Una fuerza militar motorizada avanzaba, rompía las líneas enemigas, dejaba atrás a las unidades que resistían y estas colapsaban, provocando una y otra vez una retirada general o la rendición de unidades tras otras de EAS (Ejercito Árabe Sirio), con la consiguiente captura de ingentes cantidades de material. Claro, esto debe ser puesto en el contexto real, ya que entre Al Golani (el líder de la formación atacante) y sus lugartenientes, hay una diferencia con Guderian o Manstein; de la misma forma Assad y sus generales no eran ni por aproximación los muchos más sólidos enemigos que enfrentaron a la maquinaria alemana en la segunda guerra mundial. Pero el concepto vale para comenzar a pensar el tema.
Parte 2
Fin de la guerra civil. Comienzo de la guerra civil. Como llegamos hasta el 2024
La ofensiva fue desarrollada por una formación islamista, para muchos desconocida hasta ese momento, HTS (Hayat Tahrir al-Sham). Esta organización y su líder Abu Mohammad al-Golani “saltaron a las pantallas” de todo el mundo. No es menor, ya que esta campaña derribó al gobierno de Bashar al-Assad, miembro de una familia y un partido que gobernaba Siria desde 1971. Además, supuestamente estaba sólidamente respaldado por Rusia, Irán y Hizbollah. No sabemos hoy aún como se estabilizará el Estado sirio, ni siquiera podemos presumir que habrá una estabilización y que no se profundizará el caos; algunas ideas y alternativas mencionaremos en este artículo de acuerdo a las más recientes informaciones. Lo que sí podemos afirmar es que, aunque evidentemente muy débil, Assad era parte de un esquema geopolítico regional que ha saltado por los aires, que reconfigura a la región y que tiene proyecciones globales.
Algunos datos introductorios sobre la guerra civil siria
El gobierno sirio tenía una imagen de solidez hasta el 2011, era un estado nación con sus atributos plenos, pero todo se derrumbó ese año en el marco de las mal llamadas “primaveras árabes”. El régimen provenía de una larga experiencia política inaugurada por Háfez al-Assad en 1971 mediante un golpe de estado contra su propio partido. Gobernó el país hasta el 2000, siguiéndolo su hijo Bashar al-Assad hasta este diciembre del 2024. Ambos eran miembros del Partido Baath, una formación nacionalista panárabe con partidos similares en otros países (el más famoso es Baath que llevo al poder a Saddam Hussein en Irak). Sin embargo, es de destacar que Assad padre tuvo un estilo particular dentro de esta corriente, volvió más nacionalista sirio y menos socialista a su proyecto; estos cambios implicaron depuraciones y mayor control en el partido y la sociedad. A lo largo de su mandato se pueden recordar algunas grandes represiones con cientos de muertos, como las desarrolladas contra los “Hermanos musulmanes” en los ochentas, y contra los partidarios de Saddam Hussein en la guerra del golfo (en la que Assad apoyo a EEUU). Sin embargo, es de destacar que Assad mantuvo siempre una cercanía con la URSS, que solo se vio afectada temporariamente por la presidencia rusa de Boris Yelsin que descuidó sus RRII, pero con la asunción de Vladimir Putin los eslavos comenzaron a proteger o reconstruir espacios de influencia y entre ellos estaba Siria, que fue reconstruida entre el 2005 y el 2009. Mas que nada por ser el sitio (el único sitio) donde los rusos disponían de una base por fuera de los mares cerrados (bueno, el Mediterráneo es cerrado, pero de por si es un mar estratégico con grandes rutas comerciales). Es la base naval de Tartus que en el 2015 con el compromiso ruso en Siria para la guerra civil se extendió a una base aérea en Jmeimim cercana a Latakia unos km más al norte. El 18 de enero de 2017, Rusia y Siria firmaron un acuerdo para ampliar y usar las instalaciones durante 49 años, prorrogables otros 25 años con sesión de la soberanía por parte de Siria.
Es de destacar que el visón que han dado todos los que conocían Siria previamente a las “primaveras” es era de un país donde existía cierta estabilidad y progreso, donde más allá de la política (donde la libertad era restringida) existían libertades culturales y sociales, y un aceptable bienestar material. En realidad, esto lo podemos extender a cualquiera que diera su impresión sobre Irak o Libia, otros casos paradigmáticos de destrucción de un estado nación. Aunque llamamos la atención de no generalizar y trazar similitudes excesivas entre estos tres países, como en ver a las “primaveras” solo maniobras de los Occidentales.

Las llamadas primaveras árabes fueron movimientos de protesta de muy distinto origen, pero con una matriz común, todas basadas en cierto cansancio de la población (o de amplios sectores) con los regímenes establecidos hacia décadas, en cierta forma anquilosados y que tenían conflictos controlados o explícitos con fracciones de la población. Poblaciones en algunos casos, tribales, diversas en religión o etnia, que los nacionalismos habían intentado con éxito durante décadas mantener controlados bajo la “identidad nacional” (o al menos ese era uno de los puntos clave del proyecto de la independencia). Aunque también hubo “primaveras” en regímenes monárquicos, en realidad las hubo en todos los países árabes. También es muy claro que muchas de ellas contaron con el apoyo activo de occidente. Se aprovechó estas crisis para lanzar operaciones de apoyo y potenciación de los conflictos internos subyacentes. Apoyo no solo de simpatía política, o de algunos recursos y propaganda, sino dentro de una estrategia de mutación de régimen para lograr que los países se alinearan con las formas de gobierno y visión del mundo, circuitos logísticos y económicos, del occidente geopolítico. Lo que permite pensar en que las crisis internas fueron profundizadas, instrumentalizadas (o se intentó) en forma de “guerra híbrida”, tal como la describe el general Gerasimov en su famosa ponencia[1].
Si bien en una minoría de países el cambio de régimen se produjo después de incidentes, pero en una forma que permitió una nueva estabilidad (por ejemplo, Túnez; o Egipto donde la caída de Mubarak redundó en un triunfo electoral de los Hermanos Musulmanes quienes fueron derrocados poco tiempo después mediante un golpe de estado), o fueron reprimidas sin que se alterara la situación. En otros no, y terminó en guerra civil y desintegración nacional, sin ganadores aparentes (aunque el caos también puede ser un objetivo). También es de destacar que este movimiento de protesta en el mundo árabe se desarrolló en monarquías como Bahréin (proccidental) con apoyo de Irán. O en Yemen, y llevo a poder en una parte del país a los Huties que son un dolor de cabeza para occidente. O que Libia, finalmente el país anarquizado, se dividió en dos esferas donde en una operan con gran peso los turcos y en otra los rusos[2] (con alianzas que a muchos sorprenderían). Por eso en general podemos pensar que hay bases legitimas de protestas y una instrumentalización posterior; la Guerra híbrida no vine de afuera, sino que instrumentalizan condiciones internas. De hecho, el caso sirio está demostrado el apoyo de la CIA, no solo a las protestas y a la “oposición democrática” (eufemismo vacío si los hay), sino a grupos terroristas más o menos salvajes, pero para nada “democráticos” en la visión occidental; aunque finalmente se haya decantado por los Kurdos más moderados y a su vez más seguros o predecibles. Solo con el objetivo de terminar con Assad, en el momento de las RRII yanquis en que Medio Oriente estaba en el centro de su agenda, EEUU podía apoyar cualquier intento desestabilizador. Y señalamos esto ya que hoy EEUU tiene la intención de evitar que esta región le insuma sus principales preocupaciones.
Una cronología razonada y simplificada
Los principales disturbios comenzaron en Siria el 15 de marzo de 2011, fue una etapa que podemos acotar hasta abril de 2012, cuando vio la luz en forma clara el Ejército Libre Sirio (ELS) principal formación armada rebelde apoyada por occidente al inicio de la guerra, formada en gran parte por militares desertores, en apariencia disconformes con la represión a las “protestas legítimas”. En general es de tener en cuenta que cuando una formación se alza contra un orden y en forma casi automática recibe apoyo y financiamiento, es de dudar que no haya tenido previos incentivos externos
Los ojos internacionales ya estaban depositados sobre el país condenando a Assad y aplaudiendo su posible caída, especialmente en apoyos publicitarios al ELS que, de acuerdo a los países que fueran su sostén, variaría su lealtad principal a lo largo de la guerra. El ELS estaba formado por disidentes del Ejército Árabe Sirio (EAS, gubernamental) y grupos alzados de milicianos. Ya al inicio de la guerra, la mediación extranjera a través de la ONU pacto un alto el fuego que no produjo resultados, ya que las posiciones no eran compatibles ni en lo nacional ni en los apoyos externos. Es de destacar que estas “treguas” o “altos el fuego” han sido (son hoy) una constante en el desarrollo de las operaciones militares, son parte de la guerra, un terreno de ella. La guerra civil entró en una escalada rápida en 2012 y 2013 en que la guerra interna se extendió a todo el país y todas las ciudades, entre ellas Damasco y se da inicio a una larga batalla por el control de Alepo, la clave de toda esta etapa.
La intervención turca es un dato fundamental, como lo es en la resolución de la etapa actual que estamos viviendo. Los turcos tienen fuertes intereses geopolíticos, cuyo mínimo es el control de las actividades de los kurdos, y como máximo tener una influencia determinante en el país levantino y controlar si se dan las condiciones, una parte del mismo. La guerra civil activó a los kurdos y debilitó notoriamente (en forma definitiva) el control del EAS sobre el territorio. Fue la batalla de Kobane la que despertó todas las alarmas en Ankara que tuvo lugar en 2014 cerca de la frontera turca, entre las Unidades de Protección Popular Kurdas (YPG) y el Estado Islámico (EI). La batalla fue parte de la guerra generalizada contra el EI, y las fuerzas kurdas lograron recuperar la ciudad para marzo de 2015 creando (y dando gran publicidad) a un cuasi Estado kurdo alternativo (con formas de gobiernos novedosas etc.). La relación de Erdogan con Assad se venían deteriorando radicalmente desde el inicio de la guerra, por ejemplo, el 22 de junio del 2012 un avión de combate turco F-4 fue derribado por las fuerzas del gobierno sirio, matando a ambos pilotos. Con el aumento del poder kurdo para Turquía la intervención apareció como una necesidad de seguridad nacional, Siria y Turquía estuvieron en una zona gris, en una guerra no declarada y proxi desde entonces.
Para comienzos del 2013 el islamismo radical comienza a parecer como un factor central de la guerra. Se generalizaron coches bomba, ejecuciones salvajes y la violencia se volvió incontrolable y a varias bandas, propiciando el inicio de la emigración masiva. Para comenzar los Kurdos se enfrentan a los islamistas en paralelo con las fuerzas el EAS y otras fracciones, de hecho, en la construcción de su “Estado” los kurdos se apoderaron de las zonas petroleras del país que controlan hasta hoy. Es en este momento el 2012 la formación de Frente al-Nusra formación islamista radical vinculada a Al Qaeda (de donde proviene HTS) que recibiría apoyo de occidente y los países del golfo.
Para el periodo abril-junio comienza la contraofensiva gubernamental con el primer apoyo masivo y eficaz de Hizbollah que se transforma en un protagonista activo y determinante en el conflicto, lo que muestra a su vez el claro apoyo de Irán (que se fue incrementando); como la debilidad del gobierno de Assad para sostenerse por sus propios medios. El 10 de enero comienza una operación bajo paraguas de la ONU (en realidad son en la práctica todas operaciones de los EEUU, sean bajo pantalla ONU o “coaliciones” con colaboración de Francia e Inglaterra), para eliminar el arsenal químico sirio, ya que se acusaba al gobierno de estar usando estas armas contra los rebeldes y los civiles de las zonas rebeldes. En esta terma nos abstendremos de opinar, porque estas acusaciones suelen ser emitidas como por receta sean o no ciertas para legitimar la intervención. Debemos agregar, además, y no lo repetiremos, pero sucede durante toda la guerra hasta la actualidad, que Israel siempre atacó publica o clandestinamente objetivos en Siria, buscando debilitar a su vecino y atacar a sus enemigos que operaban allí como Irán y Hizbollah.

Otro actor fundamental de este periodo es el Estado Islámico de Irak y el Levante (EI o ISIS). Surgido a partir de la descomposición de Irak con la invasión de EEUU, el EI llega a su apogeo en estos años intentando establecer el control territorial y crear un califato (un estado regido por la sharía y por su propia interpretación del islam) y regir la sociedad estática conservadora homogénea según su ideología salafista eliminando a quien no comparta esta visión. En su lucha por el control territorial en Siria, se enfrentó al ejército sirio y fuerzas de potencias extranjeras, así como a los rebeldes: Ejército Libre de Siria y del Frente de los Revolucionarios, a los nacionalistas kurdos, y a otras fuerzas islamistas como el Frente Islámico o el Frente Al-Nusra.
A partir de junio, el EI se apoderó de amplias franjas de territorio en Irak, obtuvo armas pesadas y equipo del ejército iraquí y con esto, además de sus columnas ligeras en camionetas, penetraron en Siria apoderándose de amplios territorios. Este tipo de penetración de grupos radicales islámicos salafistas en países en desintegración se repite. Son sociedades receptivas, donde una menor o mayor proporción de la población puede ser encuadrada (u obligada a encuadrarse) en un nuevo tipo de orden, donde reina el desorden el derrumbe de las instituciones y crisis de valores (una crisis orgánica radical). Estos grupos traen recursos para sostener un aparato militar flexible, y una ideología religiosa sólida, aunque sea brutal. Su financiamiento es de múltiples vías. Mientras no tiene control territorial, reciben o pactan recursos a través de las monarquías wahabitas del golfo en términos de inteligencia, a través de magnates privados o directamente del estado. También recibe financiamiento occidental, especialmente de EEUU, en general en operaciones de inteligencia, o como sucedió con el Frente Al Nusra (o los rebeldes afganos opositores a los soviéticos), en forma pública previo un “blanqueo” de su imagen. Esto es así ya que el objetivo occidental es eliminar a los “tiranos”, imponer un sistema político occidental, e incorporar países no encuadrados al sistema económico global sin mediaciones incomodas o díscolas. Y ciertamente tiene apoyo de sectores de la juventud musulmana del mundo, que se radicaliza a través de esa vía extrema y se integra como apoyos de diverso tipo y reclutas que en nombre de la Yihad mundial se lanzan a la lucha. Esta explicación es muy reducida, pero nos permite unas pinceladas para presentar al EI en el momento de su expansión máxima en Siria.
Los analistas occidentales se interrogan una caracterización “¿Son grupos no estatales? ¿Antisistema? ¿Supranacionales? ¿Pro-Estado?”[3] Pero coinciden en su capacidad para establecerse en lo que occidente llama “Estados fallidos”, estados sin posibilidad de derrotarlos sin desestabilizar todo el sistema por la aplicación de excesiva fuerza en regiones complejas. Podríamos pensar este tema con una vieja conceptualización de Antonio Gramsci que señalaba la diferencia entre cohesión y consenso, entre hegemonía y fuerza, entre países en que el “Estado es todo” y países donde funciona la hegemonía y el “Estado” esta instaurado en la sociedad profunda. En aquellos en que el “Estado es todo” (se refiera al aparato burocrático militar) hay una única y dura trinchera de primera línea construida por el poder del gobierno. Cuando esa trinchera cruje lo hace todo el sistema. La sociedad por abajo se fracciona y queda abierta a cualquier posibilidad. En cambio, sociedades con fuerte hegemonía donde más allá del gobierno el “Estado” es amplio y existe en las mismas instituciones civiles de la sociedad, la disolución y caotización es más difícil.


Para el 2014 EEUU comenzó a atacar al EI. Su expansión y violencia, que también era anti occidental, lo transformó en el enemigo principal. A partir del 23 de septiembre una coalición de unos 40 pases (aunque era EEUU la casi totalidad de la fuerza efectiva). Las monarquías del golfo que participaron en los bombardeos con los Estados Unidos fueron Baréin, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Catar y Jordania. Turquía, en paralelo, lanzó una solicitud oficial a la ONU para una zona de exclusión aérea sobre Siria, lo que significaba que la FA siria no podría operar y eso le daría más espacio de movimiento a sus aliados en el terreno ya configurados como una tendencia aparte dentro de esta compleja guerra civil. También en paralelo, Israel derribó un avión de guerra sirio después de que ingresara en el área del Golán. Como vemos Israel desgastó siempre al ejército sirio y sus aliados islámicos Chiitas.
El escenario comienza a estar delineado poco a poco. Uno: EEUU y occidente luchan contra el Gobierno Sirio, el EI y las fuerzas rebeldes islamistas que se alinean con Turquía, allí se aglutinaban el denominado ELS y otras fracciones (que en el norte serán incorporadas por iniciativa yanqui a las fuerzas conducidas por los Kurdos). Segundo: Turquía lucha contra los Kurdos, el EI, y el gobierno sirio: tras su paraguas se van uniendo fracciones del frente Al Nusra, del ELS y nuevas formaciones creadas en las zonas de refugio amparadas por Ankara, serán el ENS y HTS en la actualidad. Siria y sus aliados luchan contra el EI, las fuerzas occidentales, la fuerzas pro turcas, pero pactan con los kurdos, y Siria intenta bajar en nivel de confrontación con Israel; en este frente están un reconstruido ejercito árabe sirio, milicias locales, milicias y voluntarios proiraníes de Iraq, Hizbolláh, Irán y Rusia. Los rusos que desembarcarán en forma activa a partir de esos momentos, luchas contra en EI, y sostienen al gobierno sirio, frenan a los turcos y pro turcos, y evitan cualquier confrontación con Israel. Los Kurdos, luchan bajo el paraguas de EEUU, pero con agenda propia contra el EI y contra los turcos y sus proxis; y cuentan con el visto bueno de Israel. Irán lucha junto al gobierno sirio, combate a sus enemigos en el mundo islámico como son los salafistas y busca establecer un “corredor” que le permita ejercer una esfera de influencia (o “frontera geopolítica”) hasta nel mediterráneo.
En el apogeo de la crisis siria, se identificaron 5.546 grupos armados en las líneas del frente segmentando el país. Comparemos: en Libia, la estimación fue de 110 en el momento de mayor fragmentación (excluyendo algunos grupos menores tipo células). Irak tiene un promedio aproximado de 180 grupos, sumando las organizaciones que se crean anualmente y restando las que se disuelven, sin mencionar los grupos fachada cuyo objetivo es “hacer ruido” en las redes sociales para frustrar la vigilancia de las agencias de inteligencia. Es evidente que Siria había “estallado”, y que a nivel pueblo o pequeña ciudad surgían grupos autónomos, inclusive delictivos, que se proclamaban grupos armados. Pero como vemos se ha ido decantando en las corrientes principales que señalamos. Para el 2020 en el periodo de equilibrio armado, las líneas de aglutinación son las que mencionamos arriba.
De mayo a Setiembre del 2015 es el mayor avance del EI. Ese año se da la intervención rusa y ofensiva gubernamental ruso-siria-iraní-Hizbollah de septiembre de 2015 a febrero de 2016, que en octubre concentró sus esfuerzos en Alepo. El 24 de noviembre de 2015, Turquía derribó un avión de combate ruso. En enero de 2016 el ejército sirio continúa el avance hacia el Norte (en el Norte se encuentran las fuerzas del, en ese entonces Frente Al Nusra, que recibiera apoyo occidental y turco). El 26 de febrero de 2016, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad la resolución 2268 que aprobó un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia previamente negociado sobre el “cese de las hostilidades” cuyos resultados no son eficaces.
En agosto de 2016, las Fuerzas Democráticas de Siria, (kurdas y de aliados), capturaron la ciudad de Manbij (hoy tomada por el ENS) al oeste del Éufrates haciendo retroceder a los rebeldes islamistas y del ELS. Intentando llegar a las afueras de Alepo y establecer una zona continua bajo su control. En esta situación en agosto de 2016, las fuerzas armadas de Turquía invadieron Siria en el área por donde el Éufrates entra desde Turquía en Siria, comenzando lo que el presidente turco llamó la Operación “Escudo del Éufrates”, en contra de, según su declaración, “los grupos terroristas del EI y kurdos que amenazan a nuestro país”. A pesar de esto en diciembre con fuerte apoyo ruso, iraní y de Hizbollah, las fuerzas del EAS y milicias afines ganaron la batalla de Alepo recuperando la ciudad. Lo que fue seguido de un acuerdo de alto el fuego. respaldado por Rusia, Irán y Turquía (diciembre de 2016 – abril de 2017).
Para esas fechas se programó la celebración de conversaciones entre las principales potencias no occidentales en Astaná, capital de Kazajistán, el 15 de enero. Este es un tema clave para entender la evolución de la guerra civil siria desde el plano de la geopolítica y las RRII. De las reuniones entre Rusia, Irán y Turquía, salta a simple vista algunas exclusiones claves. Una: los EEUU; otra: Siria. La intención de los tres actores en el 2017 es resolver la crisis sin que EEUU y occidente estén entre quienes tengan la voz cantante. Esto solo puede ser si estas tres potencias disponen del poder e influencia interna suficiente para garantizar en el terreno las decisiones que toman. Y de hecho los acuerdos o intenciones de Astaná, marcaron realmente el ritmo de la crisis siria a partir de este momento.
EEUU comenzó a perder posiciones, sus fuerzas aliadas retrocedieron en el terreno, quedando acotadas a los Kurdos cuya base era real y más sólida. Y algunas fracciones del ELS en el sur. Así Washington comenzó a discutir su retirada, cosa que la anterior administración de Donad Trump comenzó a realizar, teniendo en cuenta que el eje de la potencia del norte es Asia pacífico y Medio Oriente estaba absorbiendo muchos recursos y atención con resultados que no alteraban el rumbo principal del interés norteamericano. Israel parecía sólido y maduraron los “acuerdos de Abraham”, al menos hasta el 7 de octubre del 2023. Segundo, no hay ninguna fuerza siria, ni el gobierno de Assad, ni el gobierno alternativo que los turcos comenzaron a construir en el norte; ni menos las alternativas occidentales en el exilio tan típicas. Lo que muestra que la guerra civil había transformado al estado sirio en una estructura débil sostenida por fuerza externas, que podían resolver su destino sin consultar.

Pero lo cierto es que Astaná funcionó, con un reparto de zonas de influencia y la discusión de las fronteras geopolíticas que se trazarían en Siria. Aunque no sin combates y en un tenso equilibrio. También permitió que Assad, quien había sido expulsado de la liga árabe, comenzara a reposicionarse como un actor oficial reconocido. Sin embargo es de destacar que Assad o la política del gobierno sirio reestablecido, no se disciplinó completamente a Astaná, ni siguió a rajatabla los intereses de sus aliados, de hecho las tensiones con los turcos continuaron y buscó lograr mayor autonomía respecto de la presencia iraní; y entre otras cosas, siempre intento especialmente después del 7 de octubre, bajar el nivel de confrontación con Israel (aunque señalamos que en Siria desbastada por la guerra civil, tenían suficientes razones para no encarar de lleno otra guerra con un enemigo tan fuerte, de hecho es lo que hace ahora HTS)
Sin embargo, paralelamente a este proceso de tregua, tanto Israel como EEUU continuaron sus ataques contra el ejército sirio y sus aliados. Bajo la legitimación de acusaciones de uso de armas químicas, EEUU lanzó 59 misiles Tomahawk sobre la Base Aérea de Shayrat del gobierno sirio. Y los nuevos ataques de EE. UU., Reino Unido y Francia alcanzan varias posiciones del gobierno. Al mismo tiempo que las FFAA sirias anunciaban haber disparado sus baterías antiaéreas S300 sobre aviones israelíes que violaban su espacio aéreo (violaciones que se repiten incesantemente hasta el presente). En general el EAS parece haber respondido con éxito a las oleadas de misiles occidentales, o con un éxito razonable (quizás esto tenga que ver con el esfuerzo israelíes en el presente para destruir las defensas antiaéreas sirias abandonadas en esta transición). Mientras que los turcos continuaron sus ataques contra posiciones kurdas en la zona en que el Tigris entra en Siria desde Turquía.
El 4 de mayo, Rusia, Irán y Turquía llegaron a un acuerdo en Astaná para crear cuatro “zonas de desescalada”[4] en Siria: Deraa, Quneitra y Sueida en el sur (en todo a una base de los EEUU donde salieron en la última ofensiva los rebeldes del ELS proxi de EEUU que llegar a la capital) Idleb (noroeste, territorio que quedó bajo el paraguas turco, donde se reagruparon y formaron las fuerzas del ENS y HTS), parte de la provincia de Homs (que las fuerzas sirias conquistaron igualmente) y Ghuta, (región controlada por la oposición cerca de Damasco, que fue rápidamente eliminada). Para el 7 de julio de 2017, EE. UU., Rusia y Jordania acordaron un alto el fuego en una parte del sudoeste de Siria, regiones dursas y de otras minorías o grupos rebeldes, cercana a la frontera del Golán. Donde este 2024 se reactivó la rebelión que produjo la caída de Assad y donde los israelíes avanzaron sobre nuevas posiciones con la disolución del EAS. Eran ya seis años de guerra y se hablaba de 330.000 muertos, millones de exiliados y desplazados.
Durante todo el año 2017 y 2018 se desarrolla la ofensiva final que terminó con el dominio efectivo de Estado Islámico (tanto en Siria como Irak donde se produjo la recuperación de Mosul por la coalición occidental, las fuerzas iraquíes y los Kurdos). Último bastión del EI derrotado (23 de marzo de 2019), aunque no significa que en la zona desértica que abarca desde el Éufrates hasta la línea Alepo Damasco, sigan existiendo remanentes de estos grupos salafistas, que como vemos parecen haberse reactivado ante la disolución del ejército sirio en el 2024.
También es de destacar que las fuerzas turcas o bajo su protección continuaron su lucha contra los Kurdos y contra las intenciones del gobierno sirio de imponer su soberanía en el nor-oeste del país. Turquía realizó tres operaciones militares formales con su propio ejército dentro del territorio sirio. “Escudo del Éufrates” en 2016, llevó a cabo esta operación para expulsar a los kurdos del noroeste de Siria y establecer una base. Rama de Olivo en 2018, realizó esta operación para ganar espacio en su frontera y expulsar a los combatientes de las YPG y a los yihadistas del EI. Y “Manantial de la Paz” en 2019, lanzó esta operación para crear una “zona segura” libre de combatientes kurdos y llevo que, a principios del 2020, a ataques aéreos rusos sobre un convoy turco que marchaba al frente de batalla produjo grandes bajas en el mismo. Estableciéndose a partir de ese momento una “estabilización” de las líneas entre los distintos actores hasta este 2024.

En este sentido es interesante que se dio una coincidencia táctica en el terreno entre el gobierno sirio y sus aliados, con las fuerzas protegidas por EEUU para frenar a los turcos e impedir su avance sobre el Kurdistán.
Podemos señalar que en esta fase de la guerra civil el frente que integran rusos, iraníes Hizbollah y otras milicias iraquíes, más las fuerzas del gobierno sirio se imponen en gran parte del territorio. Aunque quedan zonas en el sur en torno a la base de EEUU con fuerzas remanentes del ELS. Y en el norte el estado sirio pierde dos porciones importantes de territorio. Una que la cede y deja en manos de los Kurdos (y EEUU); y otra que pierde en manos de los turcos o fuerzas protegidas por los turcos.

Para cerrar este apartado debemos tener en cuenta una cuestión que, creemos, ayudó a conformar las fuerzas determinantes en el terreno para la caída de Assad este año 2024.
Turquía y la zona bajo paraguas turco ha sido la principal receptora de refugiados. De hecho, ante los avances de las fuerzas del gobierno sirio y sus aliados, los combatientes rebeldes, sus familias y partidarios se les dio la oportunidad de irse hacia las zonas controladas por los turcos. Solo en Idlib cientos de miles de refugiados, y más de 3 millones en Turquía entraron en contacto con la influencia y protección turca. Esta no fue neutral. De hecho, en la zona directamente controlada por Turquía, se puede ver un proceso de “turquización” en el que las escuelas donde asisten los niños se enseñan turco, simbología turca esta por todos lados, y circula la moneda turca. En Idlib, funciona una administración independiente (también bajo protección turca) donde las principales relaciones económicas son con Turquía y el sostenimiento de la misma es por parte de Ankara. Allí miles de combatientes, sus familias, partidarios, refugiados conviven. Es la zona donde se formó en Gobierno de Salvación Nacional, donde se desarrolló el ENS (claramente asociado a Turquía) y HTS que sin dudas se benefició de esta situación y de los apoyos diversos que los turcos realizan en muchos aspectos entre ellos el militar. Es claro que tanto en las zonas bajo paraguas turco, y en la misma Turquía existen millones de sirios que son una base para los movimientos de esta facción de la guerra.
No podemos hacer un análisis exhaustivo de los antecedentes y el escenario de la guerra civil sirio. Pero si hemos dejado presentados a los actores y la situación general para el año 2025, cuando los frentes se estabilizarán. Eso no significa que deje de haber combates o ataques sobre Siria por parte de Israel. Lo cierto es que comenzó una tensa tregua, y se desarrolló un marco donde las armas ceden el protagonismo principal ante las RRII y la diplomacia, donde Turquía Irán y Rusia por un lado negocian, Assad comienza a reposicionarse como presidente sirio y a recuperar reconocimiento internacional, especialmente en el mundo árabe musulmán (es readmitido en la Liga Árabe), y donde las facciones en lucha se reagrupan reorganizando sus fuerzas, redimensionando sus objetivos. Es este marco el islamismo radical disminuye su presencia y en parte se reconvierte (como HTS). EEUU intenta una retirada del escenario y con él, el resto de los occidentales desparecen del terreno visible. Mientras que la zona kurda se estabiliza como región cuasi independiente con control de los recursos petroleros (moderados no está demás aclarar) sirios, algo similar a Irak, aunque con un modelo de organización política y de propaganda internacional distinto. Y el bando Truco se reagrupa en su región y como hemos visto en este 2024, se reorganiza y fortalece.
También deben tenerse en cuenta una serie de hechos que favorecieron el escenario previo a la caída de Assad, o más bien marcaron una coyuntura propicia. Uno, la transición en EEUU como ya mencionamos en el capítulo anterior, y que no es una “transición común”. Dos la guerra en Ucrania que se encuentra en una fase decisiva y absorbe el interés y esfuerzo ruso
Por último, no se puede entender la caída de Assad sin ver las consecuencias de la guerra entre Israel y el “eje de la resistencia”. Sin entender la dificultosa posición de Siria en esta guerra. Y sin tener en cuenta en el marco regional, como la alteración de las relaciones de fuerzas en los actores afecta en forma muy importante a todos los involucrados. Veamos con claridad: son los mismos que operan en Palestina, aunque en medida distinta. Por ello en el próximo artículo analizaremos esta cuestión en relación a la actual situación de Siria, además de ver algunos detalles de organización, ideas, y capacidad táctico-operacional de los actores locales involucrados en la última ofensiva.
Guillermo Martín Caviasca*. Doctor en Historia UBA / Autor de libros de historia sobre el movimiento obrero, historia militar y geopolítica / Experto en Defensa. Miembro del equipo de PIA Global
Foto de portada: latinta
Referencias:
[1] GERASIMOV, Valery. “El valor de la Ciencia en previsión”. Voyenno-Promyshlennyy Kurier (VPK), número 8 (476), 26 de febrero de 2013 (Moscú, Federación de Rusia). https://www.vpk-news.ru/articles/14632
[2] https://noticiaspia.com/wagner-herramienta-fundamental-de-la-lucha-hibrida-2/
[3] https://www.frstrategie.org/en/publications/notes/new-age-armed-groups-middle-east-2022
[4] https://www.swissinfo.ch/spa/comienza-la-quinta-ronda-de-negociaciones-sirias-en-astan%C3%A1/43307366