La OTAN iniciará la próxima semana su mayor ejercicio militar en décadas con más de 90.000 efectivos, según anunció el general Christopher Cavoli, máximo comandante de la Alianza, en una rueda de prensa tras la reunión de dos días del Comité Militar de la OTAN en la sede de la Alianza en Bruselas. El ejercicio, de cuatro meses de duración, se denomina Steadfast Defender 2024 y tiene por objeto contrarrestar una hipotética invasión rusa en Europa Oriental. Incluirá 50 buques, 1.100 vehículos de combate, incluidos 133 tanques y 533 vehículos de combate de infantería.
Está previsto que los simulacros tengan lugar en los países bálticos, Polonia, Noruega, Rumanía y Alemania, y que participen en ellos los 31 países de la OTAN. Suecia, cuyo proceso de adhesión a la OTAN ha sido paralizado hasta ahora por Türkiye y Hungría, también se unirá a los juegos de guerra a pesar de las declaraciones del Primer Ministro húngaro de que el país no estaba dando ningún paso tangible para resolver los malentendidos que le impedían unirse a la alianza.
Steadfast Defender 2024 constituye «un escenario simulado de conflicto emergente contra un adversario próximo», que demostrará la «capacidad de la OTAN para reforzar la zona euroatlántica mediante el movimiento transatlántico de fuerzas desde Norteamérica», declaró el General Cavoli. Durante los juegos de guerra se prestará especial atención al flanco oriental de la alianza. Aunque Rusia no se mencionó directamente en el anuncio, el Concepto Estratégico de la OTAN para 2022 menciona a la Federación Rusa como «la amenaza más significativa y directa para la seguridad de los Aliados y para la paz y la estabilidad en la zona euroatlántica».
El general Cavoli dijo también que Steadfast Defender 2024 será la primera vez que la OTAN ensaye sus planes regionales, que se trazaron en la cumbre de Vilna de julio de 2023 y se convirtieron en la primera estrategia global secreta de seguridad colectiva de la OTAN desde la Guerra Fría. El Secretario General de la alianza, Jens Stoltenberg, ya ha anunciado los planes de la OTAN para aumentar el número de fuerzas de alta disponibilidad de 40.000 a más de 300.000.
En este contexto, el General Cavoli afirmó que es la primera vez en décadas que la OTAN tiene una estrategia clara, que consiste en transformar la alianza en un mecanismo eficaz de «defensa territorial colectiva».
Desde el final de la guerra fría, la OTAN ha experimentado una profunda crisis de identidad, luchando por encontrar su propósito en el nuevo orden mundial. En las décadas de 1990 y 2000 la Alianza se posicionó como una fuerza de gestión de crisis de alcance global, lanzando operaciones en Yugoslavia, Afganistán e Irak. Sin embargo, el carácter infructuoso de las campañas de la OTAN en Oriente Medio ha minado su credibilidad y reputación. Según las declaraciones del General Cavoli y la actividad reciente de la alianza, ésta parece volver a sus raíces euroatlánticas y a sus funciones de seguridad colectiva, prestando cada vez más atención a la «amenaza rusa».
El compromiso de la OTAN de proteger su flanco oriental parece ser el resultado del alarmismo de los Estados bálticos. Hace unas semanas, el ministro letón de Asuntos Exteriores, Krišjānis Kariņš, afirmó que Rusia «no se detendrá en Ucrania», abogando por una estrategia de contención a largo plazo contra Moscú. En Davos, el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis, afirmó que debería enviarse más ayuda militar a Ucrania para disuadir a Rusia de una nueva escalada en la región báltica.
El almirante Rob Bauer, máximo comandante de la OTAN, declaró que la alianza debería estar preparada para un conflicto con Rusia en unos 20 años. El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, afirmó que Rusia podría atacar a la OTAN en un plazo de entre 5 y 8 años, citando las presumibles amenazas de Rusia contra los países bálticos, razón por la cual enviará decenas de miles de soldados para participar en los ejercicios militares más recientes de la OTAN. El Secretario de Defensa británico, Grant Shapps, también anunció que 20.000 militares del Ejército y la Armada británicos se desplegarán en las próximas maniobras Steadfast Defender 2024.
Las tensiones entre Rusia y la OTAN van en aumento, ya que Rusia califica abiertamente a la OTAN de parte en el conflicto de Ucrania debido a las enormes cantidades de suministros de armas y ayuda financiera que proporciona a este país. La OTAN niega cualquier implicación en el conflicto e insiste en que defiende la integridad territorial de Ucrania y su derecho a la autodefensa, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. Las próximas maniobras militares en el flanco oriental de la OTAN enviarán una señal a Rusia de que la OTAN está preparada para luchar, afirmaron funcionarios de la OTAN.
Los últimos ejercicios de escala similar fueron los simulacros Reforger en 1988, con más de 125.000 participantes. En 2018, la OTAN celebró unas maniobras militares similares en Noruega bajo el nombre de Trident Juncture 2018, con 50.000 participantes, incluidos 10.000 vehículos, 250 aviones y 65 buques.
*Vivek Grover, escribe en Oriental Review.
Artículo publicado originalmente en Oriental Review.
Foto de portada: Vehículos militares polacos son transportados durante los ejercicios TUMAK-22 de la OTAN en una zona conocida como la Brecha de Suwalki, de importancia crucial para la seguridad del flanco oriental de la alianza, en un polígono de Klusy, Polonia 25 de noviembre de 2022.