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Cumbre BRICS: la brújula del sur global

Por Umur Tugay Yüce*. –
La agenda de la 17.ª Cumbre de Líderes del BRICS en Brasil fue muy extensa y rica. Las importantes decisiones tomadas en Río de Janeiro demuestran que el bloque es una fuerza real, no una asociación simbólica.

La 17.ª Cumbre de Líderes del BRICS se celebró en Río de Janeiro con la presidencia de Brasil, bajo el lema “Fortalecimiento de la Cooperación del Sur Global para una Gobernanza Más Inclusiva y Sostenible”. A la reunión asistió el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, en representación del presidente Recep Tayyip Erdogan. La comunidad internacional sigue esperando con gran interés la respuesta de Turquía a la invitación a unirse al BRICS como “país socio”.

¿Qué temas se trataron?

La agenda de la 17.ª cumbre del BRICS fue bastante extensa y prolífica. Antes de la cumbre, se celebraron más de 200 eventos en diferentes ciudades de Brasil, lo que refleja el creciente interés en la agenda de la asociación. La reunión abordó temas como el papel del Sur Global en la política mundial, la necesidad de reformar el sistema de gobernanza global, el fortalecimiento del mundo multipolar, la expansión del comercio en monedas nacionales, las vías para resolver conflictos regionales y globales, las medidas para combatir el cambio climático, el desarrollo de sistemas de pago alternativos y la regulación de la inteligencia artificial.

Se prestó especial atención a los llamamientos para reformar el Consejo de Seguridad de la ONU, el aumento de las cuotas de los países miembros del BRICS en el Fondo Monetario Internacional y su participación en el capital del Banco Mundial. También se planteó la modernización y el fortalecimiento de la Organización Mundial de la Salud. A pesar del apoyo expresado a la Organización Mundial del Comercio (OMC), los participantes de la cumbre abogaron por una revisión de las normas comerciales vigentes. Se expresó apoyo a la adhesión de Irán y Etiopía a la OMC, mientras que se expresó desacuerdo con el uso de sanciones unilaterales y aranceles aduaneros.

La cumbre estableció el objetivo de ampliar el uso de monedas nacionales en el comercio y la inversión a través del Mecanismo de Cooperación Interbancaria del BRICS. Además, se decidió acelerar el lanzamiento de la Iniciativa de Pagos Transfronterizos de los BRICS. También se aprobó la iniciativa para crear una bolsa de cereales dentro del bloque, es decir, una plataforma comercial especializada para el intercambio de productos agrícolas. Se espera que esta alianza estratégica en el sector agrícola contribuya al fortalecimiento de la seguridad alimentaria mundial.

Los participantes adoptaron dos declaraciones clave: sobre financiación climática y sobre la gobernanza global de la inteligencia artificial. En el ámbito de la lucha contra el cambio climático, se enfatizó la necesidad de una mayor responsabilidad por parte de los países desarrollados. En cuanto a la inteligencia artificial, los países BRICS abogaron por el desarrollo de tecnologías dentro del marco del cumplimiento de los principios de ética y responsabilidad. También se reafirmó el compromiso con el papel central de la ONU en los asuntos internacionales.

Diez miembros clave del BRICS firmaron la Declaración de Río, que consta de 31 páginas y 126 puntos. El documento no formula acusaciones ni declaraciones negativas contra ningún país, territorio o civilización. El comunicado contiene exclusivamente críticas constructivas al actual sistema global injusto y desigual, y exige una estructura internacional más inclusiva. El texto enfatiza la necesidad de garantizar una representación geográfica equitativa en la ONU, así como de aumentar la participación de las mujeres en los procesos internacionales de toma de decisiones.

Unidad de pensamiento y acción

El Nuevo Banco de Desarrollo, conocido como el banco del BRICS, admitió a dos nuevos miembros: Uzbekistán y Colombia, elevando el número total a 11. Vietnam recibió la condición de “país socio” e inició el proceso de adhesión plena a la asociación. En cuanto a las crisis globales y regionales, el BRICS desarrolló una posición común, condenando los ataques terroristas contra los países miembros. La Declaración del BRICS fue un documento contundente con claras declaraciones políticas y la voluntad de cooperar para resolver las crisis.

Se prestó especial atención al conflicto en Oriente Medio. Los ataques israelíes contra Irán fueron condenados enérgicamente por violar la Carta de la ONU y el derecho internacional. El grupo BRICS, al no ser una alianza militar, apoyó los llamamientos a una solución diplomática al conflicto entre Israel e Irán, criticando los ataques estadounidenses contra Irán. Los países miembros también condenaron los ataques israelíes contra Gaza. Expresaron su apoyo al establecimiento de un Estado palestino soberano con capital en Jerusalén Oriental y plena membresía en la ONU, destacaron la importancia de la unificación de la Franja de Gaza y Cisjordania bajo la Autoridad Palestina y rechazaron categóricamente cualquier intento de desplazamiento temporal o permanente de palestinos.

Los participantes del BRICS instaron a Israel a retirar sus tropas del Líbano y expresaron su firme apoyo a la soberanía e integridad territorial de Siria.

El bloque, aunque no es una organización militar, demuestra unidad de opiniones y acciones en el ámbito diplomático. Los asesores de seguridad nacional de los países miembros se reúnen anualmente para debatir conceptos de seguridad alternativos a los de Occidente y desarrollar sus propias prioridades en este ámbito. Al mismo tiempo, los grupos de trabajo del BRICS sobre la lucha contra el terrorismo contribuyen a fortalecer la cooperación entre los países miembros en materia de medidas antiterroristas.

 La primera reunión de los BRICS tras su expansión, en la que se firmó un comunicado conjunto, se convirtió en un hito y sirvió como guía para los países del Sur Global, reafirmando la idea de un mundo multipolar. La Declaración de Río de Janeiro de los BRICS puede considerarse una expresión escrita del deseo de reconstruir los equilibrios económicos, políticos, diplomáticos y culturales globales. Dado el potencial demográfico y económico, ampliar la representación del Sur Global en los BRICS refleja naturalmente el deseo de un sistema internacional más justo y equitativo. Los BRICS, que abogan por la multipolaridad, se están convirtiendo en un factor de equilibrio frente a la hegemonía unipolar, monocéntrica y monocultural de Occidente. La organización es un mecanismo para crear alternativas al sistema internacional occidental en numerosos ámbitos.

Las decisiones tomadas en la cumbre demuestran que los BRICS no son sólo una estructura simbólica, sino una organización visionaria con resultados concretos. Centrada inicialmente en la cooperación económica, la asociación se está convirtiendo ahora en un actor influyente en las esferas política, cultural y diplomática. El gran interés de muchos países por unirse a los BRICS lo confirma. Sin embargo, no debe olvidarse que esta es una organización aún joven, en fase de desarrollo institucional, y su existencia continúa adquiriendo vital importancia para el Sur Global y los países fuera del mundo occidental.

El grupo BRICS, a pesar de la ausencia de algunos líderes en la cumbre brasileña, continuó tomando decisiones importantes de forma consistente y sistemática, lo que demostró que la organización tiene un poder real que va más allá de lo puramente simbólico. Los resultados de la cumbre reflejan el acuerdo y la capacidad de diez países de tres continentes, representantes de diferentes civilizaciones, para desarrollar e implementar conjuntamente soluciones. Todos los logros del BRICS hasta la fecha confirman la estabilidad de la asociación y su importante contribución a la estabilidad global.

Umur Tugay Yucel* es politólogo, autor del libro “El declive del poder estadounidense y las potencias emergentes (China, Rusia, India, Brasil)”. Sus intereses de investigación son el Grupo BRICS, la política global y la política exterior turca

Este artículo ha sido publicado originalmente en el portal de la Agencia Anadolu- Türkiy / Traducción y adaptación Hernando Kleimans

Foto de portada: El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, estrecha la mano de su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en la cumbre anual de los BRICS en Brasil el 7 de julio de 2025. (Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Turquía)

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