Es inevitable observar que el gobierno israelí está atravesando una de sus mayores crisis de los últimos años: la Guerra en Gaza se mantiene en constante crecimiento por las acciones impulsivas de los dirigentes, el ejército no puede abordar el gran despliegue que exigen sus superiores, la guerra con Irán le costó miles de millones de dólares y una enorme pérdida estructural, y el Primer Ministro está en la mira judicial por casos de corrupción.
El régimen sionista fue añadido al listado de la ONU como entidad violadora de los derechos de los niños, junto con el Congo, Somalía, Nigeria y Haití. En 2024 Israel se destacó por ser uno de los países con mayor nivel de vulneración a las infancias, siendo Gaza el lugar donde más niños y niñas fueron asesinados y mutilados por el estado hebreo.
Esto se refleja en fuertes discusiones en el Parlamento (Knesset): “Es más urgente que nunca reemplazar al gobierno de Netanyahu y específicamente a este gobierno tóxico y dañino”, expresó en sesión la legisladora laborista Merav Michaeli. Los partidos opositores habían presentado un proyecto para destituir el gobierno y llamar a nuevas elecciones de representantes, sin embargo, no fue aprobado por el Congreso israelí.
Poder es poder
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, fue acusado en 2019 por soborno, fraude y abuso de confianza. Se ha declarado que junto a su esposa Sara, el líder sionista ha aceptado bienes de lujo valuados en más de 260.000 dólares a cambio de favores políticos.
En la misma línea, Netanyahu también fue acusado de intentar negociar con la prensa israelí para coordinar una agenda que favorezca la imagen del oficialismo.
Ante tales acusaciones, el presidente estadounidense Donald Trump, salió en defensa de su protegido, interviniendo directamente en el sistema judicial de la entidad hebrea.
Trump ha enviado mensajes repetidamente en sus redes sociales para exigir que la Corte abandone el caso, insinuando que Estados Unidos podría detener el suministro de armas si no se cancelaba el juicio.
“Estados Unidos gasta miles de millones de dólares al año, mucho más que en cualquier otra nación, en proteger y apoyar a Israel. No vamos a tolerar esto. Acabamos de obtener una gran victoria con el primer ministro Bibi Netanyahu al mando, y esto empaña enormemente nuestra victoria. ¡DEJEN IR A BIBI, TIENE UN GRAN TRABAJO QUE HACER!” escribió Trump.
De esta forma, logró reprogramar la etapa de audiencias contra el caso de corrupción de Netanyahu, asegurando la permanencia del líder en el gobierno sionista. El fallo del tribunal de Jerusalén ocupada, explicó que las razones eran referidas a la apretada agenda del primer ministro quien estaría visitando Washington nuevamente para concretar un alto al fuego con Hamas.
Sin embargo, esta es otra muestra de cómo el poder de Estados Unidos moldea la dirigencia israelí, y ambos actores se mueven en bloque por su plan mayor (la ocupación total de Palestina).

Nuevas leyes de reclutamiento
Una de las cuestiones que había permeado de discusiones la Knesset era la cuestión de la ley del servicio militar. Previamente, la ley permitía que los estudiantes de la religión judía estuvieran absueltos de participar de la conscripción.
Netanyahu, bajo presión de su propio partido, el Likud, busca reclutar a más hombres ultraortodoxos e imponer sanciones a quienes evadan el servicio militar, una línea roja para el partido Shas, que exige una ley que garantice a sus miembros la exención permanente del servicio militar.
Sin embargo, a principios de julio las fuerzas israelíes enviaron 54.000 avisos de reclutamiento a miembros de la comunidad ultraortodoxa judía. Esto asegura que quienes son estudiantes del yeshivá (estudio de la Torá y el Talmud) ya no están exentos del servicio militar.
El ejército aseguró que los llamados serán realizados por períodos durante el mes de julio a jóvenes entre 16 y 26 años. Quienes no respondan al tercer llamado consecutivo serán considerados desertores.
Esta decisión, le cuesta a Netanyahu el apoyo de las líneas más religiosas y ortodoxas de su estado. El Consejo de Sabios de la Torá del partido jasídico Agudath Israel, expresó que ”ya no es apropiado formar parte de un gobierno que favorece la persecución del mundo de la Torá y la violación del consenso”.
Anexión de Cisjordania
Con la retórica de que la existencia de un estado Palestino es una “amenaza” para el país sionista, un grupo de 15 ministros israelíes demuestra que la ameza realmente es su propio estado.
Junto con el apoyo del presidente del Knesset, Amir Ohana, los ministros incitaron al primer ministro a ocupar y construir líneas de división en los asentamientos israelíes en Cisjordania antes del final de la sesión parlamentaria de verano que será el 27 de julio.
El pasado miércoles colonos ilegales israelíes establecieron un nuevo puesto de avanzada en la zona de Jericó, el sexto en la estratégica zona de Muarrajat. El objetivo es continuar sectorizando y aparcando a los residentes palestinos de Arab al-Mleihat, al noroeste de la ciudad de Jericó.
Esta estrategia ya consagró nuevas muertes, ataques y violaciones a los derechos humanos por parte de los colonos ilegales hacia los palestinos radicados en aldeas, campos de refugiados y asentamientos de Cisjordania.
Foto de portada: Reuters

