En pleno debate mundial sobre el rol y peso de los organismos internacionales existentes desde los acuerdos de Bretton Woods, se fortalecen los bloques regionales como la OET o de países alternativos como los BRICS. A su vez, se discute el rol que cada uno de ellos puede tener, entendiendo que el mundo que se viene es multipolar y que también precisa de una política exterior de relaciones múltiples, es decir tanto con Occidente como con los nuevos agrupamientos.
En el caso de este último encuentro de la OET, se buscó desarrollar el comercio interregional y un mercado común con los países miembros, esto es una propuesta muy importante ya que tener una economía fuerte es la clave para la seguridad y la integridad territorial de los países túrquicos.
En este sentido la propuesta del anfitrión Kasim Tokayev, presidente de Kazajistán, fue la de armar un mercado común para desarrollar producciones comunes y poder así capear las crisis económicas.
Cabe destacar las palabras de Mehmet Perinçek «las raíces turcas, por supuesto, contribuyen a esta cooperación, porque hay una cultura común, un entendimiento, y es más fácil encontrar una lengua común, es más fácil desarrollar una cooperación estratégica. Pero no sólo las raíces turcas, sino también los intereses económicos, geopolíticos y políticos comunes unen a los Estados turcos. Esto es muy importante. Nuestros países se enfrentan a amenazas, retos y problemas comunes. Nuestros países tienen objetivos comunes. Es más fácil para nuestro país hacer realidad sus intereses nacionales en cooperación con otros Estados turcos», sostuvo el politólogo e historiador turco.
Es clave pensar este bloque por el lugar que ocupa en el mundo, Eurasia, región que conecta dos continentes y que a su vez tiene corredores comerciales de distintas propuestas multilaterales, como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) que viene desde China. Aún así la iniciativa del mundo túrquico puede desempeñar un papel enorme. La cooperación entre los Estados turcos puede garantizar la estabilización, prosperidad y la paz en toda Eurasia. El mundo túrquico no es sólo para sí mismo. Su unificación es una de las principales palancas para la integración de toda Eurasia.
El rol de Türkiye
Si bien la cumbre fue hace aproximadamente un mes, es necesario analizar el liderazgo que pretende tener Türkiye en este grupo de países. Si bien no es lo único que tienen en común este grupo de países, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan destacó que la lengua túrquica es lo que une a Turquía con Azerbaiyán, Kazajistán, Kirguistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Haciéndose eco de las peticiones de un alfabeto túrquico común, el líder turco afirmó que la lengua permite la unidad de los países.
Para Erdogan la OET puede ser un instrumento emergente que podría ayudar a Türkiye a correrse de la influencia rusa del Cáucaso Meridional y Asia Central, regiones estratégicamente importantes donde los turcoparlantes constituyen la mayoría de la población.
Entre sus intereses, está el objetivo de convencer a las naciones de la OET para que apoyen a la República Turca del Norte de Chipre (RTC). Reconocida únicamente por Turquía, la comunidad internacional considera que la RTC forma parte de la República de Chipre. Al igual que Turkmenistán, la RCTN es un Estado observador en la OET.
Otro de los elementos complejos dentro de la OET son las actitudes respecto a Israel-Palestina. Aunque Türkiye y Azerbaiyán son aliados tienen actitudes diametralmente opuestas en el conflicto: mientras que el pueblo azerbaiyano apoya abiertamente a Israel -y Bakú suministra a Israel el 60% de sus necesidades de petróleo-, por su parte Erdogan el 15 de noviembre pasado dijo que Israel es un “Estado terrorista”.
Un tercer elemento para tener en cuenta, son los corredores comerciales Azerbaiyán, Kazajistán y Türkiye comparten el interés por una rápida realización del proyecto del Corredor del Medio, una ruta de transporte que parte del sudeste asiático y China, y atraviesa Kazajistán, el mar Caspio, Azerbaiyán, Georgia, Turquía y llega hasta Europa.
Por otro lado, Kirguistán y Uzbekistán apoyan los planes rusos de construir el Corredor Meridional de Transporte, que en la práctica circunvalaría Kazajistán.
Mientras tanto, Kazajistán busca estrechar lazos con los países turcos vecinos y con Occidente, lo que ofrece a Türkiye una oportunidad. Por otro lado, Kirguistán a pesar de ser aliado de Rusia en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), compró aviones no tripulados Akinci y Aksungur de fabricación turca, que se utilizan para la seguridad fronteriza.
Además de su enfoque en el equipamiento militar, Türkiye busca estrechar lazos económicos con las exrepúblicas soviéticas de Asia Central. Un ejemplo es su meta de establecer acuerdos comerciales de 10.000 millones de dólares con Kazajistán. Además, las inversiones de compañías turcas en Uzbekistán han superado los 1.500 millones de dólares.
Una de las dificultades a la hora de la relación económica entre Türkiye y el resto de los miembros de la OET es la salida al mar, por eso se entiende la dependencia de la geografía rusa. Por su parte tanto Turkmenistán y Kazajistán, como grandes exportadores de energía, dependen de oleoductos y gasoductos que atraviesan territorio ruso para llegar a Europa. Mientras Rusia siga siendo un importante país de tránsito para los recursos energéticos del mundo turco, el intento de Türkiye de suplantar a Rusia en la región será una tarea difícil.
Es importante destacar que los alineamientos entre bloques no son estáticos y si bien la idea de fortalecer la OET es sumamente importante para los países euroasiáticos, no significa que Türkiye pueda introducir una visión de mundo propia para el resto de los países. Lejos de terminarse la relación entre Rusia y Occidente, el mundo de este siglo está en movimiento y la OET tampoco puede escaparle a eso.
Con información de Syndication Bureau y UWI.
*Erika Gimenez es Licenciada en Comunicación, escribe en PIA Global y otros medios.
Foto de portada: Banderas de los Estados miembros de la OET. Extraída de la agencia estatal de Azerbaiyán.