Los ritos son al tiempo lo que la casa es en el espacio. Porque es bueno que el tiempo que pasa no nos parezca nunca que nos desgasta y nos pierde, sino que nos perfecciona. Es bueno que el tiempo sea una construcción. Así voy yo de fiesta en fiesta, de aniversario en aniversario, de vendimia en vendimia… al igual que cuando era pequeño, iba desde el salón al jardín, del jardín a mi cuarto… y cada paso significaba algo (Saint Exupery).
He asistido al 1º de Mayo en La Habana a varias de sus celebraciones formadas por emotivas columnas o contingentes de miles de personas, llegadas de barrios y pueblos confluyendo en el malecón terminando en Plaza de la Revolución a reventar de consignas y aplausos.
Ejemplar demostración de firmeza revolucionaria e independencia de las más numerosas del mundo en concentración de más de un millón de personas, en la que siempre me he encontrado con compañeras y amigos que hacía tiempo que no veía y la relación de abrazos, amor y complicidad se multiplica.
Parece que dicho acontecimiento tan importante en la historia este año no reproducirá de igual manera la fuerza y calidez del reguero humano sin parangón sino que será fraccionada en municipios. Hoy, en sentido contrario, no se convocará dicho evento tradicional por falta de combustible, frustrando ese carácter vital contrario prácticamente ya en todo el planeta, sobre el día a celebrar de lucha y clase obrera cada vez más relegada del mapa político más desarraigada de su raíz ninguneada. Cierto es que el combustible está creando importantes problemas a la sociedad cubana.
Lo resalta en un artículo el corresponsal del diario El País, Mauricio Vicent, ya en su tiempo expulsado de Cuba por apoyar a grupos de la gusanera: »Un cable de los EEUU filtrado por Wikileaks refiere que el ex jefe de la Oficina de Intereses de Washington en La Habana, Michael Parmly, calificó en el 2008 al entonces corresponsal del diario El País como “el mejor informado” de los periodistas internacionales en la Isla y una persona bien conocida». Lo que en el fondo viene a decir que ser es un mercenario colaborador bien conocido por “los diplomáticos” de la CIA.
Desde mi punto de vista la suspensión de la gran manifestación como parte de un todo detonante de histórica revolucionaria, me parece un error ya que crecerse ante las dificultades como diría Fidel es un principio básico de todo revolucionario, siempre se desafió andando y con camiones distribuyendo bicicletas desde los barrios, pueblos y ciudades cercanas, siempre ha habido columnas y contingentes de trabajadores floreciendo imposibles, recorriendo largas distancias a pie para asistir a un evento como el 1º de Mayo, que en Cuba, ha sido de los más simbólicos desde el triunfo de la Revolución, sólo suspendido durante los dos años de pandemia, ni siquiera, en periodo especial.
El Período Especial en Tiempo de Paz en Cuba fue un período -1991- prolongado de crisis económica, un golpe duro principalmente debido a la disolución de la Unión Soviética y, por extensión, del campo socialista y el CAME (Consejo de Ayuda Mutua Económica). La depresión económica del Período Especial, fue más grave a principios y mediados de la década de 1990, una vez que la Venezuela de Hugo Chávez emergió como el principal socio comercial y aliado diplomático de Cuba, especialmente después del año 2000, y más a partir de que las relaciones Cuba-Rusia mejoraron en lo diplomático y económico bajo la presidencia de Vladimir Putin.
El Período Especial se definió principalmente por reducciones extremas de alimentos racionados a precios subsidiados por el Estado, la grave escasez de recursos energéticos de hidrocarburos en forma de gasolina, diésel y otros derivados del petróleo que ocurrieron tras la imposición de los acuerdos económicos entre la Unión Soviética (rica en petróleo) y Cuba.
Hoy es indudable que pasa por una etapa compleja de incremento del bloqueo económico, por EEUU y sus aliados, una de las graves causas de su situación por la que se encuentra, la misma que pasó por una pandemia, en la que se le negaba hasta las jeringuillas para el suministro de sus vacunas que afortunadamente, el esfuerzo de sus científicos, desarrolló en tiempo récord sin tener que depender de otros países. Estímulo que alumbra otro mundo posible a su reconocimiento, esfuerzo e interés apostando por el internacionalismo proletario, a la solidaridad a la amistad internacional al pueblo trabajador cubano.
La apuesta por Cuba sigue en pie entre las diferentes organizaciones antiimperialistas de diferentes organismos de izquierda y países fundamentalmente de Indoamérica. Dicha unión entre la solidaridad pudo conseguir el material necesario que representó en un momento crítico, un desafío al imperio y sus marionetas, una valiente respuesta a los desagravios generados a la Isla (vista como casa internacional, casa de todas y todos los revolucionarios que pujar quieran luchando contra la calumnia y maltrato del imperialismo como “oveja negra”, casa con su ventana abierta al mundo de los abrazos, a forma de continuar el rumbo marcado y poder combatir bajo un mismo puño, la fuerza que pondera y reafirma contra problemas serios intolerables como el suministro de petróleo y otros derivados por parte de Venezuela y de la Rusia de Putin -¿ALGO ESTÁ FALLANDO EN LAS RELACIONES?- Es por éste caso y más allá, por lo que la Cuba revolucionaria no debe dejar jamás de luchar, pelear por su identidad, sus derechos y lugar en la historia. Y, una de esas luchas de reafirmación, es la unión obrera-campesina por su propia e indiscutible economía nacional e independencia que le brinde la libertad (si eso es posible en este mundo globalizado de pensamiento y economía única). Y, es sin duda, la gran manifestación del 1º de Mayo en La Habana, el gran desafío el espejo al mundo, la calle jamás debe de abandonarse.
El 1º de Mayo no ha de morir en aquellos que luchan por el socialismo ni por el legado histórico de Martí en suma de luchas de existencia y lealtad. De este lado del continente europeo, los desfiles, más plástica en coreografía de corderos a la soga del fascismo y al látigo del impostor como a la democracia que coloniza y batucadas que colorizan el dolor de la opresión y dependencia a ritmo de la explotación. Hay demasiados motivos para salir a la calle, a tomar las calles, a reivindicar derechos NO a pedir limosna NO a mendigar caridad NO a suplicar perdón, Y MENOS SUMISIÓN, en cambios pacíficos que no hacen sino reforzar grilletes, creyendo que siendo correctamente democráticos, lo ético y mediático nos santificará y recompensará en alusión en medios de los poderes fácticos bajo la rapiña de las democracias en tutela del imperialismo de gobiernos y bufones en manos de oligarcas empresarios banqueros e iglesia de los milagros.
En pie por la perpetuidad de un mayo rojo revolucionario, invoco al chileno Patricio Manns, el trató en alguna de sus canciones a Lenin de: El gran Demiurgo del corazón soviético en alusión a los que han movido la historia. Y por el lado contradictorio en otro contexto profundamente antagónico a, Andrés Oppenheimer, el que habló hace ya años de ‘La hora final de Castro’ presagiando aquello que nunca vino y que según él pudo haber alegrado a algunos de los cubanos de Miami. Y es que la ‘crítica’ de las democracias y demócratas del capitalismo a las órdenes del gringo imperan y se multiplican como sentencia imperial.
Los estados norteamericanos son base de todo descontento y opresión, de la descomposición social y humana cada vez más extendida, tiene su algarabía en alza y simbología reaccionaria en Miami, aliado incondicional estado mayor del gringo, nido de serpientes, desde donde fomenta y consolida partidas de mercenarios, mafias, enramadas de camuflaje y distorsión a romper todo equilibrio político y económico en Cuba, baluarte extorsionista y gueto donde históricamente anidó el crimen contra la Revolución cubana. Son muchos los que ejercen la ‘crítica’ contra ella como sentencia de muerte, muchos los mercenarios de la voz y de la pluma portavoces de las armas del enemigo e imágenes trucadas que dan como arte de fotografía y falsos datos contradiciendo la historia en bombardeo desde un lado y otro del mundo. Se trata en definitiva de ser el espejo del gran amo de la muerte anunciada, uña y hueso, la carne la pone la OTAN y también el Pentágono. Se trata pues, en definitiva, de acabar con todo resquicio que huela a pueblo y lucha proletaria. Se trata, sea como sea y sin escrúpulos, de ser capitalista y siervo a la vez al degüello económico a favor del pensamiento único, de todo tipo de descomposición social, a ritmo de muerte y corrupción destruyendo revoluciones y descomponiendo culturas: intocable el Papa riqui, de Roma, con mucho guaniquiqui y mucho pregón donde quepamos “todas” al que la gusanera le gusta parecer y vivir en su <dorado> surtidor de monstruos y macabros personajes.
Maité Campillo* Actriz y directora de Teatro Indoamericano Hatuey
Este artículo fue publicado originalmente en La Haine
Foto de portada: espirituano.gob.cu/
