Análisis del equipo de PIA Global Nuestra América

Balance político y perspectivas hacia Nuestra América 2024

Escrito Por Oscar Rotundo

Por Oscar Rotundo*. –
Diversos acontecimientos políticos marcaron durante este año 2023 el probable devenir para el 2024 en nuestra región.

Este año que culmina ha sido pletórico en acontecimientos políticos que trascenderán el 2024, y de concretarse la tendencia de realineamiento con las políticas norteamericanas, la vuelta atrás, la reversión de la situación regional, será muy compleja y traumática.

Ha sido un año bisagra, importante para la reflexión dentro del campo popular y sus organizaciones, pues ha quedado demostrada la necesidad de una reformulación político organizativa para superar los fracasos electorales y la visión socialdemócrata que perjudicara gravemente a los sectores de la producción y el trabajo y permitiera a las fuerzas colonialistas enajenar la soberanía en distintas áreas de la vida regional llegando en algunos casos a montar provocaciones peligrosas para la paz de la Patria Grande.

Luiz Inácio Lula da Silva, Junto a Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador, han sido los líderes emergentes que marcaron cierta disonancia en el coro de gobiernos titubeantes o completamente genuflexos a las políticas delineadas por el Departamento de Estado.

Pero en Ecuador, Daniel Noboa, del Partido Social Cristiano, muerte cruzada mediante, hasta el año 2025, muestra una nueva frustración para la muy promovida “oleada progresista” que en el marco electoral no ha podido impedir la consagración regional de un nuevo exponente de las políticas neoliberales.

A esta situación electoral se suma Paraguay con el triunfo de Santiago Peña, representante del tradicional Partido Colorado y a finales de año, en Argentina, a Javier Milei de La Libertad Avanza, un híbrido de la derecha reaccionaria secundada por el macrismo.

Con esta realidad, conviven el resultado del golpe parlamentario del 7 de diciembre de 2022 que entronizara a Dina Boluarte en el gobierno de Perú, y el fracaso constituyente en Chile que terminó relegitimando la Constitución de la dictadura de Pinochet.

Junto a Uruguay el mapa regional sufre de un realineamiento con las políticas neomonrroistas encabezadas por la generala Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, qué sin ningún rubor destacó la importancia que tiene América Latina para los intereses geoestratégicos de EE.UU.; el triángulo del litio; “las reservas más grandes de petróleo”; “los recursos de gas, cobre, oro”; los bosques de la Amazonia; y “el 31 % del agua dulce del mundo”.

Ante esta situación, la resistencia de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Colombia, a la que sumamos la denodada lucha de Guatemala por evitar el golpe institucional encabezado por la fiscalía y la resistencia del gobierno hondureño de Xiomara Castro para impedir, bajo una constante injerencia norteamericana, un golpe de Estado contra su gobierno, sumamos las posiciones enarboladas por Andrés Manuel López Obrador desde México, en la Salvaguarda de los procesos multilaterales que beneficien los intereses populares de la región.

Este proceso de avance anglonorteamericano-sionista en la región, conforma un entramado que contempla distintas estrategias encolumnadas tras un fin último, la subordinación de los pueblos a sus intereses geopolíticos y el saqueo y apropiación de los recursos naturales de nuestro continente.

El naciente 2024 será sin duda un año de duras batallas contra el colonialismo neomonrroista, y como una antesala de lo que se preanuncia, la República Bolivariana de Venezuela, ha tenido que rechazar firmemente la llegada del buque HMS Trent, de la Armada Británica, a las costas de Guyana, constituyendo esta, una nueva provocación hostil y una violación a la reciente Declaración de Argyle, asumida como una hoja de ruta para abordar la controversia territorial por la Guayana Esequiba entre Venezuela y Guyana.

A esta nueva escalada amenazante, para Venezuela y para la región, se suma el claro mensaje que deja el gobierno argentino sobre su posicionamiento político externo, al haber autorizado el decomiso del avión de carga del Estado venezolano, Boeing de Emtrasur, que estuvo retenido injustamente un año y medio en la Argentina.

Tampoco podemos dejar de considerar la grave situación de Haití que a partir del 1° de enero del 2024, podría ser ocupada militarmente por una fuerza multinacional dirigida por Kenia y patrocinada por Estados Unidos tras la firma de un acuerdo de defensa por el cual la nación de África Oriental obtendrá recursos y apoyo para despliegues de seguridad, ya que está preparada para liderar una misión multinacional de mantenimiento de la paz en Haití para combatir la violencia de las bandas.

Argentina hoy ocupa la atención de los analistas políticos y del periodismo en general, porque como una “rara avis in terris” ha llegado al gobierno, de la mano del descontento electoral, un anarco-capitalista, devoto del economista de la escuela austriaca [1] Jesús Huerta de Soto Ballester [2], prometiendo un programa de shock económico, que recaería exclusivamente, sobre la denominada “casta política”, con la eliminación de los controles estatales y subsidios, que impactaría sobre la actividad empresarial y el mercado laboral, todo esto con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI), uno de los mayores acreedores del país.

Pero en realidad, este nuevo mejor alumno de Estados Unidos y ferviente admirador del sionismo, en su obsesiva pretensión de terminar con el Estado, hace caer la pesada carga de su batería de medidas sobre el pueblo trabajador y sobre los sectores más vulnerables de la sociedad mediante la privatización de los bienes y empresas del Estado y la liberalización de precios, que ocasionarían despidos masivos tanto en el área estatal como privada, aplicadas a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), o en su defecto, mediante una llamada “Ley Ómnibus”, que se discutiría en el Congreso a finales de enero, y que pretendería ser el soporte de lo que expresa el mega- decreto en caso de que este fuera rechazado por inconstitucional.

Todas estas diligencias apresuradas con una danza de leyes y decretos que plantean más de 300 reformas sobre la legislación vigente, para garantizar la libertad económica también apuntan a garantizar la neocolonización del país y el alineamiento geoestratégico como el ocurrido durante el gobierno de Menem.

Los regalos ofrecidos a Zelenski, marcando un inconcebible respaldo a las fuerzas otanistas que encabezan la guerra en Ucrania, la autorización de la entrada al país de tropas extranjeras para participar de ejercicios militares y «actividades de ejercitación, instrucción o protocolares de carácter combinado», y «la salida fuera del país de contingentes de personal y medios de las Fuerzas Armadas Argentinas, con destino a Misiones de Paz en el marco de la ONU, en cumplimiento de acuerdos ya firmados por la República Argentina con dicho organismo internacional; o para actividades de ejercitación, instrucción o protocolares», muestra una nueva caracterización belicista del papel que puedan jugar nuestras Fuerzas Armadas en el exterior como herramientas para la injerencia o reproducción de la política colonialista y guerrerista en distintas partes del planeta, incluidos los actuales teatros de operaciones.

La política exterior del co-gobierno Milei-Macri se expresa de la siguiente manera:

No apoya la resolución de ONU para proteger civiles en Gaza en consonancia con la posición genocida del sionismo gobernante en Israel.

Debilita el Mercosur, la Unasur, la Celac y solicita la incorporación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) integrada actualmente por 34 países miembros: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo, México, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, República Eslovaca, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido y EEUU.

Apoya a Ucrania en la aventura bélica otanista contra la Federación de Rusia

Reivindica el estatus de Taiwán y entabla relaciones con ella

Rechaza, carta mediante, la invitación realizada por los BRICS, para sumarse al organismo multilateral.

Permite implementar un sistema de patrullaje costero en toda la Patagonia con buques de guerra de Estados Unidos con el supuesto fin de “terminar con la pesca ilegal de la región”.

En suma, la transformación que pudiera llevar adelante la administración de Javier Milei, no sólo constituye un desafío para el pueblo argentino, sino también para toda la región, pues queda claro que el sur ha caído en las peores manos y su mutación requerirá de una férrea articulación regional, organizacional, solidaria y comunicacional, que alimente el debate e impida la propalación de este síndrome reaccionario que hoy echa raíces en varios países de nuestro sur.

Oscar Rotundo* Analista político, editor de PIA Global

Imagen de portada: Ilustración: Nicolás Daniluk.

Referencias:

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_austriaca

[2] https://es.wikipedia.org/wiki/Jes%C3%BAs_Huerta_de_Soto

Acerca del autor

Oscar Rotundo

Analista político y editor del equipo de Periodismo Internacional Alternativo PIA Global Miembro del consejo editorial de la Revista "PUEBLO EN ARMAS", del CENTRO DE ESTUDIOS E INVESTIGACIONES DE LAS RELACIONES CÍVICO-MILITARES (FUNDAPAS)" República Bolivariana de Venezuela

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