Elecciones 2024 Europa

Irlanda: el Sinn Féin, segundo partido, pero condenado al ostracismo por los conservadores

Por Giulio Chinappi* –
Fianna Fáil y Fine Gael confirman su liderazgo en las elecciones legislativas irlandesas del 29 de noviembre, pero se quedan a dos escaños de la mayoría absoluta. El Sinn Féin sigue siendo la única alternativa real a los dos partidos conservadores, mientras que los Verdes sufren una dura derrota, perdiendo casi todos los escaños.

El 29 de noviembre se celebraron elecciones legislativas en la República de Irlanda para elegir a los miembros del 34º Dáil Éireann, la cámara baja del Parlamento bicameral irlandés. Estas elecciones, convocadas con cierta antelación tras la dimisión del primer ministro Leo Varadkar en abril de este año y las dificultades del gobierno de centro-derecha, supusieron una importante prueba para todas las principales fuerzas políticas, confirmando algunas tendencias y dando lugar a resultados sorprendentes en otras, ya que era la primera ronda electoral tras la reforma que aumentó el número de escaños del Dáil Éireann de 160 a 174.

Las elecciones se celebraron tras la disolución del 33º Dáil el 8 de noviembre por el presidente Michael D. Higgins, a petición del Taoiseach (primer ministro) Simon Harris, que había tomado el relevo de Leo Varadkar tras la dimisión de este último. Como se preveía, la nueva legislatura experimentará importantes cambios estructurales: el número de escaños ha aumentado de 160 a 174, distribuidos en 43 circunscripciones (frente a las 39 anteriores), de conformidad con la Ley Electoral (Enmienda) de 2023. El aumento del número de representantes se debe a la expansión demográfica constatada en el censo de 2022, que elevó la población irlandesa a más de 5,1 millones de habitantes.

La campaña electoral se centró en temas centrales para el electorado, como el coste de la vida, la crisis de la vivienda, la inmigración y la estabilidad económica. A pesar de la solidez de las finanzas públicas del país, gracias sobre todo a los ingresos fiscales récord de las multinacionales estadounidenses, muchos ciudadanos expresaron su descontento con la gestión de los servicios públicos y las políticas de vivienda. En particular, las previsiones apuntaban a una contienda a tres bandas entre las principales fuerzas políticas irlandesas, a saber, los dos partidos conservadores actualmente en el gobierno, Fianna Fáil (el del Primer Ministro Harris) y Fine Gael (dirigido por el ex Primer Ministro y actual Viceprimer Ministro Micheál Martin), y la formación nacionalista de izquierdas Sinn Féin, que impulsa la reunificación nacional con Irlanda del Norte, actualmente controlada por el Reino Unido.

Los sondeos confirmaron a Fianna Fáil como el partido más votado, con 48 escaños, frente a los 38 de la legislatura anterior. De hecho, el partido del Primer Ministro Harris mantuvo aproximadamente el mismo porcentaje de apoyo popular (21,86%), pero fue el más beneficiado por la reforma para aumentar el número de escaños en la Cámara Baja de Dublín. El partido de gobierno aliado, Fine Gael, obtuvo 38 escaños con el 20,80% de los votos, con lo que la coalición totalizó 86, a sólo dos de la mayoría absoluta. Por el contrario, los ecologistas del Partido Verde, tercer socio de gobierno, sufrieron una derrota histórica, al conservar un solo escaño (el del líder Roderic O’Gorman) frente a los once de la legislatura anterior, un resultado que muchos creen que se debió a la falta de aprecio del electorado ecologista por el acuerdo de gobierno con los dos partidos conservadores, que se tradujo en unas políticas medioambientales percibidas como inferiores a las expectativas.

En cuanto a la principal fuerza de la oposición, el Sinn Féin confirmó su posición como segundo partido en número de escaños, aumentando en dos representantes respecto a 2020, hasta los 39. Sin embargo, el partido liderado por Mary Lou McDonald descendió en términos de apoyo, perdiendo más de cinco puntos porcentuales y deteniéndose en el 19,01%, después de haber logrado su mejor resultado histórico en las elecciones de hace cuatro años. El programa fuertemente progresista del Sinn Féin no bastó, pues, para superar el muro levantado por las dos fuerzas conservadoras, que en los últimos años han superado sus rivalidades históricas para mantener a este partido fuera del Gobierno.

Entre los demás partidos, los socialdemócratas y los laboristas registraron un crecimiento significativo, duplicando sus escaños de 6 a 11 cada uno. Los primeros, en particular, obtuvieron el mejor resultado de su historia, a pesar de la ausencia de la escena política de la líder Holly Cairns, actualmente de baja por maternidad. Por el contrario, la lista de izquierdas People Before Profit/Solidarity (PBPS) vio descender el número de sus diputados de cinco a tres.

El resultado de las elecciones plantea importantes interrogantes sobre la formación del próximo gobierno. Fianna Fáil y Fine Gael, rivales políticos tradicionales que llevan trabajando juntos desde 2020, podrían mantener su alianza, potencialmente con el apoyo de algunos de los dieciséis diputados independientes o de partidos más pequeños, como laboristas y socialdemócratas. Sin embargo, ambas formaciones se enfrentan a una creciente presión social a favor del cambio político.

Por otra parte, el Sinn Féin ha iniciado negociaciones para formar un gobierno en minoría con el apoyo de las fuerzas progresistas, aunque esta solución parece tener pocas posibilidades de desembocar en un resultado concreto, dado el ostracismo de los dos partidos conservadores hacia la formación de izquierdas, considerada heredera de la guerrilla armada del Ejército Republicano Irlandés (IRA). En nuestra opinión, el partido liderado por Mary Lou McDonald representa la única alternativa real a la continua sucesión de gobiernos conservadores. El Sinn Féin presentó un programa con muchas ideas interesantes, centrado en resolver la crisis de la vivienda, bajar el coste de la vida y avanzar en el proceso de reunificación irlandesa, que, como se ha dicho, sigue siendo una de las piedras angulares de su agenda política. En este sentido, el partido ha propuesto un programa detallado que incluye, entre otras iniciativas, la creación de un Ministerio para la Reunificación y la convocatoria de una Asamblea de Ciudadanos para debatir el futuro constitucional del país.

A la luz de estos resultados, y con una población cada vez más atenta a las cuestiones sociales y económicas, la formación del próximo gobierno promete ser complicada para la pareja conservadora de Fianna Fáil y Fine Gael, que tendrán que demostrar su capacidad para responder a las demandas de cambio, mientras que el Sinn Féin tratará de capitalizar su papel de principal fuerza de oposición para impulsar el proyecto de una Irlanda unida.

*Giulio Chinappi, politólogo.

Artículo publicado originalmente en World Politics Blog.

Foto de portada: La presidenta del Sinn Fein, Mary Lou McDonald (centro), y la vicepresidenta, Michelle O’Neill, hablan con los medios de comunicación en la plaza Merrion de Dublín. Fecha de la foto: miércoles 4 de diciembre de 2024. Foto PA. Ver PA story IRISH Election. David Young/PA Wire.

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