Asia Central-Pacífico Norte América

Modi viaja a Washington

Por Sumit Ganguly y Larry Diamond*-
El líder indio será tratado con alfombra roja, pero no está claro que tenga intención de ayudar a EE.UU. a aislar a Rusia o contener a China.

El primer ministro indio, Narendra Modi, planea asistir a su primera visita de Estado a la Casa Blanca el 22 de junio de 2023, marcando un momento histórico que podría influir potencialmente en las relaciones entre India y Estados Unidos durante años.

Modi, de 72 años, fue elegido primer ministro por primera vez en 2014 y luego reelegido en 2019. Desde entonces, Modi se ha ganado una reputación internacional como nacionalista hindú inflexible y hombre fuerte que dirige con un férreo control.

En los últimos años, sobre todo desde la reelección de Modi en 2019, algunos académicos y analistas han escrito sobre el declive de la democracia en India. Esto se debe en parte a las nuevas regulaciones y la presión del gobierno para censurar a los medios de noticias y la libertad de expresión crítica con Modi.

Estados Unidos no suele cursar invitaciones para visitas de Estado a líderes mundiales. Además, Modi pronunciará un discurso ante el Congreso, otro honor que rara vez se concede a un dignatario extranjero de visita.

Pero Estados Unidos corteja a India porque necesita que el país sirva de baluarte estratégico contra las políticas expansionistas de China en Asia.

Comprender a Modi

Modi creció en el estado occidental indio de Gujarat, en circunstancias bastante modestas. Hizo una larga carrera en la política local y estatal y se labró una reputación de político duro pero capaz.

Miembro durante mucho tiempo de la Rashtriya Swayamsevak Sangh, una organización política hindú militante, Modi ha sido caracterizado tanto por observadores políticos indios como por analistas extranjeros por sus fuertes opiniones nacionalistas hindúes.

El hinduismo es la religión más popular en India, aunque también se practican el cristianismo, el sijismo, el budismo y el jainismo.

El nacionalismo hindú ha ido en aumento en los últimos años, impulsado por la creencia de algunas personas de que India es y debe ser una nación predominantemente hindú, y que sus políticas deben reflejarlo.

En ocasiones, este auge del nacionalismo hindú ha tomado un cariz violento.

Cuando Modi era ministro principal de Gujarat, en febrero de 2002, fanáticos hindúes protagonizaron allí una revuelta en la que murieron más de 1.000 personas, la mayoría musulmanas. Modi ha negado cualquier papel en este suceso, pero la policía ha dicho que la violencia se produjo con la aprobación tácita del gobierno del estado, incluido Modi.

Posteriormente, Estados Unidos denegó a Modi el visado de visitante en 2005. Sin embargo, Modi ha sido un primer ministro muy popular, con un índice de aprobación del 78% en febrero de 2023.

Lazos entre Estados Unidos e India

Los lazos entre Estados Unidos e India crecieron bajo el liderazgo de Modi, especialmente en cuestiones de seguridad y cooperación en materia de defensa.

India, por ejemplo, ha comprado una cantidad sustancial de armamento sofisticado a Estados Unidos en los últimos años. También ha firmado tres importantes acuerdos de defensa con Estados Unidos durante este mismo periodo.

Los analistas de defensa afirman que estos acuerdos mejorarán significativamente la cooperación militar entre ambos países.

India también se ha convertido, aunque de forma algo irregular, en un participante más activo en el Diálogo Cuadrilateral de Seguridad, una iniciativa informal de cuatro países en la que también participan Estados Unidos, Japón y Australia. El grupo se reúne periódicamente para debatir sobre seguridad y comercio, y en ocasiones realizan maniobras militares conjuntas.

Estos países también comparten la preocupación por el creciente poder de China en Asia. Aunque India y China mantienen una sólida relación comercial, diferentes cuestiones de seguridad -especialmente relacionadas con la disputada frontera del Himalaya entre ambos países- han enturbiado sus relaciones diplomáticas durante casi una década.

Un importante punto de discordia entre Estados Unidos y la India tiene que ver con la tibia respuesta de este país a la operación militar especial rusa en Ucrania en febrero de 2022.

India se ha mostrado reacia a criticar públicamente a Rusia, en parte debido a su gran dependencia de Moscú en materia de tecnología armamentística. Modi ha mantenido contactos regulares con el presidente ruso, Vladimir Putin, pero no ha condenado la invasión, limitándose a decir que ahora “no es una época para la guerra”.

Los interrogantes de la visita

La decisión de la administración Biden de invitar a Modi a una visita de Estado está claramente diseñada para enviar un mensaje a Nueva Delhi sobre la importancia que concede a la emergente asociación entre EE.UU. y la India y el papel potencial de la India en la contención del creciente alcance estratégico de China en Asia.

Modi se presenta a la reelección en 2024. Así que, sobre todo si la visita aporta algún beneficio tangible a India, la reunión podría traducirse en algún rédito electoral en su país.

Es probable que Biden y Modi debatan sobre cómo seguir estrechando las relaciones entre ambos países y cómo responder a la influencia de China, así como sobre la delicada cuestión de la posición de India en la crisis de Ucrania.

Estados Unidos pretende vender a India aviones no tripulados armados, y es probable que Biden también ofrezca a India tecnología de fabricación de motores a reacción GE. Esto daría un impulso significativo a las capacidades de defensa de India y también reduciría su dependencia de la tecnología militar rusa.

Sin embargo, las cuestiones sobre el debilitamiento de la democracia en India, así como la violencia contra las minorías, pueden llegar a enturbiar la relación.

En los últimos años, los grupos extremistas hindúes han atacado y acosado cada vez más a las minorías, sobre todo a los musulmanes.

La administración de Modi también ha recibido atención internacional por sus restricciones a la libertad de prensa, sus intentos de amordazar a grupos sin ánimo de lucro y sus esfuerzos por debilitar a la oposición política.

Dado que las cuestiones de la democracia y la guerra de Ucrania son tan espinosas, estos asuntos podrían paralizar la consecución de más acuerdos políticos y el estrechamiento de los lazos entre Estados Unidos e India. La forma en que Biden y Modi aborden estos diversos temas durante la visita podría ayudar a determinar el curso de las relaciones entre Estados Unidos y la India.

*Sumit Ganguly es catedrático de Ciencias Políticas y titular de la cátedra Tagore de Culturas y Civilizaciones Indias en la Universidad de Indiana. Larry Diamond es Mosbacher Senior Fellow en Democracia Global del Instituto Freeman Spogli de Estudios Internacionales y Senior Fellow de la Institución Hoover de la Universidad de Stanford.

Este artículo fue publicado por Asia Times.

FOTO DE PORTADA: Reproducción.

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