Este domingo terminó la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) en la que participaron países, a través de sus ministros, Jefes y Jefas de Estado entre otras figuras. La MSC se enmarca dentro del eje atlantista y europeo, por lo que el tema principal de este encuentro fue el aniversario de la Guerra en Ucrania.
Sin embargo, de este evento nos interesa destacar la postura de China en este contexto que como bien hemos desarrollado es una de las dos principales potencias mundiales, que viene a proponer una mediación diplomática para resolver el conflicto sin dejar de hacer críticas a Occidente.
Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, participó de la 59º Conferencia de Seguridad de Múnich y sostuvo que existieron «múltiples rondas de conversaciones de paz”.
“Vimos el texto base para la resolución pacífica, pero el proceso se detuvo. No sabemos por qué se paralizó el proceso», sostuvo. El representante chino deslizó la idea de que existen «algunas fuerzas» a quienes «no les importa la vida o la muerte de los ucranianos ni el daño para Europa».
Este viernes, el gobierno chino dio a conocer un documento en el que propone doce puntos para poner fin a las hostilidades entre Rusia y Ucrania. Este texto manifiesta que todos los países deberían apoyar la solución política de los temas candentes, como la crisis de Ucrania, a través del diálogo y la negociación.
Entre los puntos más importantes del documento se destacan el de “respetar la soberanía de los países”, el “cese de hostilidades”, la “reanudación de las conversaciones de paz” y “abandonar la mentalidad de guerra fría”.
Este último ítem sostiene que “la seguridad de un país no debe buscarse a expensas de otros. La seguridad de una región no debe lograrse fortaleciendo o ampliando bloques militares. Los intereses y preocupaciones de seguridad legítimas de todos los países deben tomarse en serio y abordarse adecuadamente. No existe una solución simple para un problema complejo”.
En este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, sostuvo que “la seguridad es un derecho de todos los países del mundo, no un privilegio exclusivo de ciertos países” y agregó: “No debería ser decidido sólo por algunos países individuales”.
La figura de Wang Yi
El documento de los 12 puntos de la salida al conflicto en Ucrania fue uno de los temas de la semana, aunque también da para destacar el rol que ha tomado Wang Yi esta semana como representante de China, una figura fuerte que actualmente está dentro del espacio más importante del Partido Comunista de China.
Además de ir a la MSC, se reunió de manera no oficial con el secretario de Estado de EE. UU Antony Blinken, según medios chinos, Wang Yi habría instado a Washington a «dejar de hacer cosas tan absurdas por necesidades políticas internas». Sostuvo además que «si Estados Unidos continúa dramatizando, exagerando o escalando la situación, China seguramente responderá haciendo lo que sea necesario».
Las autoridades chinas vienen sosteniendo hace tiempo (además de agregarlo en el documento del 24 de febrero) que para construir un nuevo mundo es necesario abandonar la mentalidad de la Guerra Fría, además de adoptar una percepción objetiva y justa de China.
En este mismo sentido se planteó la reunión entre Wang Yi y Vladimir Putin, que según el documento publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, ambas partes discutieron la situación estratégica internacional actual y acordaron promover la democracia en las relaciones internacionales y un mundo multipolar. Por otro lado, los representantes de ambos países acordaron que se deben hacer esfuerzos para defender la paz y la estabilidad en la región de Asia y el Pacífico.
Sobre las reuniones con Wang Yi, el Ministro Ruso Serguéi Lavrov sostuvo que Rusia está lista para trabajar con China para hacer que el orden internacional en evolución sea más abierto, razonable y justo, lo que también es el deber histórico de ambas naciones.
La respuesta norteamericana no tardó en llegar, el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Ned Price, calificó la reciente visita de Wang Yi, director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista de China, a Rusia como «una prueba más del alineamiento de Beijing con Moscú».
«La relación entre China y Rusia se construye sobre la base de la no alineación, la no confrontación y el no atacar a ningún tercero», dijo Wang en una conferencia de prensa. «Es una bendición para salvaguardar la paz y la estabilidad en el mundo, por lo que no hay razón para preocuparse por eso».
Por otro lado, el alto diplomático chino expresó que EE. UU. es el principal creador de guerras del mundo, dijo, y agregó que solo hubo 16 años en los que el país no estuvo en guerra a lo largo de sus más de 240 años de historia, mientras que EE. UU. también ha iniciado más del 80 por ciento de los conflictos armados del mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Al señalar que la asociación trilateral AUKUS de los EE. UU., el Reino Unido y Australia ha llamado la atención sobre su impacto en la seguridad en Asia-Pacífico, Wang dijo que el mundo no puede obtener la paz que merece «mientras el hegemonismo y la belicosidad de los EE. UU. sigan existiendo». Por último, Wang Yi, descartó las especulaciones de que China está considerando proporcionar armas a Rusia.
Si bien el eje atlantista continúa con la idea de que la única salida de la guerra es sancionar a Rusia y el gigante asiático propuso una alternativa, para occidente no es suficiente. La historia se vuelve a repetir.
*Erika Gimenez es Licenciada en Comunicación, escribe en PIA Global y otros medios.
Con información de China Daily
Foto de portada: El presidente ruso Vladimir Putin se reúne con Wang Yi, miembro del Buró Político del Partido Comunista de China, en Moscú el 22 de febrero de 2022. Cao Yang/Xinhua/Getty Images/FILE.