El PMI agregado, que mide la opinión de los directores de compras de miles de empresas industriales y de servicios de la zona euro, se situó en 47,2 puntos en septiembre, lo que sigue indicando un fuerte deterioro del sentimiento económico. Todo lo que esté por debajo de 50 puntos es pesimismo.
Aunque no es tan malo como en la primera oleada de la pandemia, cuando el índice cayó a un nivel depresivo mínimo histórico de 13,6 puntos en mayo de 2020, 47,2 puntos es también la segunda peor lectura desde finales de 2020. La peor fue la de agosto (46,7 puntos).
Bueno, pero en primer lugar hay una mejora intermensual, y en segundo lugar el dato es mejor que las expectativas de los economistas. Estos esperaban que cayera a 47,1 puntos. Una diferencia sólo ligeramente favorable a los datos con respecto a las previsiones, pero siempre un poco de optimismo.
«El PMI compuesto HCOB de la zona euro ha repuntado un poco. Sin embargo, aún no podemos subirnos al tren de la esperanza. La culpa la tiene el nuevo negocio, que está cayendo en picado, especialmente en Alemania y Francia. El número de pedidos pendientes siguió cayendo y las expectativas empresariales se situaron por debajo de la media a largo plazo». – reza el informe.
La descripción destaca la peor situación de Alemania y Francia, y esto no es una noticia positiva para Polonia, ya que Alemania es el mayor receptor de nuestras exportaciones y Francia supera a la República Checa en el segundo puesto de esta clasificación.
Índices PMI agregados para septiembre de 2023
en puntos, nivel 50 neutral
PMI alemán
El PMI agregado alemán (servicios más industria) subió a 46,4 puntos en septiembre, frente a los 44,6 de agosto, aunque se preveía un 46,2. En otras palabras, mejoró y encima es mejor de lo previsto.
Hay indicios de que se ha tocado fondo. Es cierto que el índice PMI manufacturero HCOB de Alemania sigue señalando un rápido descenso de la producción, pero vemos atisbos de esperanza de que el sector empiece a recuperarse, comenta Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank.
Como señala, los nuevos pedidos, incluidos los de exportación, siguen cayendo, pero a un ritmo más lento que en meses anteriores.
En fases anteriores de débil crecimiento o recesión, el índice de nuevos pedidos se mantuvo en terreno descendente durante menos de dos años. A continuación, el índice subía por encima de 50, señal de crecimiento de nuevo. A día de hoy, el índice de nuevos pedidos lleva 18 meses por debajo de 50, por lo que hay muchas posibilidades de que la situación de los pedidos empiece a mejorar a principios del año que viene, estima.
Destacó que los plazos de suministro están mejorando a un ritmo bastante rápido, señal, según el economista, de que si bien la demanda sigue deteriorándose, al mismo tiempo se han rectificado los problemas de suministro. – Esto último es un requisito previo importante para reanudar el crecimiento económico cuando las condiciones de la demanda lo permitan, añadió.
En comparación con fases anteriores de la recesión, el mercado laboral baila ahora a otro ritmo. Es como si las empresas pasaran de puntillas sobre los despidos. Durante la recesión de principios de siglo, en 2008/2009 y durante la crisis de la deuda de la eurozona, los puestos de trabajo no dejaban de caer. Hoy en día, la demografía y la consiguiente escasez de mano de obra, incluso en tiempos de débil demanda, son razones obvias por las que no estamos viendo pérdidas de empleo como en tiempos pasados. Estos factores están cambiando la naturaleza de esta recesión, que suponemos comenzó en el tercer trimestre», subraya de la Rubia.
«Oscuridad y aniquilación» en Francia
La economía francesa es la que muestra mayores signos de enfermedad grave. Aquí, tanto la industria como los servicios presentan un mal aspecto. El PMI agregado se situó en 44,1 puntos en septiembre, peor que en agosto, cuando se calculó en 46 puntos. Se trata del peor dato desde diciembre de 2020. El análisis de S&P Global destaca que la economía de Francia está retrocediendo al ritmo más rápido desde noviembre de 2020.
-El sector manufacturero francés sigue atascado en el barro, ya que la producción cayó por decimosexto mes consecutivo. La debilidad de la demanda se manifestó también en una caída brusca y acelerada de los nuevos pedidos. […] Al ver el descenso de los nuevos pedidos, los fabricantes están cambiando de marcha para ponerse al día. Además, el volumen y las existencias de bienes comprados han disminuido aún más, lo que significa que las empresas están recortando gastos y preparándose para una contracción permanente de la industria, comenta Norman Liebke, economista del Hamburg Commercial Bank.
El sector servicios también se encuentra en aguas turbulentas, dice, aunque el empleo aquí está creciendo. – Aunque el empleo sigue creciendo, tarde o temprano es probable que esta locura se enfríe si continúa la tendencia a la baja, añade.
Los precios del sector manufacturero francés siguen bajando, y aunque el ritmo de descenso se ha ralentizado en comparación con agosto, la menor demanda de bienes manufactureros obliga a los proveedores a ser más competitivos en la fijación de precios de sus productos.
Como resultado, han llegado las tinieblas y el pesimismo para los fabricantes en cuanto a la producción futura. El principal motivo de pesimismo es el riesgo de que sigan disminuyendo los nuevos pedidos. Esto también se aprecia en la evolución del empleo. Las empresas han estado despidiendo personal en respuesta a la caída de la actividad, preparándose para un nuevo descenso. El temor a los efectos secundarios de la recesión en otros ámbitos de la economía, como el sector de la construcción, también está exacerbando la debilidad de los fabricantes, añade el economista.
Italia, España y Reino Unido
El ambiente es mucho mejor en las siguientes economías más grandes de la Unión. La economía española sigue una trayectoria ligeramente ascendente, con un PMI agregado de 50,1 puntos, frente a los 48,6 puntos de agosto. Italia, por su parte, registra un ligero descenso, con un PMI de 49,2 puntos frente a los 48,2 puntos de agosto.
Peor que en agosto, pero no tan mal como en Francia y Alemania, está el Reino Unido, segunda economía europea, donde el índice cayó a 48,5 puntos frente a los 48,6 de agosto. Sin embargo, los analistas esperaban una fuerte caída hasta los 46,8 puntos, por lo que la lectura puede considerarse incluso positiva. Podría haber sido peor.
«La producción industrial siguió cayendo a un ritmo mucho más rápido que la actividad del sector servicios. Además, los productores de materias primas llevan siete meses consecutivos de descenso de la producción. Los datos de septiembre indican un nuevo descenso del empleo en el sector privado, que pone fin a un periodo de cinco meses de crecimiento. Aunque el ritmo de despidos fue modesto, fue el más alto desde enero de 2021» – reza el análisis.
Artículo publicado originalmente en Bussines Insider, firmado por JAF.
Foto de portada: Las principales economías europeas luchan por recuperarse de la recesión | Foto: Borislav Bajkic / Shutterstock
