Este domingo 23 se celebraron elecciones en España donde las y los ciudadanos se volcaron a las urnas para elegir Congreso y a su próximo presidente. Se trató de elecciones anticipadas debido a la decisión del actual Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de disolver el Parlamento el 29 de mayo, tras las elecciones municipales y autonómicas que arrojaron un enorme avance de la derecha y de la ultraderecha, mientras la izquierda y la socialdemocracia perdieron en la mayoría de las comunidades que gobernaban, coronando el fracaso y el hundimiento de sus partidos.
Los principales candidatos que se postularon a la presidencia del Gobierno son Pedro Sánchez por su reelección con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE); Yolanda Díaz del recién creado Movimiento Sumar, coalición de izquierdas e independientes, una reversión de Unidas Podemos; Alberto Nuñez Feijóo, el principal opositor de Sánchez, líder del derechista Partido Popular (PP); y Santiago Abascal, presidente del ultraderechista Vox.
Para gobernar en solitario, se necesita de una mayoría absoluta, es decir contar con la mitad de los escaños más uno. El Congreso se compone de 350 diputados, por lo que el partido que quiera gobernar en solitario debía obtener al menos 176 escaños. Ningún partido logró ese número.
Los resultados de las elecciones generales de este domingo dieron como ganador al PP con el 33% de votos, no obstante, no logró la mayoría absoluta de escaños en el Congreso necesarios para hacerse con el gobierno solitario, quedándose con 136 lugares. Aún con la ayuda de Vox, que obtuvo 33 escaños, el PP no llega a sumar las 176 plazas para formar coalición y asumir el gobierno. Pese a este amargo resultado no esperado, el PP fue el partido que más creció ya que consiguió 47 escaños más que en las anteriores elecciones en 2019.
Si bien el PP se quedó con 14 escaños más que el PSOE, sólo le sacó un punto de porcentaje de voto. El PSOE se quedó con el 31,7% de los votos y con 122 escaños, dos lugares más que en 2019.
A pesar de la gran bombeada mediática que se le dio al partido ultraconservador, Vox se desplomó por 19 lugares en comparación a 2019, no obstante se quedó con el tercer lugar por encima de Sumar que obtuvo 31 escaños.
Lejos de la tabla se encuentran ERC (7), EH Bildu (6), EAJ-PNV (5), BNG (1) y JuntsxCat (7).
Debido a que ningúna fuerza logra llegar a sumar los escaños necesarios para obtener mayoría absoluta, ahora comienzan las negociaciones, en donde existe la posibilidad de un gobierno progresista conformado por una súper coalición entre el PSOE + Sumar + ERC + EAJ-PNV + EH Bildu + BNG que necesita si o si del apoyo de Junts. Los 7 escaños de Junts son decisivos.
En caso de que no se logre ningún acuerdo, se llamará nuevamente a elecciones, como ya sucedió en 2019, cuando el PSOE y Unidas Podemos llegaron a un acuerdo para formar un gobierno de coalición después de acudir a las urnas por segunda vez.
Es decir, el próximo paso implica que el 17 de agosto comiencen las sesiones del Congreso y el Senado en la XV Legislatura para elegir presidencia. Los diputados contarán con cinco días para crear nuevos grupos parlamentarios del Congreso o encuadrarse en el Grupo Mixto. Una vez creados los grupos, los presidentes informarán al rey de las formaciones políticas para dar comienzo a las consultas de cara a la investidura. El rey, a través del presidente del Congreso, propondrá un candidato a la presidencia del Gobierno.
En caso de que no se logren los acuerdos y en una primera sesión de investidura el candidato no obtenga la aprobación del Congreso por mayoría absoluta, esto implica “síes”, “noes” y abstenciones, se abriría un plazo de 47 días para encontrar una solución y así volver someter la propuesta a una segunda votación por mayoría simple en un plazo de 48 horas desde la primera sesión.
Existiendo la posibilidad de que no se logre acuerdo en una segunda sesión, se podrá volver a intentar nuevas propuestas de gobierno en un plazo de hasta dos meses de la primera votación. Si aún así sigue sin formarse una coalición de gobierno, se volverán a disolver las Cortes y se celebrarán nuevos comicios. Si bien aún no hay fecha de unas próximas elecciones, algunos medios españoles especulan que puedan darse entre finales de noviembre y principios de diciembre.
“Esto pasa por la amnistía y la autodeterminación”
La decisión de Junts per Catalunya, un partido catalán nacionalista que aboga por la independecia con España, se ha vuelto decisiva y la presidenta del Partido, Laura Borrás, fue muy clara y dijo que “no vamos a investir a ningún presidente de España que no aborde la solución del conflicto político con Cataluña. Esto pasa por abordar la amnistía y la autodeterminación”. «Solo podemos plantearnos un referéndum acordado y vinculante», sostuvo.
La candidata de Junts, Miriam Nogueras, declaró que “no le temblará el pulso” al mantener su posición, por lo que no están dispuestos a hacer presidente s Pedro Sánchez “ a cambio de nada”. Insistió en que su “prioridad es Cataluña y no la gobernabilidad del Estado Español”.
Mientras Junts se vuelve clave para Sánchez, la Fiscalía pidió al Tribunal Supremo que vuelva a poner en búsqueda y captura a Carles Puigdemont y a Toni Comín después de que hayan perdido de manera definitiva la inmunidad parlamentaria.
El Ministerio Público solicitó al juez, Pablo Llarena, que emita una nueva orden de búsqueda y captura internacional contra ellos por si fuera necesario reactivar el proceso de extradición.
A principios de este mes, el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) había confirmado la decisión del Parlamento Europeo de levantar la inmunidad al expresidente de la Generalitat, una sentencia que afecta también a Toni Comín y a Clara Ponsatí, quien fue detenida hoy en Barcelona. Tras esta sentencia, Puigdemont, había declarado que «somos unos perseguidos políticos. No traficamos ni con drogas ni con armas. Nosotros traficamos con referéndums y votaciones y se nos persigue por razones estrictamente políticas y nuestra estrategia era que esto en Europa no tenía cabida y no voy a dejar de insistir en esta vía», ha asegurado el expresidente catalán”.
Tras los resultados electorales de este domingo, Puidegmont acusó al Estado de «ordenar» su detención luego de haber quedado en una situación favorable y decisiva. “Un día eres decisivo para formar un gobierno español, al día siguiente España ordena tu arresto”, tuiteó Puigdemont.
Por su parte, el primer secretario del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), Salvador Illa, expresó la necesidad de «estar a la altura de las circunstancias» en las negociaciones para un acuerdo con Pedro Sánchez y le pidió a Junts que sea «realista con lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer» en sus condiciones. Además, Illia reivindicó que el PSC fue la lista más votada en Catalunya en estas elecciones generales.
“La amnistía no es factible desde el punto de vista del estado de derecho. La ciudadanía tampoco ha votado en clave de autodeterminación”, recalcó Illia.
Borrás respondió a Illia y le aseguró que “si no quieren abordar el problema político con la solución política que representa la amnistía y la autodeterminación, JuntsXCat también avisa: ni Pedro ni Sánchez”.
El secretario general de Junts, Jordi Turull, dijo que «ahora mismo no veo la investidura -de Sánchez- por ninguna parte», y avisó que «la abstención no es un escenario», haciendo referencia que ni así apoyaría a Sánchez.
“No podemos desperdiciar esta ventana de oportunidad. Es necesario reanudar la unidad estratégica del independentismo”, recalcó Turull. Además explicó que el referendo y la amnistía son los dos pilares básicos que «generan consenso» en Catalunya y que es necesario ponerlos sobre la mesa de la negociación con el Estado.
Mientras se redacta este artículo se dio a conocer que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), declaró a través de su portavoz Marta Vilalta, que “el independentismo tiene la clave para hacer decantar la balanza y hacer posible un gobierno progresista en España que atienda a las demandas de Cataluña». Y mandó un mensaje al PSOE: “si quieren gobernar su país, tendrán que respetar el nuestro. Si quieren los votos de Esquerra para construir alternativas, tendrán que respetar Cataluña y los intereses de su ciudadanía”.
Esto surge como respuesta a las recientes declaraciones de Sánchez y el PSOE que aseguraron que «la democracia encontrará la fórmula de la gobernabilidad». Sánchez dijo que «nuestras expectativas se han superado con creces”. Además, el líder del PSOE aseguró que «este país ha votado no a la involución y retroceso y es un ejemplo en el mundo», por lo que expresó que no puede haber escenario de ingobernabilidad y que no habrá repetición electoral.
Victoria amarga para la derecha
A pesar de que el PP obtuvo la victoria electoral general, a Feijóo le queda un amargo sabor ya que se esperaba que obtuviera una mayor cantidad de escaños, al menos 150, y se barajaba la posibilidad de llegar cómodos a la mayoría con el apoyo de Vox.
Lejos de esos resultados, al PP no le alcanza ni siquiera con Vox para formar gobierno. Las encuestas publicadas en este último trayecto electoral fallaron rotundamente porque pronosticaban una victoria amplia del PP, pero también fallaron los cálculos para Vox y Sumar.
Luego de conocerse los resultados, Alberto Nuñez Feijóo, líder del PP, tuiteó que comenzaría a iniciar diálogo con el resto de partidos y pidió responsabilidad para que España no sufra bloqueos.
El portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, aseguró que «nos toca iniciar un proceso de investidura y aspiramos a un Gobierno en solitario con pactos puntuales».
Con 136 escaños del PP y los 33 de Vox, a la derecha le quedan 7 escaños para obtener la mayoría absoluta. UPN ha sacado un diputado y Coalición Canaria otro, por lo que Feijóo se encuentra mirando al PNV, con 5 escaños, pero se trata de una negociación aún más difícil que con Vox.
Por su parte, el líder de Vox, Santiago Abascal, ha señalado en un balance sobre las elecciones que existe “una muy mala noticia” que es que “Pedro Sánchez, aún perdiendo las elecciones, puede bloquear una investidura, y peor aún, Pedro Sánchez podría incluso ser investido con el apoyo del comunismo, del separatismo golpista, y del terrorismo”.
Además, Abascal acusa el fracasó de Vox al PP, diciendo que «hemos estado toda la campaña alertando del peligro de unas encuestas claramente manipuladas que han llevado a algunos a vender la piel del oso antes de cazarlo y que han tenido una clara consecuencia: la desmovilización».
A eso se le suma la crítica de todo Vox, que acusa la responsabilidad de su fracaso a las llamadas al “voto útil” por parte del PP. «La campaña al voto útil ha resultado el voto más inútil. Solo ha servido para truncar la alternativa y el cambio de rumbo que merecen la nación y los españoles», sostuvo el secretario general de Vox, Ignacio Garriga.
El líder de Vox aseguró que «vamos a resistir. Estamos preparados tanto para hacer oposición como para una repetición electoral en la que volveremos a levantar las mismas banderas».
Queda por resolverse en los próximos días una seguidilla de tensas conversaciones entre distintos partidos políticos. El PP y Vox la tienen muy difícil y les queda apelar al apoyo del PNV o a no ser bloqueados en el Congreso. Sánchez depende de Junts que se mantiene firme negociando sus condiciones de apoyo, mientras que la fiscalía dio un batacazo para una resolución menos tensa cuando pidió al Tribunal Supremo que vuelva a poner en búsqueda y captura a Carles Puigdemont y a Toni Comín.
Una nueva jornada electoral sopla de cerca a los candidatos más votados y una posible nueva campaña, descreída de las encuestas, arrastrará a las y los españoles a elegir de manera más decidida entre la continuidad del gobierno de Sánchez, o un rotundo vuelco hacia la derecha del país.
Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: PIA Global.
