Asia - Asia Pacifico Economía Slider

Singapur apuesta por el multilateralismo ante la incertidumbre de EE.UU.

Por PIA Global*- La reciente visita del primer ministro de Singapur, Lawrence Wong, a China marca un momento clave en la reconfiguración estratégica del sudeste asiático.

Con un contexto internacional marcado por tensiones comerciales, nacionalismos crecientes y el repliegue norteamericano, Singapur ha optado por reafirmar su apuesta por el multilateralismo, el comercio abierto y la cooperación regional, alineándose con una visión cada vez más compartida por sus socios de la ASEAN.

Este viaje, el primero fuera del sudeste asiático desde que Wong asumiera el cargo en mayo de 2024, incluyó una participación destacada en el Foro Económico Mundial en Tianjin, donde sus intervenciones fueron recibidas como un respaldo claro a la necesidad de un orden internacional basado en normas, diálogo y pragmatismo, principios centrales para la estabilidad de Asia-Pacífico.

Xi y Wong: “estar del lado correcto de la historia”

En su encuentro con Wong, el presidente chino Xi Jinping reiteró su llamado a que China y Singapur “estén del lado correcto de la historia”, un mensaje cargado de simbolismo que resuena fuertemente en un momento en que el orden mundial enfrenta una transformación profunda.

Xi, que ya ha expresado mensajes similares a otros líderes del sudeste asiático, insistió en la necesidad de rechazar la intimidación unilateral y el proteccionismo disfrazado de seguridad nacional, en clara referencia a las políticas comerciales implementadas por Washington bajo la presidencia de Donald Trump.

Este tipo de declaraciones, que en años anteriores habrían generado escepticismo, ahora son recibidas con mayor atención en la región. No porque haya una fe ciega en las intenciones de Pekín, sino porque la alternativa —un Estados Unidos errático, proteccionista y cada vez más introspectivo— ha perdido mucha de la credibilidad que tuvo en décadas pasadas.

¿Puede China liderar un multilateralismo auténtico?

A pesar del tono positivo de los encuentros, persisten interrogantes legítimos sobre la capacidad de China para encarnar realmente los principios del multilateralismo que tanto invoca.

Tal como señaló el politólogo Chin-Hao Huang, de la Universidad Nacional de Singapur, “la prueba está en el pudín”. Para los países de la ASEAN, China no solo debe predicar el respeto a las normas internacionales, sino también demostrarlo con hechos, particularmente en áreas sensibles como el Mar de China Meridional, la resolución de disputas comerciales y el acceso justo a los mercados.

No obstante, la disposición de Pekín a recibir a Wong como un interlocutor de alto nivel, y la reafirmación del compromiso con el orden regional, han sido vistas como señales importantes en un momento donde el sudeste asiático ya no espera definiciones claras por parte de Washington.

ASEAN: entre el pragmatismo y la independencia

El mensaje de Wong no fue solo para China, sino también para la comunidad internacional: la ASEAN no se alinea automáticamente con ningún bloque de poder. Su interés fundamental sigue siendo preservar un entorno pacífico, predecible y favorable al desarrollo.

Como subrayó Benjamin Ho, profesor de relaciones internacionales, la región —incluida China— tiene la responsabilidad compartida de evitar el colapso del orden multilateral.

Y en ese marco, Singapur busca desempeñar un papel catalizador, manteniendo vínculos estrechos con todas las potencias, pero sin convertirse en peón de ninguna. La estrategia de “equilibrio activo” es cada vez más común en el sudeste asiático, donde las potencias medianas prefieren la cooperación regional autónoma antes que la subordinación a rivalidades entre grandes actores.

Un orden en redefinición

La visita de Wong, más que un simple gesto diplomático, refleja un cambio profundo en las dinámicas del poder global. Mientras Estados Unidos da señales confusas sobre su compromiso con Asia y sus principios tradicionales, países como Singapur toman la iniciativa para preservar el espíritu del libre comercio y la legalidad internacional.

China, por su parte, sabe que para convertirse en una referencia legítima del nuevo orden multipolar no bastan los discursos. El desafío está en generar confianza, estabilidad y reglas claras para una región que ha apostado por la cooperación antes que por la confrontación.

*Foto de la portada: EPA

Dejar Comentario