África Europa Slider

Delegación de la UE expulsada del este de Libia

Por Alessandro Avvisato* –
Una delegación de la UE, que incluía al ministro del Interior italiano, Matteo Piantedosi, había llegado a Libia en el aeropuerto de Benina (Cirenaica), pero el gobierno paralelo de Bengasi canceló la visita prevista, denunciando «violaciones de la ley estatal libia».

Se canceló así la visita de los ministros de Interior de Italia, Grecia y Malta -Matteo Piantedosi, Thanos Plevris y Byron Camilleri- y del comisario europeo de Migración, Magnus Brunner.

Para muchos, ha resultado casi instintivo invocar una especie de ley del contrapeso para el ministro Piantedosi -el expulsado a su vez expulsado-, pero el asunto parece más complejo de lo que aparenta.

A los miembros de la misión, de la que forman parte los ministros de Interior de Italia, Grecia y Malta y el comisario europeo de Migración, Magnus Brunner, se les ha comunicado que «deben abandonar inmediatamente el territorio libio porque son personas non gratas».

El comunicado oficial lleva la firma del jefe del gobierno libio en el este, Osama Hammad, calificando el episodio de «clara violación de los usos diplomáticos y de los tratados internacionales».

En el texto se lee que las autoridades de Bengasi consideraron el comportamiento de la delegación europea una «falta de respeto a la soberanía nacional libia y una flagrante violación de las leyes del país», subrayando también «el incumplimiento de los procedimientos de entrada y estancia de diplomáticos extranjeros establecidos por el gobierno libio».

La nota añade que «tras la llegada de la delegación al aeropuerto internacional de Benina», las autoridades consideraron necesario notificar a los funcionarios europeos «su obligación de abandonar inmediatamente el territorio libio y considerarlos personas no gratas».

El gobierno de Hammad también reiteró «a todos los diplomáticos y miembros de misiones internacionales y organizaciones no gubernamentales y gubernamentales la importancia de respetar plenamente la soberanía del Estado libio», acatando «las leyes y reglamentos vigentes» y reconociendo «las prerrogativas de las autoridades libias en la regulación de las visitas oficiales».

A continuación, el primer ministro hizo un llamamiento a todas las partes para que «se coordinen con el gobierno libio» de cara a futuros encuentros diplomáticos, subrayando que cualquier violación futura será tratada «de conformidad con los acuerdos y tratados internacionales».

Al parecer, la visita de los ministros a Bengasi se truncó de raíz debido a una «emboscada diplomática». Según informaron fuentes conocedoras a «Agenzia Nova», el episodio dio un giro inesperado ya al aterrizar el avión con la delegación europea a bordo, cuando el primero en desembarcar fue el embajador de la UE en Libia, Nicola Orlando.

En la explanada del aeropuerto de Benina, sin embargo, para recibir a la delegación no estaban los interlocutores previstos por los protocolos definidos en los días anteriores. En su lugar, había representantes del Gobierno de Estabilidad Nacional dirigido por Osama Hammad, primer ministro nombrado por la Cámara de Representantes de Tobruk pero no reconocido por la comunidad internacional.

La visita -precisan las fuentes- había sido acordada con Jalifa Haftar, comandante general del Ejército Nacional Libio (FLN), y no con las autoridades gubernamentales del este.

Según esta reconstrucción, nada debe leerse como bilateral contra Italia u otros Estados miembros de la UE: la cuestión está exquisitamente ligada a los delicados equilibrios institucionales en Libia y a las disputas de legitimidad entre los distintos actores libios.

La delegación europea pidió que se evitaran las fotos oficiales con los interlocutores libios presentes en el aeropuerto -salvo las previstas en el protocolo- para no dar un reconocimiento formal al gobierno de Hammad, aunque se mostró dispuesta -en señal de respeto- a reunirse con las autoridades locales de manera informal y sin exposición mediática.

En ese momento, la parte libia reaccionó declarando que la visita ya no tendría lugar.

Según «Agenzia Nova» -una de las fuentes más informadas sobre la situación libia- se trató de una acción deliberada por parte del gobierno de Hammad, probablemente destinada a reiterar su exigencia de pleno reconocimiento político.

Según dos analistas escuchados por la agencia Nova, el bloqueo de la delegación europea en el aeropuerto de Bengasi es también el reflejo de una crisis diplomática cada vez más profunda entre el gobierno de Libia oriental y Grecia. «Las relaciones entre Bengasi y Atenas están hoy extremadamente deterioradas, entre otras cosas por el posible acercamiento de Libia oriental a Turquía y la posible ratificación del memorando marítimo turco-libio por parte de las autoridades orientales». En el trasfondo está la ampliación de la Zona Económica Exclusiva libia y su reunificación con la de Turquía.

Según otro observador, «el gesto de Hammad -declarar persona non grata a la delegación europea- puede leerse también como un intento de afirmarse como interlocutor político autónomo, reforzando su posición en la compleja jerarquía del poder cirenaico», afirma un analista del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

*Alessandro Avvisato, escribe en Contropiano.

Artículo publicado originalmente en Contropiano.

Foto de portada: Archivo – El comisario de Interior y Migración, Magnus Brunner, en un acto en Berlín.Bernd von Jutrczenka/dpa – Archivo

Dejar Comentario