El gobierno de facto sirio, a través del Comité Supremo para las Elecciones de la Asamblea Popular, anunció este 27 de julio que el país celebrará nuevos comicios parlamentarios entre el 15 y el 20 de septiembre. Se trata del primer proceso electoral desde el derrocamiento de Bashar al-Assad, ocurrido en diciembre pasado, y en medio del repunte de la violencia interna en el sur del país.
La convocatoria llegó por parte del presidente del comité, Mohamed Taha Al-Ahmad, quien aseguró este domingo que “se espera que el proceso electoral para seleccionar a los miembros de la Asamblea Popular” se desarrolle en las fechas anteriormente descritas.
Una constitución temporal firmada por Al Sharaa en marzo estipuló la creación de un “Comité del Pueblo” que sirva como parlamento interino hasta que se adopte una constitución permanente y se celebren elecciones generales, un proceso que podría llevar años.
Las elecciones de septiembre de 2025 establecerán una Asamblea Popular de 210 escaños en total, con 140 miembros seleccionados por colegios electorales locales y 70 designados directamente por el presidente Al-Sharaa.
Un decreto presidencial emitido en junio creó un comité de 10 miembros para supervisar la formación de los colegios electorales locales encargados de seleccionar a los legisladores.
Estos colegios estarán formados por profesionales, académicos y figuras comunitarias que postularán y seleccionarán a los representantes parlamentarios. Los candidatos dispondrán de aproximadamente una semana para preparar sus plataformas antes de participar en debates, lo que garantizará un proceso estructurado, aunque indirecto, de selección.
A pesar de que la justificación oficial de este método se basa en las limitaciones técnicas y legales (como la ausencia de un sistema de registro de votantes), el modelo también permite limitar la apertura electoral, dando margen al gobierno para gestionar los resultados de forma más predecible.
El objetivo principal de las elecciones de septiembre de 2025 es otorgar al gobierno de Al-Sharaa una mayor legitimidad política.
Esa legitimidad sería clave para conseguir ayuda económica y reconocimiento diplomático por parte de otros países, principalmente de Estados Unidos y Rusia, quienes se ven interesados en colaborar con la construcción de este nuevo régimen.
El anuncio de las elecciones inminentes llega en un momento en que el país está más dividido sobre las nuevas autoridades en Damasco, después de que estallara la violencia sectaria en la provincia sureña de Sweida a principios de este mes. Los enfrentamientos dejaron cientos de muertos y amenazaron con desestabilizar la frágil transición de Siria en la posguerra.
Foto de portada: Un hombre votando en las elecciones presidenciales de Siria, en el Ministerio de Información en Damasco, 26 de mayo de 2021. / Omar Sanadiki – Reuters

