El pacto de seguridad blando de China con las Islas Salomón ya ha sido politizado por Australia y Estados Unidos, y ahora la UE se sube al carro occidental para afirmar también que supuestamente representa una amenaza. The Guardian citó al enviado especial de la UE para el Indo-Pacífico, Gabriele Visentin, y al embajador de la UE para el Pacífico y las Islas Salomón, Sujiro Seam, quienes expresaron precisamente esta preocupación.
El primero dijo que le preocupaba que el «orden multilateral basado en normas no se respetara plenamente» en el Pacífico Sur tras ese pacto. Describió a China como «un socio, un competidor y un rival» e insinuó que la UE podría participar en más «operaciones de libertad de navegación» (FONOP) como consecuencia de ello. Visentin también sugirió más ejercicios militares y el intercambio de información con los países de la región.
Seam, por su parte, dijo que «este acuerdo de seguridad entre China y las Islas Salomón debe ser considerado en el desarrollo de la acción de la Unión Europea en materia de seguridad y defensa en la región». A continuación añadió que «tradicionalmente en el Pacífico, la Unión Europea ha sido un socio de desarrollo. El principal reto es demostrar que podemos ser algo más, un socio estratégico en materia de seguridad y defensa».
De las declaraciones de estos dos importantes diplomáticos se desprende que la UE está explotando el pacto de seguridad blanda entre China y las Islas Salomón con el fin de fabricar un falso pretexto para ampliar su influencia militar en el Pacífico Sur. El acuerdo no amenaza a nadie, el socio de China no está a horcajadas de ninguna ruta comercial marítima importante y no se ha violado ninguna norma del orden internacional consagrado por la ONU con su pacto.
Lo que estas observaciones demuestran es que la UE está aprovechando el bombo y platillo de Australia y Estados Unidos sobre el acuerdo de seguridad blanda de China con las Islas Salomón para vender la expansión militar preplanificada del bloque en Asia-Pacífico a su población, que de otro modo no la habría apoyado. No importa que todo el pretexto sea falso y esté fabricado artificialmente, ya que lo único que importa es que marque las casillas correctas de la narrativa sobre el «orden internacional basado en reglas», la «amenaza china» y las FONOP. Además, los observadores no deberían olvidar que la mayoría de los países de la UE son también miembros de la OTAN, por lo que esto equivale esencialmente a la expansión de la OTAN al Pacífico Sur bajo la cobertura de la UE.
Esa es la tendencia general en juego, la globalización literal de la OTAN, que Estados Unidos pretende emplear para contener simultáneamente a Rusia y China en la Nueva Guerra Fría. Aunque lo hará de forma diferente en cada escenario, probablemente desempeñando un papel más directo en Eurasia Occidental mientras «lidera desde atrás» en Eurasia Oriental reforzando las capacidades integrales de los socios regionales, el hecho es que esta alianza militar liderada por EEUU se está expandiendo por todo el hemisferio oriental. Ya se ha ido colando también en África, aunque con poca publicidad, pero el frente de Asia-Pacífico es algo nuevo y especialmente su subregión del Pacífico Sur. Esta inquietante tendencia acerca al mundo a una guerra por error de cálculo.
*Andrew Korybko, analista político estadounidense.
Artículo publicado en One World.