como objetivo activar la iniciativa de los “dos estados” para buscar un fin al asedio israelí en Gaza.
Las Naciones Unidas, la misma institución que propuso el plan de partición del Territorio Palestino en 1947 que tuvo como deselance la creación del estado judío, se encontró esta semana luego de haber pospuesto la Conferencia a causa de los ataques entre Irán e Israel.
La reunión fue llevada adelante por Francia y Arabia Saudita, dos naciones que buscan estrechar lazos entre sí. El presidente francés, Emmanuel Macron había declarado unos días previos al encuentro el reconocimiento de París a Palestina como Estado cuyo anuncio se haría formalmente en la Cumbre de Líderes en septiembre.
La Conferencia tuvo la finalidad de incentivar y presionar a los mandatarios occidentales a sentar bases en el reconocimiento del Estado Palestino, dándoles el tiempo suficiente para alinear sus posiciones previo a la próxima Cumbre de Líderes del 21 de septiembre.
Esta reconocimiento es parte de una estrategia de rearme propuesta por las potencias en la que se busca también la normalización de lazos con Israel, reconstruir el gobierno palestino y desarmar a Hamas.
Entre los países que participaron se encuentran Australia, Canadá, Finlandia, Noruega, España, Portugal, Irlanda, Eslovenia, Luxemburgo, Malta, Nueva Zelanda, Islandia, San Marino y Andorra. Malta ha prometido formalmente su reconocimiento, mientras que todo indicaría que Canadá, Finlandia y Portugal seguirán la misma línea.
China celebró la Conferencia reconociendo la construcción de multilateralidad para aportar a la solución del conflicto.
Por su parte Pakistán envió un mensaje de apoyo a la propuesta franco árabe para la solución de los dos estados.
El Reino Unido, uno de los principales constructores del estado judío, fue acorralado bajo presiones de los demás países europeos que comenzaron a hacer eco de la masacre que está viviendo el pueblo palestino, y su primer ministro, Starmer, aseguró que el país reconocería al estado palestino en septiembre si Israel no tomaba medidas urgentes de un cese al fuego.
Starmer llamaría a una reunión de emergencia a su gabinete para discutir la cuestión palestina.
Sin embargo, Gran Bretaña se suma a la iniciativa con la finalidad de reforzar su alianza con Türkiye, país que, post brexit, le sirve tanto como plataforma de posición en la región asiática como por su influencia energética.
Londres y Ankara utilizan la Conferencia como acercamiento, así como Francia y Arabia Saudita.
Sin la presencia de Estados Unidos, la Declaración de Nueva York significa el primer plan llevado adelante en pos del cese al fuego entre Palestina e Israel sin la dirección de Washington. “Estados Unidos no participará en este insulto, sino que seguirá liderando esfuerzos concretos para poner fin a los combates y lograr una paz permanente”, declaró Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.
La Conferencia se realizó luego de que 60.000 palestinos fueran asesinados a manos de Israel y demás países, que lo acompañaron vendiendo armas, configurando relaciones estratégicas y permaneciendo en silencio.
Hasta que el presidente francés no anunció su adhesión al reconocimiento del Estado Palestino, los magnates de la geopolítica occidental mantuvieron su posición, que más que neutral fue de complicidad. La presión pública, los movimientos de derechos humanos y las movilizaciones gestadas en distintas partes del mundo impulsaron la acción de Europa.

Resoluciones de la Declaración de Nueva York
La Conferencia concluyó con un documento final de siete páginas. El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita lo definió como un “marco integral y viable para implementar la solución de dos Estados y lograr la paz y la seguridad para todos”.
Los Estados que deseen respaldar el documento deben hacerlo antes de que finalice el 79º período de sesiones de la Asamblea General notificando a las misiones saudí o francesa ante la ONU.
La Declaración enuncia como primera instancia el cese a las agresiones entre Israel y Hamas. Luego propone establecer un comité administrativo bajo la dirección de la Autoridad Palestina. La Conferencia además exige que Hamas entregue sus armas, para que todo el control de la Franja y Cisjordania quede bajo la AP.
También solicita a Hamas la liberación de los rehenes, y comprende el despliegue de una misión internacional temporal de “estabilización”.
El documento demanda que Gaza debe unirse a Cisjordania como Estado Palestino. “No debe haber ocupación, sitio, reducción territorial ni desplazamiento forzado”, establece.
El príncipe saudí, Faisal bin Farhan Al Saud, dijo que el país estaba esperando la aprobación del Banco Mundial para enviar 300 millones de dólares a Gaza y Cisjordania con la finalidad de apaciguar la crisis humanitaria.
¿Y qué opinan los palestinos?
En 2024, a través del alto funcionario de Hamas, Khalil al-Hayya, el movimiento expresó que estaba abierto a discutir la solución de los dos estados, respetando los límites previos a 1967, con Jerusalén como capital y sin asentamientos.
Por ello, se esperaba que Hamas podría aceptar la propuesta occidentalista.
Por su parte el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, mostró su entusiasmo por la propuesta franco-árabe. Además agradeció la realización de la reunión, que le dio pie a su reconocimiento como líder de estatal.
La resistencia palestina realizó un comunicado en el que se demuestra la convicción de sus ideales, pero además, enfatizan en las necesidades de su pueblo.
“(El fin de la guerra) debe implementarse de inmediato, sin vincularlo a cuestiones políticas, como el derecho de nuestro pueblo a un estado o la resolución del problema de los prisioneros. El derecho de nuestro pueblo a la vida no debe verse comprometido.” detallan en el texto.
En cuanto al desarme de Hamas, recalcan el proceso de colonización, genocidio e inestabilidad que lleva adelante Israel en Palestina, y por ella aseguran que “la resistencia palestina en todas sus formas es una respuesta natural y legítima a esta ocupación.”
“Esta resistencia no cesará hasta que finalice la ocupación y nuestro pueblo logre sus objetivos de liberación, el retorno de los refugiados y el establecimiento de un Estado independiente y plenamente soberano con Jerusalén como capital.” enuncian en el comunicado.
Cierto es, que la Conferencia poco exige la desocupación de los asentamientos israelíes en los territorios palestinos ocupados. Tampoco desarrolla un marco estratégico de redefinición del Estado: la resistencia palestina sabe muy bien cómo concluyen estas cuestiones “indefinidas”.
Foto de portada: Los ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Faisal bin Farhan, y de Francia , Jean-Noel Barrot, durante la Conferencia / ONU-Manuel Elias

