Análisis del equipo de PIA Global Área Árabe Islámica

Un palestino en Cisjordania: “Somos seres humanos como ustedes”

Escrito Por Ursula Asta

Por Úrsula Asta*. –
Aunque viven vejaciones a diario, hace algunos días inició lo que se considera una de las mayores operaciones militares israelíes en esa zona en las últimas dos décadas.

Murad Bader es un abogado e investigador palestino especializado en “derecho de ocupación beligerante”. “Me especialicé en mi doctorado en el régimen militar israelí en la Cisjordania ocupada”, detalla.

Como tantos otros de su edad, Bader, de 29 años, nació y creció en tierra ocupada. “Nací, crecí y aún vivo bajo una ocupación que no muestra signos de terminar. Como cualquier palestino, tengo historias especiales con esta ocupación. Como cualquier familia palestina, mi familia ha perdido vidas, libertades, propiedades y opciones debido a esta ocupación”.

En este testimonio, Murad, que vive en Ramala​, la capital administrativa del Estado de Palestina, situada en Cisjordania, a 15 km al noroeste de Jerusalén, explica a Radio Gráfica lo que viven. Es un diálogo en el que traza su mirada sobre el mundo y su tierra.

Por estos días, el genocidio sobre la población palestina es abordado desde los ataques del 7 de octubre de 2023, realizados por la organización Hamás, en una operación conjunta con Jihad Islámica, a los asentamientos construidos por Israel en las tierras ocupadas de la Franja de Gaza en 1967.

Reponer cómo viven hoy en Palestina, requiere iniciar en 1948. Se estima que para 1947, la población palestina era de casi de 1.4 millones de habitantes y que, tras el inicio del exterminio, alrededor de la mitad de los palestinos (unas 750 mil personas) fueron expulsados y desplazados de sus hogares y pueblos. Solo un pequeño porcentaje de palestinos permaneció allí. Cerca de la mitad de los desplazados se dirigió a países vecinos como Siria, Jordania y Líbano, mientras que la otra mitad se estableció en la parte restante de la tierra de Palestina que no fue ocupada en ese momento (Cisjordania y la Franja de Gaza, cuya ocupación comenzó en 1967).

Algunos estudios hablan hoy de una Franja de Gaza reducida a 42 millones de toneladas de escombros y, a la fecha, son más de 40 mil personas asesinadas en los últimos 11 meses, aunque se estima que bajo las edificaciones destruidas hay miles más.

“Lo que está ocurriendo en Palestina es un intento israelí de vaciar la tierra de sus habitantes originales restantes”, comienza el alegato de nuestro entrevistado.

¿Cuál es la situación en Franja de Gaza?

Murad Bader: Lo que ha estado ocurriendo en Gaza desde el 7 de octubre de 2023 es, sin duda, un genocidio. Es una decisión tomada por los israelíes en respuesta a la operación de resistencia palestina (principalmente el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás) el 7 de octubre, que atacó la división de Gaza del ejército israelí y la eliminó en sus campamentos dentro de las fronteras.

Los israelíes no entendieron cómo la resistencia palestina pudo llevar a cabo una acción tan grande, por lo que la respuesta fue intentar eliminar a todos los habitantes de Gaza matándolos y expulsándolos al desierto egipcio, y desde ese día Israel ha estado trabajando para matar al mayor número posible de gazatíes inocentes como una cuestión de venganza.

Si miramos las estadísticas de la ONU, encontramos que el porcentaje de hombres, mujeres y niños muertos y heridos es el porcentaje normal para ellos en la sociedad y la familia, lo que significa que Israel bombardea a las familias en sus hogares y mata a todos sus miembros.

Sin embargo, Israel considera a todos los hombres gazatíes mayores de catorce años como elementos de la resistencia palestina y considera que las mujeres y los niños, que constituyen dos tercios del número de muertos y heridos, apoyan la resistencia palestina y merecen lo que les está ocurriendo porque no se rebelaron contra el gobierno de Hamás en Gaza.

De hecho, la abrumadora mayoría de los muertos y heridos en esta guerra son completamente inocentes, incluso los hombres adultos, entre ellos, quienes no participaron en el ataque del 7 de octubre y no son miembros de ningún movimiento de resistencia.

La mayoría de los edificios en Gaza han sido destruidos y los habitantes de Gaza (aproximadamente 2.3 millones) han sido desplazados muchas veces (muchos de ellos han sido desplazados más de 10 veces), mientras que la mayoría de los gazatíes son refugiados en Gaza, donde fueron desplazados desde sus tierras sobre las que Israel fue establecido.

Los últimos días, la situación fue más allá de Gaza. El jueves 29 de agosto inició la mayor operación militar israelí en Cisjordania de la últimas dos décadas. La Relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese, describió que “cientos de soldados israelíes, en columnas de vehículos blindados y excavadoras, respaldados por drones y helicópteros, irrumpieron en los campos de refugiados de Yenín, Tulkarem y Tubas”.

La respuesta que brinda el joven investigador para este medio, representa la situación previa a esta escalada. En ese lugar, aunque teóricamente están bajo el gobierno de la Autoridad Palestina, en la práctica es Israel quien determina lo que sucede.

¿Cómo describirías la vida cotidiana en Cisjordania?

MB: Israel ha estado trabajando durante mucho tiempo para establecer un sistema de apartheid basado en la raza, como fue demostrado recientemente por la Corte Internacional de Justicia, en un intento de limpiar étnicamente Cisjordania de su población palestina indígena y desplazarlos privándolos de todos sus derechos como seres humanos, confiscando y saqueando sus riquezas, tierras y propiedades casi a diario, en beneficio de los colonos israelíes que llegan continuamente de diversas partes del mundo y reciben muchos beneficios a cambio de asentarse en las tierras restantes de los palestinos. Su número supera el medio millón de colonos y controlan un porcentaje muy grande de las tierras de Cisjordania.

A lo largo de Cisjordania, hay puntos de control militares que paralizan el movimiento de los palestinos a favor de los colonos israelíes que se mueven libremente, mientras que Israel coloca puertas en las entradas de las aldeas palestinas que el ejército cierra en cualquier momento, aislando así a los residentes de cada aldea del mundo.

Literalmente, a diario, el ejército israelí (así como los colonos israelíes armados y protegidos por el ejército) realizan ataques sangrientos contra los palestinos, incluidas ejecuciones en el campo, asesinatos de civiles, disparos al azar, arrestos arbitrarios, tortura, trato inhumano, demolición de viviendas, deportaciones, imposición de castigos colectivos, detención de los cuerpos de palestinos muertos y privación a sus familias de enterrarlos y llorarlos.

Por ejemplo, desde el comienzo de la guerra genocida en Gaza en octubre de 2023 hasta hoy, Israel ha matado a casi 700 palestinos en Cisjordania, incluidos 142 niños, y casi todos los años Cisjordania alcanza cifras similares. Los heridos llegan a 5.500 al momento.

El Mar Rojo, ese pasillo azul que une el indo-pacífico con Europa a través del mediterráneo, cuyas puertas son Egipto con el Canal de Suez en un extremo; y Yemen con el estrecho Bab el Mandeb en el otro extremo; se ha vuelto también uno de los escenarios de mayor volatilidad.

Los hutíes yemeníes, conducidos por el partido Ansar Allah, han atacado tanto buques militares como petroleros de bandera norteamericana, inglesa o cualquiera que se dirija a puertos israelíes. Incluso, tras los bombardeos que sufrieron, han sostenido una ofensiva difícil que está causando graves problemas en el comercio mundial. Meses atrás, el Pentágono activó la alianza internacional para defender su navegabilidad del Mar Rojo. Participaron con sus buques de guerra, portaviones y submarinos; Gran Bretaña, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, España y Seychelles.

Hezbollah hace lo propio en este sentido. Incluso, desde el 25 de agosto se produjo una escalada militar. El movimiento libanés afirmó haber lanzado alrededor de 320 proyectiles a Israel, incluyendo a 11 bases militares, como primera fase de su represalia por la eliminación del comandante Fuad Shukr a finales de julio.

A su vez, ese asesinato fue una represalia israelí por el bombardeo que mató a 12 niños en los Altos del Golán. Si bien la Resistencia de Líbano negó rotundamente su responsabilidad en este ataque y dijo que el misil que cayó en Golán era un interceptor israelí; las afirmaciones israelíes sobre el asunto fueron opuestas y no reconocieron esto.

El 17 y 18 de septiembre se produjeron explosiones masivas de dispositivos electrónicos de comunicación en distintas zonas del Líbano y Siria. Durante el primer día, esto dejó al menos 12 muertos y más de 4 mil heridos. El Gobierno del Líbano y el movimiento Hezbollá coinciden en que fue un ciberataque de Israel. En el segundo día de explosiones, contabilizaron al menos 14 personas muertas y 450 heridas. 

¿Qué pensás sobre el escalamiento en el conflicto y la participación de otros actores?

MB: Durante muchas décadas, Estados Unidos y sus aliados han trabajado para desmantelar a las naciones árabes e islámicas y sumergirlas en conflictos políticos y religiosos internos para evitar cualquier unidad árabe o islámica en la confrontación del proyecto estadounidense en la región, que es el proyecto del Estado de Israel, establecido en las tierras y la sangre de los palestinos.

Han tenido un gran éxito en crear conflictos en la región y dividir a los países árabes e islámicos, y entre los conflictos creados fue el conflicto entre los dos grupos del Islam (sunnitas y chiitas). Vale la pena destacar que los movimientos de resistencia palestina más importantes están afiliados a los sunnitas, mientras que Irán, Hezbollah, los hutíes y la resistencia iraquí están afiliados al grupo chiita, y que esta fue la única apuesta perdida para el proyecto de desmantelamiento estadounidense en la protección de Israel.

Las fuerzas chiitas apoyaron la resistencia palestina, especialmente Hezbollah y los hutíes, que entraron en la guerra directa y completamente, ya que estas fuerzas se pusieron del lado de los palestinos y apoyaron la resistencia palestina, sabiendo que los intereses políticos, religiosos y nacionales requerían esto porque saben que la derrota de la resistencia palestina significa su derrota también, y que serán el próximo objetivo después del fin de la resistencia palestina.

Esta unidad entre estas partes (lo que se llamó el eje de la resistencia), que se formó en los últimos años a la luz de la amenaza común que enfrentaban de las potencias occidentales, influyó enormemente en la guerra genocida israelí contra los gazatíes, ya que los hutíes impusieron un bloqueo naval económico a Israel desde el sur, donde impidieron el paso de barcos hacia Israel, mientras que Hezbollah trabajó para distraer a una gran parte del ejército israelí y su equipo en el norte al dirigir ataques diarios a los intereses militares israelíes allí, lo que aumentó la presión sobre Israel, mantuvo su mano un poco alejada de los palestinos en Gaza y evitó o retrasó la derrota de la resistencia palestina.

Estos hechos, y a la luz de la escalada continua, podrían expandir la zona de guerra en cualquier momento para incluir a muchos países vecinos, y entonces se espera que Irán entre en la guerra directa y completamente contra Israel y los intereses estadounidenses en la región, teniendo en cuenta que los hutíes están en un estado de alto el fuego con una coalición del Golfo (principalmente Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos) después de años de lucha en Yemen. Y, en caso de que estalle una guerra regional (que incluso podría surgir debido a un error de cálculo por parte de uno de los bandos), Irán y sus aliados destruirán todas las bases militares y embajadas estadounidenses en la región, especialmente en los países árabes, lo que llevará a algunos países árabes, como Arabia Saudita, a entrar en la guerra contra Irán y junto a Israel y Estados Unidos, lo que significa que la guerra regional será sangrienta y llevará a la desaparición de regímenes y al borrado de regiones. Se espera que Líbano sea el país más afectado, mientras que Israel sufrirá un gran daño que podría amenazar su existencia como proyecto colonial.

Al momento, las tensiones con Irán fueron en aumento, aunque parecen estar contenidas. Incluso a pesar de que el nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkián, defendió el derecho de su país a responder a los agresores, en alusión al ataque adjudicado a Israel perpetrado a finales de julio en la capital Teherán, en el que asesinaron al líder político del movimiento palestino Hamás, Ismaíl Haniyá.

¿Murad, qué quiere Israel con Hamás y qué quiere Hamás de Israel?

MB: Hamás es considerado el movimiento de resistencia más prominente en Palestina que lleva a cabo la lucha armada contra Israel, después del fracaso del proyecto de la Organización para la Liberación de Palestina-Fatah en la década de 1990 y la firma de los acuerdos de Oslo, que fracasaron completamente.

Es evidente que la lucha armada es lo que más duele al ocupante, y por esta razón Israel ha intentado y sigue intentando eliminar a Hamás desde su creación en la década de 1980.

Lo que Hamás quiere de Israel es, sin duda, restaurar los derechos del pueblo palestino y liberar a Palestina de la ocupación israelí que ha durado más de 57 años, mientras asegura el retorno de los refugiados palestinos a sus hogares (sobre los cuales se estableció el estado de Israel) y los compense por la limpieza étnica a la que fueron sometidos en 1948, todo lo cual está garantizado por el derecho internacional y las resoluciones de las Naciones Unidas y que la mayoría de los países exigen que se logre, sin ninguna respuesta por parte de Israel.

Entre el 21 y el 23 de julio, representantes de alto nivel de 14 facciones palestinas, incluidos los grupos enfrentados de Hamás y Fatah, participaron en un diálogo en la capital china. Allí firmaron la Declaración de Beijing para poner fin a las divisiones y fortalecer la unidad, con la participación del ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi. La histórica cita se desarrolló al mismo tiempo que Israel continuó con sus ataques en Gaza y Cisjordania.

¿Cuál consideras que es el objetivo de Israel respecto a Palestina?

MB: Las bandas sionistas adoptadas por Gran Bretaña y luego por Estados Unidos tomaron el control del 78% de la tierra de Palestina y establecieron el estado de Israel en 1948 después de desplazar a la mayoría de sus habitantes originales.

En 1967, el estado de Israel ocupó el resto de la tierra de Palestina (Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este, y Gaza). Impuso un régimen militar que continúa hasta el día de hoy y, desde el primer día de esta ocupación, trabajó en su proyecto de desplazar al resto de la población palestina en Gaza y Cisjordania, incluyendo Jerusalén Este (que se consideran territorios ocupados según las convenciones internacionales y las resoluciones de la ONU), tal como lo hizo con los otros palestinos en 1948.

Trabajó para confiscar y saquear las riquezas y tierras palestinas, construir asentamientos para israelíes, y atraerlos desde diversas partes del mundo para residir en las tierras palestinas restantes, estableció un sistema de separación y discriminación racial – apartheid- contra la población palestina allí, y practicó la opresión y persecución contra ellos, robándoles la mayoría de sus derechos como seres humanos, y amenazando sus vidas, libertades y propiedades con la esperanza de que la vida se vuelva difícil para ellos y se vayan.

Eso es, en resumen, lo que quiere Israel: los restos de Palestina después de haber sido limpiada étnicamente de diversas maneras.

En este contexto, recientemente, la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Kamala Harris, declaró que seguirá enviando armas a Israel, tal y como viene haciendo Joe Biden.

Previamente, el Consejo de Seguridad de la ONU emitió la resolución 2735, aprobada el 10 de junio, sobre un cese al fuego gradual, que continúa siendo ignorado.

Este miércoles 18 de septiembre, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución que exige a Israel “poner fin a su presencia ilegal en el Territorio Palestino Ocupado” y que lo haga a más tardar en 12 meses. Votaron a favor, 124 países. En contra, 14. Las abstenciones sumaron 43.

¿Crees que otros actores y poderes mundiales pueden influir en un alto el fuego?

Sin duda, para que termine la guerra, es suficiente que los países occidentales dejen de involucrarse en ella, ya que proporcionan un apoyo militar, político y financiero total a Israel en su guerra genocida contra los palestinos. En cuanto a Estados Unidos, es una parte directa de la guerra junto a Israel y no puede abandonarla porque es su propio proyecto establecido para gobernar la región a través de él.

En cuanto a los países neutrales, no son completamente neutrales, sino que están sujetos a la voluntad estadounidense y se abstienen de aplicar el derecho internacional contra Israel.

En cuanto a los países libres que respetan los derechos humanos y su historia y su gente (como los países que recientemente reconocieron a Palestina: España, Noruega, Irlanda, Eslovenia), así como los países que ya reconocen el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y a disfrutar de sus derechos soberanos como cualquier otro pueblo, sin duda son capaces de influir en Israel y presionarlo para que ponga fin a su ocupación de los territorios palestinos restantes a largo plazo, imponiendo sanciones legales sobre él y sobre aquellos que colaboran con él.

Pero en cuanto al efecto sobre la guerra genocida en curso, esto es improbable debido al equilibrio de poder que está a favor de Israel y Estados Unidos.

El domingo 1 de septiembre miles de personas salieron a las calles en ciudades de Israel en rechazo a la gestión de Netanyahu y su guerra en Gaza. Al mismo tiempo, la principal central sindical convocó a una movilización para el lunes siguiente. Las imágenes que recorrieron el mundo mostraron a una enorme cantidad de manifestantes israelíes en las calles.

¿Quién se beneficia de la continuación y escalada del conflicto?

Sin la menor duda, el único beneficiario de la continuación de la guerra de exterminio es Israel: cuanto más dure la guerra, menor será el número de palestinos, más edificios serán destruidos, sus recuerdos serán borrados y más tierras quedarán atrás. Esto es en cuanto a la continuación de la guerra.

En cuanto al resultado deseado de la guerra, hay muchas partes que esperan con ansias la derrota de la resistencia palestina para reemplazarla en la toma de decisiones palestinas y para implementar el proyecto israelí-estadounidense a través de ella.

En cuanto al conflicto palestino-israelí en general, durante las últimas cinco décadas, Israel ha rechazado poner fin a su ocupación de los restantes territorios de Palestina a pesar de todas las resoluciones de la ONU emitidas al respecto.

Su política estratégica ha sido gestionar el conflicto y no terminarlo, ya que es la parte dominante y controladora en él, ya que buscó apoderarse gradualmente de las tierras restantes y permitió que el conflicto político continuara en medio de negociaciones inútiles con una parte palestina débil e incapaz (la Organización para la Liberación de Palestina – Fatah / la Autoridad Palestina) después de que le robara su modesta fuerza militar y lo ilusionara con la posibilidad de obtener un estado.

Así, a lo largo de esas décadas, Israel perpetuó el régimen de apartheid en su máxima expresión. Ha hecho de la vida de los palestinos un infierno insoportable. Entonces, ¿por qué debería poner fin al conflicto mientras espera que su continuación conduzca a la desaparición automática a su favor, es decir, a la desaparición de los propios palestinos?

A mediados de agosto, Doha, la capital catarí, acogió las negociaciones de alto al fuego en la Franja de Gaza con la participación de Catar, EEUU y Egipto. En esa ocasión, Hamás se negó a participar en las conversaciones debido a la falta de concreción de los términos del alto al fuego que ya venían teniendo lugar.

El 25 de agosto, el Cairo acogió la segunda ronda de las negociaciones sobre un alto el fuego en la Franja de Gaza celebrada con los mismos actores.

¿Cuál crees que es la solución?

Sin duda, hay una solución a este conflicto, que es poner fin a la ocupación israelí de lo que queda de Palestina implementando la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia.

Los países y pueblos libres del mundo deben unirse para imponer estrictas sanciones económicas a Israel y aislarlo del mundo, obligándolo a poner fin a su ocupación de Cisjordania y Gaza y compensar a los palestinos por todos los crímenes cometidos contra ellos durante las últimas décadas, así como perseguir y juzgar a los criminales en los diversos tribunales de los países de los cuales poseen ciudadanía… con la necesidad de continuar la lucha palestina sobre el terreno y apoyarla de todas las formas posibles por parte de todas las personas libres del mundo.

Incluso, la intensificación de los enfrentamientos y el foco hacia Cisjordania sucede luego de un nuevo fracaso en las negociaciones para un alto al fuego. Opción que se hizo más lejana luego de la decisión adoptada el viernes 30 de agosto por el gabinete de Benjamín Netanyahu, de mantener tropas en el llamado Corredor Filadelfia, los 14 kilómetros que Gaza y Egipto tienen de frontera.

MB: Quiero enfatizar lo obvio: ¡somos seres humanos como ustedes! ¡No se supone que tengamos que sacar a nuestros hijos muertos de debajo de los escombros de nuestras casas… si alguna vez tenemos la oportunidad de hacerlo!

Somos seres humanos como ustedes, tenemos dignidad y respeto, rechazamos la injusticia y luchamos por nuestras vidas y por nuestra continuidad en nuestra tierra.

Somos seres humanos como ustedes. ¡No se supone que se nos prive de todos nuestros derechos humanos, incluido el derecho a la vida, la libertad y la seguridad!

Somos seres humanos como ustedes, y anhelamos que estén a nuestro lado para que podamos recuperar nuestros derechos, los mismos que ustedes y sus hijos disfrutan también. ¡Luchen por nosotros y presionen a sus gobiernos para que impongan sanciones a Israel y reconozcan nuestro derecho a existir bajo el sol y entre las naciones!

Úrsula Asta* Periodista, licenciada en Relaciones Institucionales, con posgrado en Políticas Públicas para la Igualdad en América Latina y el Caribe y maestranda en Comunicación y Criminología Mediática. Integrante del colectivo de dirección de la cooperativa Radio Gráfica y conductora del semanario radial Feas, Sucias y Malas. Miembro del equipo de PIA Global
Twitter: @ursuasta

Foto de portada: del entrevistado

Este artículo ha sido publicado en el portal radiografica.org.ar/

Acerca del autor

Ursula Asta

Periodista, licenciada en Relaciones Institucionales, con posgrado en Políticas Públicas para la Igualdad en América Latina y el Caribe y maestranda en Comunicación y Criminología Mediática. Integrante del colectivo de dirección de la cooperativa Radio Gráfica y conductora del semanario radial Feas, Sucias y Malas.

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