Existen muchas especulaciones y suposiciones sobre los motivos del retroceso, cuáles son las consecuencias y cómo seguirá el desarrollo de la guerra. Por un lado se habla sobre una enorme derrota rusa desde lo militar hasta lo emocional, por otro especulan con que se trate de una trampa rusa contra Ucrania, también se menciona la posibilidad de que la retirada sea parte de una búsqueda hacia la negociación por parte de Rusia, o una necesaria medida táctica militar para traer alivio a las fuerzas rusas. Lo que parece más seguro es la continuidad de la guerra.
Este miércoles, 9 de noviembre, el general de Ejército, Serguéi Surovikin, comandante de las fuerzas rusas en la zona, anunció que retirará sus fuerzas de una de las regiones recientemente reunificadas a Rusia tras el referéndum a finales de septiembre. De acuerdo al comandante, esta decisión se debe a la ‘lógica de la guerra’ pero no significa que Rusia abandone sus principales objetivos.
Dos días después, hoy 11 de noviembre, concluyeron la retirada de todas las unidades cruzando a la orilla izquierda del río Dniéper.
Desde el Ministerio de Defensa de Rusia informaron que “no quedó ni una sola pieza de equipo militar y armamento en el margen derecho… No se permitieron pérdidas de personal, armas, equipo militar y material del grupo de tropas rusas. Todos los civiles que deseaban abandonar la parte del margen derecho de la región de Kherson recibieron asistencia en la evacuación”.
Además, comunicaron que las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU) intentaron “interrumpir el transporte de la población civil y el traslado de tropas a la orilla izquierda del Dniéper. Las fuerzas armadas ucranianas atacaron los cruces del río Dniéper con cinco granadas propulsadas por cohetes del sistema estadounidense de lanzamiento múltiple HIMARS. Los sistemas de defensa aérea rusos derribaron 28 cohetes. Otros cinco cohetes fueron desviados con éxito de los objetivos por medio de la guerra electrónica”.
Previo al anuncio de Surovikin el 9 de noviembre, se realizó una evacuación de la población civil de la región, en donde más de 115.000 personas fueron reubicadas a regiones más seguras. Luego del despliegue de retirada el 11 de noviembre, el alcalde de Jerson, Alexandr Kobets dijo que aún quedan entre 80 mil y 100 mil civiles que permanecen en la ciudad, y que la evacuación continúa.
El 9 de noviembre, Surovikin presentó un informe ante el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú quien estuvo de acuerdo con el general y aprobó la formación de una nueva línea de defensa a lo largo del río Dniéper.
Las principales razones esbozadas por el comandante se deben principalmente a los constantes bombardeos lanzados por las tropas ucranianas contra objetivos civiles como escuelas y hospitales, incluyendo los centros y corredores de ayuda humanitaria y las líneas de abastecimiento. Otro punto importante son los ataques ucranianos con misiles contra la represa hidroeléctrica Kakhovka ubicada cerca de Jerson, que también representa un grave peligro tanto para militares como para civiles.
“Debido a los constantes bombardeos, Kherson y los asentamientos adyacentes no pueden ser abastecidos ni funcionar, las vidas de las personas están constantemente en peligro. La opción más apropiada es organizar la defensa a lo largo de la línea de barrera del río Dniéper. La decisión de tomar posiciones defensivas en la margen izquierda del río Dniéper no es fácil, al mismo tiempo salvaremos la vida de nuestros militares y la capacidad de combate de las unidades”, resumió en su comunicado Surovikin.
El comandante explicó que a pesar de que el ejército ruso repele con éxito alrededor del 80/90% de los misiles lanzados por las fuerzas ucranianas, el restante 20% logran alcanzar sus objetivos. Y, aunque se restauren los cruces del río Dniéper diariamente para mantenerlos en funcionamiento, la vida de las personas corre constante peligro por los bombardeos y la ciudad y los asentamientos no terminan de abastecerse por completo.
Situación militar en el sur de Ucrania al 9 de noviembre
- Las AFU entraron en la parte norte del pueblo de Snegirevka;
- Se informó de enfrentamientos entre el ejército ruso y las AFU cerca de Soldatske;
- La artillería de las AFU apuntó a las posiciones rusas en la aldea de Myrolyubivka;
- Se informó de enfrentamientos entre el ejército ruso y las AFU cerca de Pyatikhatki;
- La artillería de las AFU apuntó a un puente de pontones cerca de Nova Kakhovka;
- La artillería rusa apuntó a las posiciones de las AFU en el área de Nikopol.
Situación militar en el sur de Ucrania al 10 de noviembre
- Las AFU tomaron el control de la aldea de Kyselivka;
- Las AFU tomaron el control del pueblo de Pravdyne;
- Las AFU tomaron el control del pueblo de Blahodatne;
- Las AFU tomaron el control del pueblo de Snigurovka;
- Las AFU tomaron el control del pueblo de Kalinivske.
De acuerdo a SouthFront, “una de las razones de la rendición fue la incapacidad de las fuerzas rusas para proporcionar suministros y asegurar la logística en el margen derecho del río Dniéper. Significa que las fuerzas ucranianas lograron desactivar o interrumpir seriamente las líneas de comunicación rusas a través de la barrera de agua”.
Además, explicaron que “la retirada de las tropas rusas socavará la seguridad de varias instalaciones civiles estratégicamente importantes, incluída la central hidroeléctrica Kakhovskaya, el puente Antonovsky, el canal de agua del norte de Crimea que se reabrió después de años de bloqueo de agua en la península”.
De acuerdo al analista geopolítico estadounidense, Andrew Korybko, existen tres interpretaciones que brindan la explicación más probable para el último desarrollo: 1) Kiev está haciendo retroceder con éxito a las fuerzas rusas con pleno apoyo occidental; 2) Moscú está tendiendo una inteligente trampa militar a sus oponentes; o 3) retirarse parcialmente de Kherson es el prerrequisito secreto para un alto el fuego.
Korybko también explicó que si bien la situación se muestra como una enorme pérdida de control de Moscú sobre parte de su territorio, es decir que Jerson está siendo ocupada temporalmente por fuerzas extranjeras, esa observación es “completamente fáctica y no debe endulzarse con ridículas teorías de conspiración de «ajedrez 5D». Reconoce un contratiempo, pero explica que debe ser analizado en contexto bajo la necesidad de preservar la vida de militares y civiles debido al constante bombardeo ucraniano en la zona. “El hecho militar es que Rusia ahora está librando un conflicto defensivo, no ofensivo”, remarca el analista.
Su análisis desglosa detalladamente el punto, pero, en resumen, considerando el enorme apoyo del bloque occidental a las fuerzas armadas ucranianas, “es comprensible que Moscú experimente temporalmente un serio revés frente a la lucha contra una coalición de más de dos docenas de países que se han unido en la «AFU».
No obstante, el analista resalta la importancia de comprender que “a pesar de la óptica incómoda inherente a la compensación antes mencionada (la ocupación militar temporal de la región de Kherson por parte de la OTAN), no debe olvidarse que la pérdida política de Rusia en esta batalla en particular no significa su pérdida estratégica en la Nueva Guerra Fría”.
Jerson, región geoestratégica
Jersón está ubicada al norte de la península de Crimea y en la orilla occidental del río Dniéper. La ciudad portuaria de Jersón, bajo control ruso desde el comienzo de la operación militar especial es un punto clave e indispensable para controlar el sur de Ucrania ya que posee una de las principales puertas de entradas al Mar Negro. Funciona como corredor entre Crimea y las regiones unificadas recientemente, es decir, es el único oblast que posee frontera con la península de Crimea.
Jerson posee dos puertos, el Puerto de Jersón y Puerto del río de Jersón. Funcionan sectores de la industria como la construcción de maquinaria; la construcción de barcos y reparación de embarcaciones; la fabricación de maquinaria para agricultura; la fábrica de construcciones mecánicas; la industria alimentaria conservera, cárnica y pesquera; y la refinería de petróleo. Forma parte de la red ferroviaria nacional de larga distancia que puede llegar hasta Kiev y posee un Aeropuerto Internacional de Jerson.
Además, según explica para Sputnik Imelda Ibáñez, maestra en relaciones internacionales y especialista en Historia Diplomática de Rusia y su Política Exterior por la Universidad Estatal de San Petersburgo, Jerson es un punto estratégico para una ofensiva posterior en la región de Nikolaiev y Odesa.
Los últimos avances ucranianos se enfocaron en atacar puntos y zonas estratégicas para Rusia, desde el puente de Crimea, el intento de sabotaje al Turk Stream, el atentado contra los Nord Stream o los ataques contra la flota rusa ubicada en el Mar Negro que imposibilita la participación temporal de Rusia en los corredores humanitarios de granos y fertilizantes.
Declaraciones de Ucrania
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski publicó el miércoles 9 de noviembre en su cuenta de facebook que si bien el anuncio de la retirada rusa de Jerson trae “mucha alegría en el espacio mediático” hay que mantener cautela, y dejó en claro que “el enemigo no nos trae regalos, no hace «gestos de buena voluntad”.
«Hasta que la bandera ucraniana ondee sobre Kherson, no tiene sentido hablar de una retirada rusa», dijo Mykhailo Podolyak, asesor del Jefe de la Oficina del Presidente de Ucrania en una entrevista con Reuters luego del anuncio de la retirada rusa.
Además, tuiteó: “Las acciones hablan más que las palabras. No vemos señales de que Rusia se vaya de Kherson sin luchar. Una parte del grupo ru se conserva en la ciudad y las reservas adicionales se cargan a la región. Ucrania está liberando territorios en base a datos de inteligencia, no a declaraciones televisivas escenificadas”.
Por otra parte, Oleksiy Arestovych, oficial de inteligencia ucraniano nacido en Georgia, teniente coronel, bloguero, actor, columnista político y militar, y asesor del presidente ucraniano tuiteó el 9 de noviembre que:
“El ejército ruso no sale de Kherson. Fue ECHADA DE Kherson por las Fuerzas de Defensa de Ucrania. Fue noqueado con duros combates, con pérdidas, roído metódicamente las defensas enemigas, trabajo en los cruces, trabajo militar duro y sangriento”.
El 10 de noviembre, Zelenski anunció “buenas noticias del sur. El número de banderas ucranianas que regresan a su legítimo lugar en el marco de la operación de defensa en curso se cuenta ya por decenas. Se han liberado 41 asentamientos. Doy las gracias a todos nuestros héroes que garantizan este progreso”.
Aseguró que “No es el enemigo el que se va, son los ucranianos los que persiguen a los ocupantes a un gran coste”.
“Así como en el este de nuestro país – en la región de Kharkiv. Al igual que antes en el norte – regiones de Kyiv, Sumy, Chernihiv. Ahora – regiones de Mykolaiv y Kherson. Y tenemos que llegar hasta el final -en el campo de batalla y en la diplomacia- para que nuestras banderas -las ucranianas- estén en toda nuestra tierra, en nuestra frontera internacionalmente reconocida. Y nunca más tricolores enemigos”.
Luego de estos anuncios, el resto de las declaraciones de Zelenski en sus redes sociales corresponden a agradecimientos a sus aliados occidentales que le prestan ayuda financiera y armamentística a Ucrania mientras aplican sanciones contra Rusia.
Constantini Micaela, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: Imagen de los soldados ucranianos entrando en territorio de la región de Jersón, ocupada por los rusos. EFE/EPA/HANNIBAL HANSCHKE