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La colaboración científica podría aliviar las tensiones en el Mar de China Meridional

Por David Hessen*- La región del Mar de China Meridional es desde hace tiempo escenario de tensiones motivadas por disputas territoriales y por el control de los recursos. Los responsables políticos locales deberían responder reforzando las relaciones bilaterales sobre la base de la cooperación científica. Un nuevo estudio sugiere un camino hacia la distensión basado en la preocupación común de las naciones por la estabilidad económica regional y la protección del medio ambiente.

Taiwán y la crisis de estabilidad internacional que sería provocada por una hipotética invasión china ha captado una atención significativa. Si bien esta atención es merecida, las disputas territoriales y económicas en el Mar Meridional de China no son menos notables dado su impacto potencial en la estabilidad regional y global.

Esta importancia se reforzó en agosto de 2023 cuando un Buque de la Guardia Costera china interceptó una misión de reabastecimiento de Filipinas a una de las disputadas islas del Mar Meridional de China. Los intentos de reducir las tensiones en el Mar Meridional de China deberían ser una prioridad para los distintos reclamantes, entre ellos China, Vietnam y Filipinas.

Una encuesta realizada a profesionales y académicos del Mar del Sur de China ofrece una vía potencial para hacer precisamente eso. los encuesta sugiere que abordar las amenazas ambientales compartidas a través de una mayor cooperación científica bilateral podría ser un camino prometedor hacia adelante.

Si bien la mayoría de los expertos regionales entrevistados consideran que las disputas territoriales entre China y sus vecinos del sudeste asiático son el principal tema de preocupación, la abrumadora mayoría de los participantes de la encuesta también está de acuerdo en que existen importantes preocupaciones económicas y ambientales que exacerban estas disputas.El Mar de China Meridional es un importante caladero para muchos Estados, ya que representa casi el 12% de la pesca mundial.El reconocimiento internacional del control territorial de ciertos accidentes geográficos permite a un Estado reclamar la zona de exclusión económica que lo acompaña y capturar enormes cantidades de alimentos. La región también alberga unos 11.000 millones de barriles de petróleo sin explotar y 190 billones de pies cúbicos de gas natural. El Mar de China Meridional es también una ruta comercial crítica, ya que un tercio del transporte marítimo mundial pasa por la región.

China es el mayor infractor de las zonas de exclusión económica y el mayor contribuyente a la militarización y la extracción ilegal de recursos en la región. Además de reclamar la propiedad económica de los recursos de la región, China afirma que las islas del Mar de China Meridional son territorio chino y ha construido islas y arrecifes para sostener activos militares a gran escala, como aviones, misiles y buques de guerra.

Pero China no es el único participante en la militarización de la región. Los planes de Vietnam de fortificar sus instalaciones militares en el Mar de China Meridional hacen que la diplomacia científica sea más vital que nunca.

La diplomacia científica bilateral -el apoyo directo a los procesos de política exterior mediante asesoramiento y pruebas científicas- ofrece la mejor línea de actuación para garantizar la estabilidad regional. Problemas como la sobrepesca, la decoloración de los corales y la contaminación amenazan la salud medioambiental y la vitalidad económica de la región. La competencia geopolítica ha hecho que estas amenazas regionales sólo se hayan abordado de forma fragmentaria y Estado por Estado. La creación de relaciones basadas en la confianza y la ciencia tiene el potencial de reducir estas tensiones con el tiempo y construir un marco para una cooperación más amplia.

La idea de una cooperación científica bilateral entre los reclamantes del Mar de China Meridional no es nueva. Filipinas y Vietnam tienen un acuerdo de investigación científica que data de 1994. Incluso sus rivales directos, China y Vietnam, acatan el Acuerdo del Golfo de Tonkín de 2004, que establece la cooperación en materia de pesca, extracción de hidrocarburos y seguridad marítima.

Aunque existen acuerdos multilaterales científicos, es poco probable que este método establezca un marco multilateral completo y obligatorio para la resolución de conflictos en el Mar de China Meridional. Todas las partes en las disputas del Mar de China Meridional son signatarias de la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar -un acuerdo supuestamente vinculante sobre derechos navales y responsabilidades medioambientales-, pero las partes no han logrado adherirse a un marco regional para alcanzar estos objetivos debido a sus disputas territoriales.

Una mayoría significativa de los participantes en la encuesta rechaza marcos regionales como el Tratado Antártico como modelo de colaboración científica y compromiso diplomático en el Mar de China Meridional. Aunque la Antártida tampoco es ajena a las disputas territoriales, la proximidad del Mar de China Meridional a las potencias regionales y el mayor potencial extractivo de sus recursos naturales hacen menos probable el éxito de la reducción de tensiones mediante un acuerdo multilateral -científico o no-.

La diplomacia bilateral tiene sus propios riesgos al aumentar la influencia individual de cualquier Estado sobre la política mutua. China ha abogado por las negociaciones bilaterales con los Estados de la ASEAN para “dividir y gobernar” la organización e impedir una respuesta regional unificada a sus reivindicaciones territoriales. Aunque se trata de una preocupación legítima, es poco probable que se formen acuerdos multilaterales o que se garantice la desescalada. Los Estados de la región deben aplicar cuidadosamente la diplomacia científica bilateral para reducir las tensiones sin permitir que estas relaciones se conviertan en unilaterales y perjudiciales para su soberanía.

Aunque una red de relaciones científicas bilaterales no resolverá las disputas territoriales existentes en el Mar de China Meridional ni ofrecerá el potencial de avance científico que ofrecería un foro regional, merece la pena explorar todos los métodos potenciales para abrir la comunicación y reducir las tensiones en la región. Y con una cooperación científica suficiente, también podría mejorar la salud medioambiental de la región.

*David Hessen es redactor jefe de South China Sea NewsWire.

Artículo publicado originalmente en East Asia Forum.

Foto de portada: extraída de Reuters.

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