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El pacto de defensa mutua entre Rusia y Corea del Norte cambia las reglas del juego geopolítico

Por Andrew Korybko*. – Sube las apuestas en el peligroso juego de la gallina nuclear de Estados Unidos con Rusia en Ucrania, acelera el «Pivot (back) to Asia» de Estados Unidos, y podría así atrapar a China y a Estados Unidos en una espiral de escalada que traslade la Nueva Guerra Fría fuera de Europa.

Rusia y Corea del Norte acaban de cerrar un pacto de defensa mutua durante el viaje del presidente Putin a Pyongyang, que siguió a la visita de su homólogo Kim Jong Un a Vladivostok el pasado septiembre que se analizó aquí. Este acuerdo cambia las reglas del juego geopolítico por tres razones fundamentales: eleva las apuestas en el peligroso juego de la gallina nuclear de EEUU con Rusia en Ucrania; acelera el «Pivot (back) to Asia» de EEUU; y podría así atrapar a China y EEUU en una espiral de escalada que traslade la Nueva Guerra Fría fuera de Europa.

Para explicarlo, el primer resultado puede interpretarse como una de las prometidas respuestas asimétricas de Rusia a que Occidente arme a Ucrania. Si Rusia logra un avance militar a través de las líneas del frente que sea explotado por algunos miembros de la OTAN como pretexto para iniciar una intervención convencional que provoque una crisis de brinkmanship [política al borde del abismo] similar a la cubana en Europa, entonces Corea del Norte podría provocar su propia crisis de este tipo en Asia para recordar a Estados Unidos el principio de «Destrucción Mutua Asegurada» (DMA). 

El experto del Club Valdai Dmitry Suslov, que también es miembro del Consejo Ruso de Política Exterior y de Defensa y subdirector de Economía Mundial y Política Internacional de la Escuela Superior de Economía de Moscú, publicó un artículo en RT en el que observaba que EE.UU. «ha perdido el miedo al hongo nuclear». Por ello sugirió una prueba nuclear «demostrativa» para hacer entrar en razón a los belicistas occidentales, pero el nuevo pacto de defensa mutua de Rusia con Corea del Norte podría servir para el mismo propósito.

En la mentalidad occidental, Corea del Norte es sinónimo de miedo nuclear y Tercera Guerra Mundial, por lo que saber que podría escalar simétricamente en Asia por solidaridad con Rusia en respuesta a la escalada de Estados Unidos en Europa podría hacer que los responsables políticos estadounidenses se lo pensaran dos veces antes de cruzar las líneas rojas de Rusia allí. Después de todo, ya sería bastante difícil manejar la escala de escalada en una crisis de tipo cubano, por no hablar de dos exactamente al mismo tiempo en extremos opuestos de Eurasia.

En cuanto al segundo punto sobre la aceleración del «Pivot (back) to Asia» de Estados Unidos, este proceso ya se está desarrollando, como demuestra la forma en que Estados Unidos está apretando el cerco de contención en torno a China en la primera cadena de islas a través de su recién formada «Squad» con Australia, Filipinas y Japón. Aun así, Estados Unidos sigue aferrado a su fantasía política de infligir una derrota estratégica a Rusia, razón por la cual su presencia militar reforzada en Europa después de 2022 todavía no se ha reducido y reorientado hacia Asia.

Si Rusia comienza a realizar simulacros regulares con Corea del Norte y transfiere equipos militares de alta tecnología a ese país, entonces Estados Unidos podría sentirse coaccionado a acelerar su «Pivot (back) to Asia» a costa, posiblemente, de mantener su presión sobre Rusia en Europa. El brusco reequilibrio de la atención de EE.UU. podría hacer que algunos de sus aliados de la OTAN reconsideraran intervenir convencionalmente en Ucrania, ya que EE.UU. podría dejar de aprobarlo debido a la dificultad de gestionar las nuevas tensiones relacionadas con Corea del Norte.

Y, por último, cualquier avance tangible en la aceleración del «Pivot (back) to Asia» de Estados Unidos reduciría la posibilidad de que este país y China normalizaran sus lazos a corto plazo, ya que podría catalizar un ciclo de escalada autosostenida a medida que China respondiera a los movimientos de Estados Unidos y, a continuación, Estados Unidos respondiera a los de China, y así sucesivamente. Estados Unidos no podría aceptar reducir su presencia militar en el noreste de Asia como parte de un gran compromiso especulativo con China debido a la amenaza cualitativamente mayor que representa Corea del Norte, apoyada por Rusia.

Dado que es poco probable que China acepte un acuerdo desigual con Estados Unidos a cambio de normalizar sus lazos o al menos reducir la presión estadounidense sobre la República Popular, como el que mantendría cualquier presencia militar estadounidense previsiblemente reforzada en el noreste de Asia, este escenario puede descartarse. En ese caso, los lazos sino-estadounidenses podrían quedar atrapados fácilmente en el ciclo autosostenido de escalada mutua, con el resultado de que Asia sustituya rápidamente a Europa como escenario principal de la Nueva Guerra Fría.

En resumen, el pacto de defensa mutua entre Rusia y Corea del Norte cambia las reglas del juego geopolítico porque probablemente atrapará a China y Estados Unidos en una espiral de escalada, lo que beneficia al Kremlin al crear las condiciones para aliviar la presión estadounidense sobre Europa. Sin embargo, tardará en manifestarse, por lo que Estados Unidos podría escalar en Ucrania y/o abrir otro frente en Eurasia (por ejemplo, Asia Central y/o el Cáucaso Meridional) antes de esa fecha, por lo que todo podría empeorar antes de mejorar.

Andrew Korybko* Analista geopolítico internacional.

Este artículo ha sido publicado en el portal Geopolitika.ru con traducción al español del Dr. Enrique Refoyo

Foto de portada: Geopolitika.ru

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