Mientras el acusado por la Corte Penal Internacional por genocidio, el sr Mileikowsky, alias “Netanyahu”, le regalaba al presidente estadounidense un “beeper” dorado incrustado en una pastilla de tronco de cedro (haciendo ostentación de la operación criminal terrorista indiscriminada de la Mosad sobre los tenedores de beeper del Líbano), ambos hablaban de “los bebés quemados vivos” por Hamas en la operación del 7 de octubre, y ningún “periodista” reclamaba aclaraciones sobre lo dicho, que fue una de las grandes fake news de la que el propio Joe Biden, por entonces en ejercicio de la presidencia, tuvo que desdecirse.
Sin considerar ni haber consultado con los solícitos gobiernos de Jordania y Egipto, presuponiendo que deberán subordinarse a sus intenciones, se anuncia el destino posible de los gazatíes; confirmando las denuncias internacionales sobre la verdadera naturaleza de la operación sionista en Gaza, como una operación de Limpieza Étnica.
El fabuloso plan de Trump para aplicarse debería atropellar todo un edificio de acuerdos, incluido el de Alto el Fuego vigente del cual son “garantes”, que implicaría la constatación de la muerte del sistema internacional basado en normas que viene proclamando occidente contra la emergencia de un entramado novedoso de nueva diplomacia a partir de la multipolaridad.
Pero aún conscientes de que las cosas no van a suceder como las expresó Trump, uno no puede dejar de anunciar que el enunciado mismo que escupió sin tapujos el grosero magnate, crea situaciones de tensión altamente peligrosas e imprime una inestabilidad aún más vertiginosa a la región, sobre todo poniendo en peligro las fases pendientes del acuerdo de Alto el Fuego.

Espaldarazo a la derecha supremacista israelí
Claramente la inestabilidad e incapacidad de consolidar gobernabilidad en la alianza supremacista que gobierna Israel es uno de los elementos de mayor debilidad de la estrategia guerrerista del mismo.
Es incontrastable el aislamiento internacional a su pretensión genocida y el apoyo global a la reivindicación del derecho palestino a un Estado nacional. Nos referimos no sólo al concierto internacional que está en la dinámica de construcción del Multipolarismo, sino en el seno mismo de Naciones Unidas y de Europa.
El gesto de Trump ante la Visita de Milewkowsky debe leerse claramente como un espaldarazo no solo a lo actuado en la operación colonial genocida, sino en cuanto a gestión política en el interior de Israel. Ahoga claramente las críticas “por derecha” consolidando la alianza de gobierno como alianza, y expone a las críticas “por izquierda” a una intemperie impensada debilitando su intento de cambiar el gobierno de manera inminente. Con el desmantelamiento de la USAID y los programas de las agencias federales de penetración profunda de inteligencia, los hijos putativos del globalismo financiero se encuentran ahora debilitados.
Las familias de los rehenes, con el intercambio, probablemente pierdan fuerza en su cuestionamiento a la gestión gubernamental, las acusaciones de corrupción y de pretensión de manipulación del poder judicial, terminan ahogadas por la propia dinámica de la guerra que impone además potestades policiales para arremeter contra opositores al punto de expulsar legisladores de la Knéset; pero no deja de tener un flanco débil que son las seis mil “familias en duelo” y las 15000 familias con miembros gravemente heridos, además de la crisis comercial y económica producto de la guerra.
Trump promete financiamiento, normalización regional para resolver las crisis económicas y comerciales, y fortalecimiento militar con 8 mil millones de dólares en créditos (ante la evidencia de carencias notables de Cúpula de hierro y de la incapacidad de las FDI de ganar una guerra).
Como notable cabe destacar la reacción de quien fue muy crítico al acuerdo de Alto el Fuego, ante los anuncios de Trump, El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, dijo que Trump ha dado la respuesta a la incógnita sobre el futuro de Gaza tras los ataques perpetrados por Hamás el 7 de octubre de 2024 contra Israel «quien quiera que cometiera la más terrible masacre en nuestra tierra se encontrará con que ha perdido la suya para siempre. Finalmente, con la ayuda de Dios ahora actuaremos para enterrar la peligrosa idea de un estado palestino».
Por el lado de Ben Gvir que dejó el gobierno producto del acuerdo, también recibió el gesto con beneplácito pensando en reintegrarse al gobierno; «aún no he cosido un nuevo traje ministerial, pero no hay duda de que las posibilidades de que (el partido) Otzma Yehudit regrese al gobierno han aumentado», dijo al Times of Israel.
No obstante, lo dicho, cabe señalar que está claro tanto para la élite sionista y para el israelí de a pie que, la seguridad de Israel depende de la paz con la resistencia Palestina.

En medio de su victoria Hamas no firmará su derrota.
No es propaganda política sino una percepción vívida de cualquier palestino en Gaza o Cisjordania que están siendo objeto de pogromos y políticas de exterminio y desplazamiento forzado a los efectos de la consolidación del proyecto colonialista supremacista del Gran Israel.
Las declaraciones de Trump constatan esto tanto para los gazatíes como para los cisjordanos, estos últimos, además, desde el acuerdo de Alto el Fuego, han visto un recrudecimiento exponencial de bombardeos, confiscaciones y robos a sus propiedades.
El acuerdo se viene cumpliendo y en el mismo Hamas viene consolidando su prestigio entre la población y mostrando capacidad organizativa y operativa que desmiente el mito de su derrota.
Cada capital árabe tiene un alto dirigente de Hamas hablando con los gobiernos para avanzar en el acuerdo que necesariamente desemboca en una gestión de la reconstrucción de Gaza administrada por las organizaciones palestinas tal como lo acordaron en su momento a expensas de Xi Jimping en Pekín.
En la reunión entre los dos mandatarios colonialistas en Washington, el premier israelí adelantó al presidente de Estados Unidos que no tenía intenciones de cumplir con la cláusula del acuerdo que establece la retirada total de las tropas apostadas en Gaza. Por ello la próxima reunión entre el emir Al-Thani de Qatar y Witkoff, el magnate inmobiliario enviado por Trump para imponer el Alto el Fuego, será determinante para apreciar la reacción del mundo árabe.
El portavoz de Hamas, Hazem Qassem, enfatizó que el rechazo del proyecto de Trump sobre la Franja de Gaza «no es suficiente», remarcando la necesidad de la «unidad palestina para enfrentar el desplazamiento», y pidiendo a varios partidos palestinos que se unan para enfrentar este proyecto.
Qassem pidió a los países árabes que «se enfrenten a las presiones de Trump y se mantengan firmes en sus posiciones de rechazo de desplazamiento» y a celebrar una cumbre árabe de emergencia para enfrentar el proyecto de desplazamiento, pidiendo a los pueblos árabes y a las organizaciones internacionales que «un movimiento fuerte rechace el proyecto» del presidente estadounidense.
Hamas continúa con la agenda del acuerdo reafirmando que no abandonarán su tierra y reclamando el acompañamiento de los países de la región en la defensa de su derecho.
Hamas sabe que el eje de la resistencia está vigente y que el rechazo a la paz y la apuesta por la guerra de parte del sionismo, también redunda en debilitar la propia seguridad de Israel.

El acuerdo en peligro
Las declaraciones de Trump llegaron en la antesala de las reuniones que deben organizar la segunda fase del acuerdo. De súbito se produjo un impasse incomprensible y peligroso que esperamos se resuelva pronto.
La pretensión confesa de Milewkowsky de no retirar las tropas de Gaza como se acordó, prenden las alarmas de Hamas y del resto de las organizaciones palestinas y ponen en un lugar de suma incomodidad a los garantes árabes del acuerdo.
La negociación e instrumentación de la segunda fase del acuerdo ya debería estar discutiéndose en Doha pero el enviado israelí, Ron Dermer, ministros de asuntos estratégicos aún no ha viajado y se espera una reunión entre Steve Witkoff con al-Thani en Miami que pueda auscultar el humor árabe ante las declaraciones de Trump y los nuevos planteos del sionista.
El acuerdo establece que en la segunda fase (42 días después del inicio), mediados de marzo, Israel debe replegar sus tropas asentadas en Gaza. Se debería avanzar en el intercambio de rehenes, cosa que Israel aparentemente aceptaría incluso liberando condenados o figuras emblemáticas, a cambio de acelerar el mismo y recuperar más rehenes. Pero a todas luces como una estratagema o trampa para luego reiniciar la guerra.
La retirada de las tropas sionistas que presumía la gestión de Gaza en manos palestinas, con las declaraciones de Trump cambian de sentido, y la tercera fase del acuerdo impone un replanteo donde los garantes militares de la paz podrían ser marines yankis que remplacen al sionismo, o en el mejor de los casos, una fuerza multinacional pero no los palestinos.
De nuevo señalamos que está claro que si se agita nuevamente el guerrerismo los pobladores israelíes saben que su ansiada seguridad desaparece.

El mundo reacciona ante la bravuconada
Es difícil pensar una normalización de la situación de Gaza sin el concurso de los estados árabes, y en cuanto a eso han sido unánimemente opositores del desplazamiento de los palestinos.
Turkiye a través de su ministro de Exteriores, Hakan Fidan, rechazó radicalmente la idea de deportar a gran parte de la población de Gaza. «Estamos en contra de toda iniciativa de echar a los palestinos de su hogar. Es una violación de la ética humana y el derecho internacional», dijo Fidan en una rueda de prensa junto a su homólogo egipcio, Badr Abdelaty, en Ankara.
El presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abás, afirmó que «el pueblo palestino no entregará su tierra, sus derechos y sus lugares sagrados», “Gaza es parte integral del Estado de Palestina, junto a Cisjordania y Jerusalén Este», y reclamó a las Naciones Unidas que «protejan al pueblo palestino y sus derechos inalienables».
El canciller egipcio, Badr Abdelaty, subrayó la necesidad de reconstruir «sin mover a los palestinos fuera de Gaza», destacando la importancia de avanzar sobre programas que faciliten el fin de la guerra sin necesidad de desplazamientos y no asimiló el golpe de la propuesta de ser receptor de desplazados.
Arabia Saudita, reafirmó «su posición de un estado palestino diciendo que es firme, inquebrantable e inamovible», y rechazó “la violación de los derechos legítimos del pueblo palestino». Su canciller el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, afirmó que su país no normalizará relaciones con Israel mientras no haya un Estado Palestino.
Durante su reunión en Amán con Abás, el rey de Jordania, Abdalá II, reafirmó su postura de oposición a cualquier intento de desplazamiento de los palestinos, destacando la importancia de mantener el alto el fuego y aumentar el volumen de la ayuda humanitaria.
La Liga Árabe, escenario contaminado por las intrigas de la diplomacia norteamericana, condenó unánimemente la iniciativa de Trump, rechazando de plano la idea del desplazamiento.
La Relatora Especial de la ONU sobre los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, ha sido especialmente dura con el plan de Trump. «Lo que propone es una absoluta tontería», “Esta es una población de supervivientes del genocidio y debe salvarse antes de pensar en quién reconstruirá Gaza”, agregó Albanese en Copenhague. “Nadie tiene derecho a decir cómo se reconstruirá Gaza si no son los palestinos”.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, recordó que cualquier traslado forzoso de territorio ocupado está prohibido por el derecho internacional, y resaltó el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino.
La Unión Europea (UE) declaró que la Franja de Gaza es una «parte integral de un futuro Estado palestino». «La UE sigue comprometida con firmeza a favor de una solución de dos Estados, que para nosotros es la única vía para una paz duradera entre israelíes y palestinos”. Francia, Gran Bretaña, Alemania y España, fueron concurrentes con dicha declaración.
Obviamente las expresiones del Eje de la Resistencia fueron contundentes y solidarias con Hamas, con Palestina, advirtiendo los peligros que incuba semejante pretensión de desplazamiento forzado.
China y Rusia plantearon un discreto acuerdo con la solución de dos estados y rechazaron el desplazamiento forzoso de la población.

Algunas pistas
El anuncio de Trump transforma situaciones más allá de si logra hacerse efectivo o no. Condiciona claramente las siguientes fases del acuerdo de alto el fuego rescatando a Israel de su debilidad, a la que lo empujó también el propio ultimátum de Witkoff. Señala a los países de la región la pretensión norteamericana de seguir tallando en la zona y los posiciona respecto del reencauzamiento de los acuerdos de Abraham.
Pretende provocar a los sectores de la resistencia palestina a cometer el error de romper el alto el fuego y perder apoyo internacional. Condiciona una reformulación de la tercera fase del alto el fuego que no le permita a Hamas ostentar su victoria ni fortalecerse, mediante su intervención propia (eso parece más imposible), o la de terceros países en una misión de pacificación de la franja. Oclusa la mirada sobre los estragos de Israel en Cisjordania. Facilitando su anexionismo.
Simultáneamente está pretendiendo forzar una reformulación constitucional que expulse a Hizbullah del gobierno en Líbano para debilitar el Eje de la Resistencia. A la vez anuncia la pretensión de un acuerdo de desnuclearización desigual con Irán. Tiene a su jugador autónomo en la región, Erdogan, readecuando el mapa con la invasión takfir turcodependiente en Siria.
Sin dudas que una declaración del Imperator del decadente Estados Unidos agite tanto las aguas, le debe resultar reconfortante al magnate y lo debe exponer como una reafirmación de que están recuperando “grandeza”.
La verdad es que pocas veces se ha visto propuesta racista, supremacista y de lesa humanidad ventilada sin vergüenza, que ni los propios nazis y su “solución final” fueron tan obscenos a la hora de confesar intenciones.
De la misma manera la reacción internacional evidencia una incapacidad hegemónica que preanuncia la profundización del unilateralismo de parte de los Estados Unidos porque ninguno; ni aliados, ni colonizados, ni sátrapas ni mamelucos, nadie acompañó la propuesta.
En el propio Israel los sectores más lúcidos, aun en su supremacismo, entienden que semejante idea sólo anuncia más guerrerismo y caotización, y por sobre todo inseguridad permanente para el propio Israel.
Dr. Fernando Esteche* Dirigente político, profesor universitario y director general de PIA Global
Foto de portada: Archivo – Agencia Anadolu