Draghi dimitió la semana pasada, reclamando el fin de la mayoría nacional después de que una de las principales fuerzas parlamentarias, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), no participara en una votación de confianza en el Gobierno. El presidente italiano, Sergio Mattarella, no aceptó la dimisión de Draghi y le invitó a informar al Parlamento sobre la actual situación política interna.
«La votación del pasado jueves [el 14 de julio] certificó el fin del pacto de confianza que mantenía unida esta mayoría. (…) La única manera, si todavía queremos seguir juntos, es reconstruir este pacto desde la base, con valor, altruismo y confianza», dijo Draghi, dirigiéndose al Parlamento Nacional sobre la crisis política del país.
Según el primer ministro, el anuncio de la dimisión fue «tan duro como necesario».
Refiriéndose a la confianza en la coalición, señaló que «un primer ministro que no ha sido designado en las elecciones debería tener el mayor apoyo posible en el Parlamento».
Asimismo, recordó cómo en febrero del año pasado la formación de un Gobierno contó con el apoyo de todos los partidos principales del Parlamento, excepto de uno, y que «en aquellos meses la unidad nacional era la mejor garantía de legitimidad constitucional».
Draghi se refirió con gratitud a los llamamientos que le hicieron los ciudadanos de a pie, las autoridades locales y las organizaciones públicas y profesionales, subrayando que «esta movilización no puede ser ignorada».
El primer ministro concluyó su discurso preguntando a los partidos y a los parlamentarios si están dispuestos a recuperar la confianza y confirmar los esfuerzos que se han hecho en los últimos meses.
«Solo estoy aquí porque los italianos lo pidieron. Estas respuestas no deben dármelas a mí, sino a todos los italianos», enfatizó.
Artículo publicado en Sputnik.
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