El tratado, firmado en enero de este año, incluye inversiones británicas en acueductos, la construcción de ferrocarriles, cooperación en el sector energético, así como la presencia británica y la revisión de una base militar iraquí en el norte del país.
“Gran Bretaña está regresando a Oriente Medio, sustituyendo a Estados Unidos”, dijo el general retirado de las Fuerzas Armadas turcas Dr. Fahri Erenel en una entrevista con UWI.
¿Cuál es su evaluación general del acuerdo?
El nuevo trazado de las fronteras y el hecho de que Estados Unidos haya logrado ciertos avances paso a paso en el proyecto del Gran Oriente Medio lo considero un reflejo de la nueva cooperación establecida entre Israel, Gran Bretaña y Estados Unidos en esta región, porque Gran Bretaña se retiró en la década de 1930. De hecho, cedió la región a Estados Unidos en Oriente Medio en 1945.
Después de esa fecha, hace apenas unos años, en el marco de esta coalición conjunta creada por los Estados Unidos de América en el marco de la lucha contra el ISIS, participaron en esta región con su fuerza aérea en general, y continuaron sus iniciativas en este sentido, especialmente en Irak, y continúan hasta el día de hoy.
Durante la administración Biden, Estados Unidos y el Reino Unido renovaron un poco su alianza, sobre todo en las dos cumbres de la OTAN de hace un tiempo. Creo que ahora, con Trump en el poder, este acuerdo continuará. Trump abandonará Oriente Medio, resolverá primero la cuestión de Rusia y luego se centrará en China, con el Reino Unido e Israel sustituyendo la presencia estadounidense en la región.
Por supuesto, el Reino Unido defenderá sus propios intereses en Irak, que es un importante país productor de petróleo. El Reino Unido aprovechará estas reservas de petróleo y gas, además de los proyectos de agua, irrigación, energía e infraestructura.
En este sentido, la compañía británica BP desempeñará un papel importante y el acuerdo también abre el mercado iraquí a los productos británicos. En definitiva, esta imagen muestra que el Reino Unido ha vuelto a Oriente Próximo.
¿Cómo afectará la presencia británica al proyecto turco de una carretera de desarrollo que parta del Golfo Pérsico, atraviese Irak y Turquía y se dirija hacia Europa?
Son posibles efectos tanto positivos como negativos. Por ejemplo, en el caso de los yacimientos petrolíferos de Kirkuk, se han oído algunas voces disidentes de Erbil contra el gobierno central de Bagdad. Según la Constitución, estos son asuntos que decide el gobierno central, que puede elegir compartir algunos ingresos con el gobierno regional.
Pero lo más importante es que sabíamos de la presencia de Estados Unidos, sabíamos de las inversiones de China en infraestructura, del papel de Rusia en la producción de petróleo. Ahora, con la entrada del Reino Unido en escena, Irak se convierte en un teatro en el que conviven cuatro grandes potencias diferentes.
En ese contexto, la cooperación de Irak con el Reino Unido significa cooperación con los Estados Unidos. Además, aunque se ha anunciado, todavía no hay un calendario para la retirada de las fuerzas estadounidenses. Y, además, el 55% de la población es chií, lo que da a Irán cierta influencia.
Ahora bien, espero que el Reino Unido adopte políticas a favor del corredor decidido en la última cumbre del G-20, el que parte de la India, atraviesa Arabia Saudita y llega al Mediterráneo. En este caso, Irak podría desempeñar un papel, con un tránsito por el país que llegue a un puerto en Siria, tal vez Latakia o al sur de ese país.
El Reino Unido querrá ahora un corredor que atraviese Turquía, porque Londres no querrá que Ankara tenga influencia ni sea fuerte.
Además, la seguridad en el norte de Irak aún no está resuelta y el Irán no ha sido incluido en la Ruta del Desarrollo. Teniendo en cuenta que las tensiones en las relaciones turco-iraníes están aumentando, creo que el proyecto de la Ruta del Desarrollo probablemente esté a punto de fracasar.
¿Cómo valora la creación de una base militar británica en el norte de Irak?
En Irak, la inestabilidad continúa desde la Constitución de 2005, promulgada por Biden. Se trata de una estructura fracturada, en la que podemos afirmar que, siguiendo a Estados Unidos, el Reino Unido asume ahora funciones de poder protector. Esto afectará negativamente a Turquía, por supuesto.
La base militar de Al Qayyarah, en el norte del país, ocupa una zona en la que también opera la organización terrorista PKK. ¿Por qué los británicos despliegan allí sus fuerzas? Sólo una respuesta me parece plausible: esta base se utiliza como posición ofensiva del Reino Unido, Israel y los Estados Unidos contra Irán.
Yunus Soner* corresponsal, politólogo, nacido en Turquía.
Este artículo fue publicado originalmente en el portal United World.
