PIA Global dialogó con Sebastián Schulz Sociólogo, becario del CONICET y especialista en asuntos de China para entender qué dejó el 20° Congreso del Partido Comunista.
PIA: ¿Cómo viste el Congreso del Partido Comunista? ¿Cómo podemos ubicar a Xi Jinping en ese mapa que nos queda?
Sebastián Schulz: Xi Jinping evidentemente está llamado a ser y está ocupando el lugar de la figura protagónica de este Congreso del Partido Comunista y de la etapa actual de China. Teniendo en cuenta que China hace una lectura en donde ve, creo que con claridad, que el orden internacional atraviesa un momento de tensiones, un momento de profundización de conflictos que son estructurales y que son sistémicos. Estamos hablando de procesos de cambio hegemónico, más allá de que quizás en China no se conceptualiza con estas palabras, pero sí por lo menos en donde China está llamada a jugar un rol mucho más protagónico en el orden internacional, en transición hacia la multipolaridad que coincide con la con la etapa de pasaje de un frente del centenario del Partido Comunista al centenario de la República Popular (este período entre los dos centenarios) en donde China se ha propuesto ser un país plenamente desarrollado, un país moderno, un país avanzado en todos sus aspectos y dimensiones.
Y en este marco, este Congreso ha ratificado ese rumbo, ha ratificado estos desafíos y ha ratificado a Xi Jinping como la persona encargada de liderar el partido y seguramente también liderar la Nación. Y en esta coyuntura ha ratificado los desafíos en términos internos de China, de consolidar una sociedad modestamente acomodada y comenzar el camino hacia la prosperidad común, en donde se aumente progresivamente el nivel de vida del pueblo chino en todo su territorio. Digamos, tratando de llevar el desarrollo de las zonas costeras hacia las zonas interiores. Pero por otro lado, también avanzar en la innovación tecnológica, avanzar en el autoabastecimiento de bienes estratégicos y, por otro lado, ir moldeando un sistema internacional cada vez más estable, digamos, en donde este aumento de las capacidades chinas en términos internos pueda ser compatible con un orden internacional en donde el gigante asiático pueda tener cada vez mayor voz y representación a la par de un aumento del protagonismo de los estados emergentes en general.
PIA: ¿Qué nos deja este Congreso? Además de la elección de autoridades para los próximos cinco años.
SS: Bueno, si como vos decís, no sólo se reelige a Xi Jinping como secretario general, sino que hay una elección de las principales autoridades del partido y principalmente el buró político, Un buró compuesto por algo más de 200 miembros del partido y por otro lado el Comité Permanente del Politburó, que es un comité mucho más chico que es, digamos, la mesa chica de Xi Jinping, en donde se discuten los aspectos centrales. Este buró se compone de entre cinco y nueve miembros y es en donde creo que se notaron los cambios más sustanciales.
El Comité Permanente del Politburó expresa la relación de fuerzas y contiene la relación de fuerzas que existen en el Partido Comunista, en las diferentes visiones sobre los rumbos que debe tomar el Partido Comunista actualmente hasta este Congreso había una presencia importante de sectores que le daban la mirada aperturista, en términos externos. China en la década de los 80 y los 90, principios de los 2000, tuvo un crecimiento de su economía que estuvo muy centrado en ser la fábrica del mundo y en consolidarse al consolidar su crecimiento en función de las exportaciones. En los últimos años, Xi Jinping ha tratado de ir mutando ese modelo de desarrollo hacia uno más centrado en la demanda interna y en el consumo interno, producto de las tensiones a nivel internacional.
En ese marco y el esfuerzo de Xi Jinping por cambiar el modelo de desarrollo y eso creo que se ha expresado en los cambios que ha habido en el Politburó, en donde han dejado su lugar personajes centrales, Xi ha puesto a más personas de su confianza en lo que abre interrogantes importantes, creo que el más central, es si ¿este Comité Permanente expresa la relación de fuerzas que hay en el partido, porque hay sectores importantes del partido que han quedado afuera del Politburó y cuál será su reacción?
Y por otro lado, una interpretación a título personal del nivel de tensiones que existe a nivel internacional, lo vimos en Ucrania con el rol que ha jugado la OTAN y los Estados Unidos y cómo ese rol también la OTAN lo está empezando a jugar o lo quiere empezar a jugar en Taiwán, en Hong Kong, en Xinjiang, en donde Xi Jinping ve que ya no hay demasiado margen para hacer concesiones a los sectores aperturistas, sino que hay que reforzar un modelo de desarrollo que garantice el crecimiento del protagonismo de China a nivel internacional.
PIA: Además de lo que vimos con Hu Jintao, ¿Cómo podemos identificar esas internas en el Partido en caso de que sea más de una? ¿Y quiénes son las caras de esas internas?
SS: Bueno, en un partido de 96 millones de miembros, es imposible pensar que no existan distintas miradas sobre el rol que debe tomar el partido y el rol que debe tomar China. Así como también es inverosímil pensar a Xi Jinping como un dictador que puede actuar a libre voluntad sobre semejante cantidad de militantes y afiliados y sobre 1.400.000.000 de personas.
Obviamente, en China, en el Gobierno y en el Partido Comunista existen internas porque existen intereses distintos y visiones distintas e incluso dentro del partido hay sectores mucho más radicales que Xi, que plantean una reivindicación mucho más fuerte del marxismo, de la historia o del o del maoísmo clásico. Xi Jinping tiene que de alguna manera contener todas esas tensiones y esas diferencias en función también de un interés propio que expresa Xi. Es importante hacer esas lecturas, pero también contemplando las particularidades chinas de las internas y de la visión del poder y del gobierno. Y también para entender o por lo menos hacer un esfuerzo de interpretar, por ejemplo, qué es lo que pasó con Hu Jintao. Porque no es muy común que en China las internas se resuelvan de esa manera, exponiendo a un personaje tan importante como un ex-presidente y mostrar una purga en público de esa manera, sino que las purgas se dan mucho más subrepticiamente, mucho más por detrás.
En este sentido, el gobierno chino expresa, o por lo menos desde los medios de comunicación, se dice que Hu es una persona grande que tiene algunas enfermedades que no le permitían estar en el en el Congreso. Es cierto que Hu Jintao estuvo durante todo el transcurso del Congreso con un ayudante, con una persona detrás, que es la misma persona que lo retira en el momento del discurso de cierre de Xi Jinping. También después, lo que genera preguntas es porque se hace en el momento en el que se ingresa a la prensa, porque se lo saca en ese momento y no antes creo que son preguntas que deben ser respondidas pero que no cambian el fondo de la cuestión.
No hay tal purga a Hu en términos personales, sino que, en todo caso, lo que hay es un debate sobre un determinado modelo de desarrollo de China, que en parte puede ser que lo haya expresado por Hu Jintao. De hecho, Xi lo remarca en su discurso de apertura en donde pone sobre la mesa un conjunto de problemas que heredó al momento de iniciar su presidencia. Hoy la preocupación principal de China es cómo sortear este momento internacional de transición sistémica, de cambio hegemónico en donde China está ocupando un lugar muy importante y por eso también los desafíos que tiene.
Por otro lado, existen en China grandes factores de poder que se mueven en un en un socialismo de mercado con características chinas en donde existe la libre iniciativa privada, pero no es completamente libre, sino que está fuertemente regulada por el Estado. Entonces en China tenemos grandes grupos económicos, como por ejemplo Alibaba o por ejemplo Tencent, que están ligados al cambio tecnológico, grupos que están tomando una dimensión central en la economía china y que en alguna manera en los últimos años empezaron a querer obtener cada vez mayores grados de libertad. Por ejemplo, cuando Alibaba intentó incursionar en el sector financiero, lo cual ha chocado con la decisión de Xi Jinping de profundizar un modelo de desarrollo en donde el Estado cumple un rol fundamental, Li Keqiang, quien es expresión de sectores como Alibaba, como Tencent, que buscan mayor iniciativa en este contexto de crecimiento de China, mayor iniciativa privada. Pero bueno, esto hay que entenderlo con esas características chinas.
Otro debate, es la composición del del Comité Central del Comité Permanente del Politburó, en donde la demanda es de haya más personas jóvenes, no tan mayores y eso quizás no es terminar de entender qué es el Partido Comunista y cómo se configura. Los lugares y el rol que ocupa cada uno en el Partido Comunista depende mucho de la eficacia de sus políticas. En este sentido, la meritocracia china está muy centrada en la efectividad de las políticas que se llevan adelante: cuánto bienestar generan en la población, cuánto se adaptan a los objetivos del Partido y del Estado, cuan en línea están con los planes quinquenales. En ese marco, una persona para ser miembro del Comité Permanente necesita mostrar sus laureles para decirlo en castellano. Una persona de 24, 25 años, una persona joven, no tiene demasiados laureles para mostrar, para ser parte de ese comité permanente. Y por eso es difícil pensar una renovación generacional en términos etarios del Comité Permanente, para ser parte uno tiene que haber desarrollado una política exitosa en su función y en su lugar de origen, que después lo lleve a ocupar ese lugar.
Foto de portada: El mundo
