Esta tercera reunión de la Comunidad Política Europea tuvo como invitados a los 47 jefes de Estado y de Gobierno de los 27 Estados miembros de la UE y a Albania, Andorra, Armenia, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, Georgia, Islandia, Kosovo, Liechtenstein, Moldavia, Mónaco, Montenegro, Macedonia del Norte, Noruega, San Marino, Serbia, Suiza, Turquía, Ucrania, Reino Unido. También participaron el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. Ni Bielorrusia, ni Rusia fueron invitados. Ni Azerbaiyán, ni Turquía se hicieron presentes.
Los líderes discutieron sobre las prioridades estratégicas del continente y trazaron el camino para hacer que “Europa sea más resiliente, próspera y geoestratégica”. Y junto a la reunión informal de los jefes de Estado o de Gobierno de la UE se debate acerca del futuro de Europa, “en un momento clave desde el punto de vista geopolítico y, en el caso de los Veintisiete, de culminación del actual ciclo legislativo de la UE”.
La CPE precedió a la reunión informal de los jefes de Estado o de Gobierno de la UE, que se está desarrollando en el transcurso del día de hoy, viernes 6, en donde se comenzará a debatir sobre los pilares de la futura Agenda Estratégica 2024-2029. Los principales temas que plantea la Presidencia española del Consejo son la Autonomía Estratégica Abierta y la preparación de la Unión Europea para la próxima ampliación. También se avanzará sobre el pacto de la UE sobre migración, lo que, según la propia presidencia española, “supone un gran desafío, ya que el presente es el último semestre completo de esta legislatura europea”.
Otros temas claves que se estarán debatiendo en el marco de la reunión informal de los jefes de Estado o de Gobierno de la UE, “para que Europa sea una potencia fuerte, dinámica y competitiva”, son: la seguridad, la defensa y la ciberresiliencia; la competitividad a largo plazo y el mercado único de la UE; la preparación frente a situaciones de crisis; las transiciones ecológica y digital; el multilateralismo y las asociaciones mundiales; la migración; la ampliación y la capacidad de absorción.
Pero volvamos a la CPE, este grupo se creó como un foro de diálogo y cooperación entre la Unión Europea y países de su vecindad para tratar cuestiones de interés común. Propuesto el 9 de mayo de 2022, por el presidente francés, Emmanuel Macron, que en ese momento ostentaba la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, durante su discurso de clausura de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, con el “objetivo de dar respuesta a los retos y problemas regionales causados por la invasión rusa de Ucrania”, según explican desde la CPE.
Se reunieron por primera vez en octubre de 2022 en Praga, República Checa, en una cumbre que contó con participantes de 44 países europeos, y la segunda Cumbre se realizó en Moldavia en junio de 2023 a la que asistieron 45 países europeos. La próxima reunión de la Comunidad Política Europea tendrá lugar en el Reino Unido en 2024.
De acuerdo a Macron, cuando presentó su propuesta, el objetivo de la CPE es que los países europeos miembros de la UE, países que no pertenecen a la Unión y aquellos que se encuentran fuera del proyecto europeo se encuentren en “un nuevo espacio de cooperación política, de seguridad, de cooperación en materia de energía, de transporte, de inversiones, de infraestructuras y de circulación de personas”.
De acuerdo al sitio web oficial de la presidencia española del Consejo de la UE, los debates de la CPE se organizaron en cuatro grupos de trabajo en torno a tres temas:
- Digitalización, centrada sobre todo en la inteligencia artificial como asunto clave para el futuro, tanto dentro de la UE como fuera de sus fronteras. La sesión giró en torno a una posible regulación de la inteligencia artificial y el desarrollo de sus beneficios, así como sobre cómo Europa debe liderar una transición digital que sea humana y respete los derechos fundamentales. La Presidencia española del Consejo ha propuesto, entre sus prioridades, avanzar hacia una digitalización responsable, garantizando la igualdad de acceso y la privacidad de los europeos.
- Energía, medioambiente y transición ecológica. En esta mesa los líderes abordaron los grandes debates energéticos que se han producido en los últimos años, con vistas a que la UE lidere también esta transición, que figura entre los objetivos del semestre español.
- Multilateralismo y geoestrategia. Este grupo, que se desdobló a su vez en dos, reflexionó sobre distintas implicaciones de la guerra en Ucrania y la posible reforma del papel de algunas instituciones y organismos internacionales ante los conflictos.
El foro nacido como propuesta de Macron meses después de iniciada la operación militar especial rusa en Ucrania, contiene una pizca de las ambiciones personales del presidente francés por liderar la unidad europea más allá de la UE luego de ser ninguneado por Putin y Biden cuando se propuso como actor representante de la Comunidad para reuniones trilaterales con los mandatarios para eventuales negociaciones. Lo que demostró el desinterés, por parte de Putin y Biden, de Europa como actor relevante en el debate para una solución a la guerra en Ucrania, pero también se dejó de lado a un Macron que buscaba consolidarse líder de la región frente a los desafíos internacionales. Nada nuevo en la política de Washington para con sus socios europeos, en especial con Macron.
Por supuesto que el principal tema abordado y que ha protagonizado los debates en la CPE ha sido Ucrania bajo el argumento ampliamente usado que establece que «el primer reto que tenemos todos es proteger la unidad en Europa, y no hablo solo de los países de la UE, sino de toda Europa», como remarcó el presidente ucraniano Volodimir Zelensky. Con la presidencia española a cargo de la CPE y con la presencia de los líderes de las instituciones europeas quedó más que claro el favoritismo hacia Ucrania.
En la CPE se habló sobre la prioridad ucraniana en las negociaciones para la ampliación de la UE, la continuidad de la asistencia militar y el apoyo en la futura reconstrucción y crecimiento ucraniano.
Respecto al apoyo militar se habló específicamente sobre la defensa antiaérea de las ciudades e instalaciones militares ucranianas, ya que Zelenski remarcó que la prioridad para su país es fortalecer la defensa aérea antes de que llegue el invierno.
El presidente español, Pedro Sánchez, se reunió con su homólogo ucraniano y se comprometió a continuar con el apoyo militar, humanitario y de formación de soldados ucranianos. Sánchez ofreció la ayuda española para el desminado de campos, un equipamiento técnico destinado a paliar las necesidades energéticas en el invierno y además se le aseguró a Zelensky que buscarán la forma de garantizar la exportación de grano ucraniano por el Mar Negro.
El Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, uno de los líderes europeos que más apoyo da a Ucrania con un tono bien belicista, quien incluso estuvo hace unos días en Ucrania junto a los ministros de exteriores de la UE, dejó muy en claro en Granada que la prioridad en la ampliación a la UE es Ucrania.
Lo cierto es que la Cumbre de la CPE no dejó nada en concreto, tampoco había grandes expectativas, pero no hubo resultados que pudieran esbozar una línea general que aborde las principales problemáticas que hoy tiene la región. No hubo comunicados conjuntos, ni ruedas de prensas. Algunos analistas consideraron la posible muerte de este espacio ante el endeble resultado de esta Cumbre.
María Zornoza nos recuerda que se trata de “un formato que carece de base jurídica para tomar decisiones y que no cuenta con estructura, calendario o presupuesto”. Además, la elección de Granada como sede y las faltas de líderes claves a la Cumbre, ni siquiera aporta una construcción simbólica de unidad europea. “La cumbre anterior se produjo a escasos kilómetros de la frontera con Rusia. Y su huésped era y es un país aspirante a convertirse algún día en miembro de la Unión Europea. El simbolismo y la fotografía de un continente unido a excepción de Rusia y Bielorrusia era fuerte y eclipsaron la falta de resultados tangibles”, resalta la periodista.
Lo más importante de la Cumbre, para quienes analizamos estos eventos, fue aquello que no sucedió. Se resaltan como grandes fracasos el no poder abordar temáticas como la escalada de tensiones entre Serbia y Kosovo, y la ausencia del presidente turco Recep Tayyip Erdogan y el presidente de Azerbaiyán Ilham Aliyev.
Se esperaba que esta cumbre pudiera ser una ocasión especial para la Comunidad Europea para brindar un espacio de diálogo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, y así mostrar la capacidad geopolítica europea pero no ha salido como se esperaba ya que el azerí Aliyev decidió faltar.
De hecho, para la reunión estaban convocados Aliyev y Nikol Pashinian, el primer ministro armenio, mientras que Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel iban a ser los mediadores de las conversaciones.
No obstante, la ausencia de Bakú no fue por capricho de su presidente sino que fue una respuesta contundente del apoyo militar francés a Armenia, el apoyo político de la UE a Ereván y también porque los europeos no permitieron que Erdogan, gran aliado azerí, formara parte de las posibles conversaciones de mediación que mantuvieran con Armenia en este foro.
Otra muestra más del doble rasero y falta de estrategia de los líderes europeos a la hora de abordar las principales problemáticas como actores geopolíticos, ya que por más que no estén de acuerdo en que Turquía posea vínculos estrechos con Azerbaiyán, el requisito de azerí por tener un aliado en la mesa de negociación es algo lógico, en especial entendiendo que el resto de actores en la mesa muestra un público apoyo político, e incluso militar en el caso francés, hacia la parte armenia.
«Estamos decididos a desempeñar un papel [en esta crisis] y apoyar a un Cáucaso estable y próspero. No escondemos nada y creemos que podemos ser un interlocutor efectivo», aseveró Charles Michel. Por su parte, von der Leyen afirmó que «Apoyamos con firmeza a Armenia» y anunció que la UE doblará su ayuda humanitaria a Armenia hasta los 10,4 millones de euros.
Además, el martes, la ministra de Asuntos Exteriores francesa, Catherine Colonna, viajó a Ereván y se reunió con el primer ministro armenio, Nikol Pashinian y allí aseguró que «Francia siempre estará en el lado armenio».
A esto se le suma la reciente aprobación del Parlamento Europeo de una resolución no vinculante en la que condena a Azerbaiyán y pide sanciones selectivas contra funcionarios azeríes y una reevaluación completa de las relaciones de la UE con ese país.
La última gran “decepción” la dio el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, ya que se marchó al final de la sesión plenaria, lo que obligó a los organizadores a cancelar la rueda de prensa final. “Para muchos, la cumbre de Granada ha venido a demostrar no solo la falta de unidad , sino de ganas de diálogo, existentes hoy día en el continente”, dice Euronews.
Si bien no se esperaba que la Cumbre fuera resolutiva con problemáticas y tensiones históricas entre países como Armenia-Azerbaiyán o Serbia-Kosovo, la falta de estrategia geopolítica de los líderes europeos para consolidar un espacio viable y fiable ha conducido una vez más a un reunión que sólo implica un derrochadero de dinero. La única conclusión de la Cumbre es la imposibilidad de consolidar un espacio que muestre las capacidades geopolíticas de la Comunidad Europea.
“Otra UE es posible”
Mientras se desarrollaba la Cumbre de la CPE, miles de manifestantes marcharon a las afueras de Granada bajo eslóganes como «OTAN no, bases fuera», «el planeta se defiende», «pensiones dignas», «ningún ser humano es ilegal».
Treinta asociaciones, movimientos sociales y organizaciones sindicales se manifestaron aún cuando, por decisión de la Subdelegación del Gobierno, les modificaron el recorrido y les permitieron protestar alejados del centro de la Cumbre.
“La protesta había sido prohibida en un primer momento pero, tras dos recursos judiciales, se podrá celebrar, aunque bien lejos de los abrazos y arrumacos que se reparten entre el medio centenar de los jefes de estados y gobiernos participantes”, informaba el periodista Sato Díaz.
«Queremos labrar Europa como una tierra de libertad y justicia, acogedora y abierta al sur global y abanderada antimilitarista del ‘No a la Guerra’. Y Granada… Granada tenemos que hacerla vecina a vecina, plaza a plaza, barrio a barrio como una ciudad rebelde, solidaria y verde, que la queremos verde», explica el manifiesto elaborado por los distintos espacios convocados a la movilización.
*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: Foto de familia de los jefes de Estado o de Gobierno en la Alhambra de Granada. © Pool PEUE/Juanjo Guillén.