El miércoles pasado, el Presidente chino, Xi Jinping y el Presidente estadounidense Joe Biden sostuvieron una cumbre bilateral en el Jardín Filoli de San Francisco. Hace seis años que no llegaba un presidente chino a tierras norteamericanas, aunque en este caso, fue en el marco de una reunión por fuera de la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC).
Los meses previos
Hace algunos meses, el presidente norteamericano, Joe Biden, venía buscando la «foto» con Xi Jinping que finalmente consiguió esta semana por fuera de la cumbre del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
Antes de esto, es necesario destacar que varias autoridades de Washington y Beijing se reunieron de igual manera. Es el caso del gobernador demócrata de California, Newsom, quien fue descrito por los medios chinos como una estrella en ascenso en la política estadounidense, finalizó su viaje de una semana lanzando una nueva asociación climática con Shanghai y recorriendo la mega fábrica de Tesla en esa ciudad.
En un momento existió el rumor de que Newsom podría presentarse a las elecciones presidenciales estadounidenses el próximo año, aunque fue desmentido por el propio gobernador.
El 25 de octubre se reunió con el presidente chino Xi Jinping y el vicepresidente Han Zheng. En dicha reunión, el demócrata dijo que se opone a la independencia de Taiwán y al desacoplamiento entre Estados Unidos y China.
Por su parte, del 26 al 28 de octubre el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) y ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, se reunió con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en Washington.
Se trató de una visita luego de la del secretario de Estado Antony Blinken a China en junio. Las dos partes intercambiaron en profundidad opiniones sobre las relaciones chino-estadounidenses y cuestiones de interés común en una atmósfera constructiva.
Wang Yi, durante la conferencia de prensa de cierre sostuvo que “China y Estados Unidos necesitan dialogar (…) el diálogo debe ser profundo y completo para que con el diálogo podamos aumentar el entendimiento mutuo, reducir los malentendidos y los errores de juicio, buscar constantemente ampliar los puntos comunes y buscar una cooperación que beneficie a ambas partes para que podamos estabilizar las relaciones entre China y Estados Unidos”.
El ministro chino agregó además que “en las relaciones entre China y Estados Unidos, de vez en cuando habrá algunas voces discordantes. Cuando sucede, China lo trata con calma porque consideramos que lo que está bien y lo que está mal no está determinado por quién tiene el brazo más fuerte o la voz más fuerte, sino si uno se comporta de una manera que sea coherente con las disposiciones del Acuerdo. Tres comunicados conjuntos China-Estados Unidos, consistentes con el derecho internacional y las normas básicas de las relaciones internacionales, y consistentes con el clima de la época”.
La última vez que Biden y Xi se reunieron fue el año pasado en Bali, Indonesia durante la reunión del G20. Da para destacar, que hace algunos años además de la cuestión Taiwán, la situación de Estados Unidos en el Pacífico y su estrategia de seguridad para “contener a China” a través de mecanismos tales como el QUAD (Diálogo de Seguridad Cuadrilateral) , los THAAD (un sistema de escudo antimisiles) con Corea del Sur, las bases militares en Japón y Filipinas y el AUKUS (una alianza militar) con Australia son una presión hacia Beijing que es probable que en algún momento se vea en la obligación de responder.
A pesar de los encuentros bilaterales, las estrategias de ambos países no han cambiado, es muy probable que luego de la cumbre de San Francisco tampoco suceda.
La cumbre en San Francisco
La reunión de Xi Jinping con Joe Biden fue el evento diplomático de esta semana más importante a nivel internacional por lo que significan ambas figuras. Es sabido que ambos mandatarios tienen diferencias en cuanto a la lectura del mundo y sus conflictos: La guerra en Ucrania, la situación en Palestina, las sanciones económicas o la cuestión Taiwán.
Sobre la competencia comercial entre China y Estados Unidos, El Presidente Xi Jinping señaló que las acciones de EE.UU. contra China “en aspectos como el control de la exportación, el escrutinio de inversiones y las sanciones unilaterales perjudican gravemente los intereses legítimos de China. El desarrollo de China está impulsado por la innovación”.
Y agregó además: “Reprimir el progreso tecnológico de China no es otro sino contener el desarrollo de alta calidad de China, y privar al pueblo chino de su derecho al desarrollo. El desarrollo y el crecimiento de China, propulsados por su propia lógica inherente, no serán detenidos por las fuerzas externas. Es importante que EE.UU. tome en serio las preocupaciones de China y adopte acciones para levantar las sanciones unilaterales y crear un entorno equitativo, justo y no discriminatorio a las empresas chinas”.
El mandatario chino manifestó que el encuentro fue positivo y constructivo. Además expresó que San Francisco debe ser el nuevo punto de partida para estabilizar las relaciones bilaterales. Ambos Jefes de Estado acordaron seguir manteniendo frecuentes contactos a través de sus equipos de trabajo.
Por su parte, el Presidente Joe Biden señaló que Estados Unidos siempre defenderá sus intereses, sus valores, a sus aliados y a sus socios. Dijo, además, que el mundo espera que Estados Unidos y China gestionen la competencia de forma responsable para evitar que derive en conflicto, confrontación o una nueva Guerra Fría.
En cuanto a la cuestión Taiwán, Biden expresó que la política estadounidense de una sola China no cambió y que fue coherente a lo largo de décadas y administraciones. Reiteró que “Estados Unidos se opone a cualquier cambio unilateral del statu quo por cualquiera de las partes y espera que las diferencias entre ambos lados del estrecho se resuelvan por medios pacíficos y que el mundo está interesado en la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán. Pidió moderación en el uso de la actividad militar de la RPC en el estrecho de Taiwán y sus alrededores”.
Este último tema es el más complejo y “potencialmente peligroso” en esta cumbre, era Taiwán. El presidente chino sostiene que Taiwán se reunificará a la China continental, al igual que Hong Kong y Macao. Estados Unidos si bien acompaña la política de “una sola China”, también financia militarmente al gobierno de Taiwán. Esto último, Beijing lo considera como una intromisión a su soberanía, y si bien no ha usado la fuerza de defensa, no descarta hacerlo en el futuro.
A pesar de las diferencias, Joe Biden expresó que no hay algo que sustituya a los encuentros presenciales y saludó el encuentro de los mandatarios. Por su parte, Xi saludó el encuentro pero espera acciones concretas.
Diferentes formas de actuar
Luego de la cumbre se dio una conferencia de prensa, donde el presidente norteamericano responde a la pregunta «Después de hoy, ¿seguirías refiriéndote al presidente Xi como un dictador?» y su respuesta fue «Mire, lo es… Es un dictador en el sentido de que es un tipo que dirige un país que es un país comunista que se basa en una forma de gobierno totalmente diferente a la nuestra».
Aunque lo que más se destaca de la declaración no es lo que dijo Biden ni el periodista sino la reacción de Antony Blinken, una expresión de decepción ya que es el que más ha trabajado durante este año para aliviar las tensiones entre Washington y Beijing, se reunió varias veces con Wang Yi y gran parte del mérito de la reunión de Biden con Xi le corresponde a Blinken.
La respuesta china llegó a través de Mao Ning, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China que sostuvo que la declaración del presidente Joe Biden es “extremadamente errónea y una manipulación política irresponsable». Es muy probable que no hayan nuevas respuestas al respecto, pero sí acciones.
Como hemos venido señalando, la idea de China (y a diferencia de Occidente) como nación siempre es la misma: estar en el centro, sus intereses internos primero y sus acuerdos de manera bilateral se priorizan sobre los colectivos internacionales. Es cierto que también antes de continuar poniendo energías en los organismos liderados por Occidente como la ONU, el FMI y otros, prefiere las alternativas que proponen los BRICS o la OCS donde tiene más posibilidades de acción. Aunque como vimos, también participa de APEC y utiliza este mecanismo para abrirse nuevos espacios.
Lo importante para destacar es que, como bien sabemos, Estados Unidos y China son la primera y la segunda potencia a nivel mundial, darse la espalda el uno al otro no es una opción. Tampoco es realista esperar que una parte maneje a otra. Es por eso que a pesar de ser adversarios a nivel geopolítico y comercial, no dejan de entender la importancia del otro. Aunque lo más probable es que siga siendo durante bastante tiempo una relación con altibajos, incluso para algunos desde ambos lados podría ser vista como “un mal necesario”.
*Erika Gimenez es Licenciada en Comunicación, escribe en PIA Global y otros medios.
Foto de portada: Extraída de X.