Malí dice que desafiará un llamado del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para permitir la libertad de movimiento de las fuerzas de mantenimiento de la paz para investigar los abusos contra los derechos humanos con los que se acusa al gobierno maliense desde que la junta militar asumió el poder.
El consejo prorrogó una operación de mantenimiento de la paz de la ONU de nueve años, conocida como MINUSMA, por otros 12 meses el miércoles con 13 votos a favor, mientras que Rusia y China objetaron el mandato de derechos de la misión y se abstuvieron.
El ejército de Malí tomó el poder en un golpe de 2020 y cortó los lazos con la antigua potencia colonial Francia cuando un contratista militar privado ruso, Wagner Group, intervino para ayudar en una batalla de una década contra los grupos armados ligados al yihadismo extremo.
MINUSMA dice que ha documentado 320 violaciones de derechos por parte del ejército de Malí entre enero y marzo.
Refugiados en el campo de M’bera en la cercana Mauritania le dijeron que los soldados malienses han intensificado los abusos en los últimos meses, junto con soldados blancos que se cree que son rusos. Hechos que no se han podido comprobar fehacientemente y que la intencionalidad manifiesta de los organismos internacionales hace dudar de la veracidad de los mismos.
“Malí no está en posición de garantizar la libertad de movimiento para las investigaciones de MINUSMA sin el acuerdo previo del gobierno”, dijo al consejo el embajador de Malí ante la ONU, Issa Konfourou. “Malí no tiene la intención de cumplir con estas disposiciones a pesar de que fueron adoptadas por el Consejo de Seguridad”. Dijo que Malí era responsable de investigar cualquier violación de los derechos humanos.
En la otra vereda el embajador francés ante la ONU, Nicolas de Riviere dijo que: “MINUSMA debe poder acceder a las áreas afectadas para cumplir con su mandato y publicar informes trimestrales sobre derechos humanos. Los perpetradores de violaciones deben ser llevados ante la justicia”.
El caso más notable que está investigando MINUSMA es en la ciudad de Moura, donde testigos y grupos de derechos humanos dicen que el ejército maliense, acompañado por combatientes blancos, mató a cientos de civiles que sospechaban que eran rebeldes.
La embajadora adjunta de Rusia ante la ONU, Anna Evstigneeva, describió el lenguaje de derechos humanos en la resolución adoptada el miércoles como «intrusivo» y agregó que «no ayudará a garantizar que los malienses disfruten de su derecho soberano a proteger a sus propios ciudadanos e investigar cualquier incidente».
Sin lugar a dudas que el verdadero objetivo que persigue la ONU con la misión de paz MINUSMA es seguir con el intervencionismo colonial. La presencia rusa en la zona del Sahel ha encendido las alarmas de EE.UU, ONU que ven peligrar sus intereses de dominación en la región.
