Análisis del equipo de PIA Global Europa

La Brújula apunta hacia el atlantismo (II)

Escrito Por Micaela Constantini

La Brújula Estratégica refleja el refuerzo del eje anglosajón, entierra los pasados cuestionamientos de líderes europeos acerca de las actitudes de EEUU para con Europa y vuelca a la UE hacia una política exterior centrada en su vecindad, ya no con aspiraciones de ser actor geopolítico mundial.

Parte I

“Nuestro entorno estratégico”

Balcanes Occidentales, en donde hacen especial énfasis en “ apoyar la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Bosnia y Herzegovina” y en el “impulso al diálogo entre Belgrado y Pristina que dirige la UE”. También destacan que para todos los socios que aspiran a ser miembros de la UE, “es necesario que sigan produciéndose avances tangibles en lo que respecta al Estado de Derecho y a las reformas basadas en los valores, las reglas y las normas europeos; la perspectiva europea constituye una opción estratégica”.

Lo que llaman “vecindad oriental” mencionan que se encuentra en ataque constante por parte de Rusia. No sólo hablan de que “Ucrania está sufriendo el ataque directo de las fuerzas armadas rusas, pero también la República de Moldavia, Georgia y otros países del Cáucaso meridional han de hacer frente constantemente a intimidaciones estratégicas, amenazas directas a su soberanía y su integridad territorial y están atrapados en conflictos prolongados”. Respecto a Bielorrusia, lo describen como un “autoritarismo que se traduce en una violenta represión interna, un apoyo militar activo a la agresión rusa contra Ucrania, la modificación de su condición de país sin armas nucleares y la utilización de tácticas híbridas contra la UE”. Por último mencionan que la estabilidad y seguridad en la región del Mar Negro se encuentra gravemente afectada por “la agresión de Rusia contra Ucrania”.

La región ártica se convirtió en un gran punto geopolítico de interés para la UE. Se incluye en la Brújula mencionando los cambios acelerados de la región “debido a los efectos del calentamiento global, las rivalidades geopolíticas y el creciente interés comercial por los recursos naturales”. 

En lo que respecta a la “vecindad meridional”, se mencionan en particular los casos de Libia y Siria como crisis no resueltas y duraderas. En general se habla de la  “amenaza terrorista, la trata de seres humanos y la delincuencia organizada, que afectan a ambas orillas del mar Mediterráneo”. Tratándose de una “región y una zona marítima de importancia estratégica para nuestra seguridad y nuestra estabilidad”, la UE resuelve “poner mayor empeño en atajar esas amenazas y desafíos “reforzando la cooperación con los socios regionales”.

En el área del Mediterráneo oriental se menciona únicamente la necesidad de entablar “el principio de las relaciones de la buena vecindad” con Turquía, ya que visualizan la existencia de “tensiones —que pueden agravarse rápidamente—, fruto de provocaciones y acciones unilaterales dirigidas contra Estados miembros de la UE, de violaciones de los derechos de soberanía contrarias al Derecho internacional, y de la instrumentalización de la migración irregular”. 

En África ven un “gran potencial” gracias a su crecimiento económico y demográfico, por lo que “reviste una importancia estratégica para la UE”. No obstante, hacen hincapié en Malí, la región del Sahel y en África central como las principales regiones inestables en donde “los grupos terroristas, la debilidad de las estructuras estatales, los mercenarios y la pobreza generalizada constituyen una combinación peligrosa” por lo que “exigen una mayor movilización de la UE”. En ese sentido, Beto Cremonte colega de PIA especializado en África explica que “los últimos golpes de Estado en esa región están relacionados con el resurgir de militares nacionalistas que ven que las respuestas de occidente solo hambrean y empobrecen a los pueblos”. Incluso, el retiro de las tropas francesas de Mali y el fin de la Operación Barkhane no fue más que un anuncio por parte de Macron, por lo que en estas últimas semanas el gobierno maliense decidió poner fin a las relaciones de seguridad con Francia en los próximos 6 meses. 

Además, consideran que “la estabilidad en el golfo de Guinea, el Cuerno de África y el canal de Mozambique sigue siendo un importante imperativo de seguridad para la UE, dado que estas zonas son además rutas comerciales clave”. 

Por último, describe “la intensificación de la competencia geopolítica en África, donde ha aumentado la presencia de potencias tanto mundiales como regionales”, poniendo el énfasis en la utilización de “fuerzas irregulares” que “comprometen los esfuerzos internacionales en pro de la paz y la estabilidad, desestabilizando a los países de la zona y sus economías y haciéndose cómplices de violaciones de los derechos humanos”. Parece que la UE ha olvidado su largo historial colonial y la sobrecolonización actual en la que varios países miembros siguen efectuando sobre el continente africano; o sobre el sostenimiento de “fuerzas regulares” que profundizan los conflictos y crisis de varios países en África. Nada se menciona sobre el pueblo saharaui. 

En el denominado “Oriente Medio y la región del Golfo” se menciona la necesidad de hacer frente a los retos de la no proliferación nuclear, haciendo hincapié en el rol fundamental de Irán para la seguridad en la región. Esto lleva a proponer que “las gestiones destinadas a lograr que se reanude la aplicación del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) en todos sus aspectos siguen revistiendo la máxima importancia”. Por último, se habla acerca de la importancia de que la región realice esfuerzos para “hacer frente al extremismo violento”, especialmente “contra los grupos terroristas como AlQaeda y Daesh”. Estos dos puntos, la situación nuclear y la lucha contra el terrorismo son “los conflictos activos y la persistente inestabilidad ponen en peligro nuestra seguridad y nuestros intereses económicos”. Nada se menciona sobre el pueblo palestino, ni en pueblo yemení, o sobre la amenza que implica la proliferación de armas nucleares de Reino Unido, pero sí de la región de Oriente Medio.

Cuando hablan sobre el Indo-Pacífico comienzan mencionadolo como el “nuevo foco de competencia mundial donde las tensiones geopolíticas ponen en peligro el orden basado en normas a escala regional y crean tensiones en las cadenas de suministro mundiales”. La UE demuestra que está interesada en proteger sus intereses en la región. Al único país que se nombra es a China y aunque dicen explicitamente que se trata del “segundo socio comercial de la UE, además de ser un socio indispensable para hacer frente a los desafíos mundiales”, prosigue con un gran PERO… “pero su comportamiento a escala regional, cada vez más asertivo, está suscitando reacciones de creciente intensidad”.

“Por lo que se refiere al resto de Asia, Afganistán sigue siendo fuente de gran inquietud por lo que respecta a la seguridad en la región, y también en la Unión Europea, debido al terrorismo, el tráfico de drogas y los desafíos cada vez más graves que plantea la migración irregular”. Algunas personas son refugiadas de guerra (ucranianos), otros son migración irregular (resto de desplazados de países de la región área árabe islámica que la UE ayudó directa a indirectamente a que huyeran de sus casas). También se menciona a Corea del Norte como país que “pone en peligro la paz y la seguridad a escala regional e internacional con sus armas de destrucción masiva, su programa nuclear y su programa de misiles balísiticos”, aunque también  a través de “operaciones de inteligencia, ciberataques y campañas de desinformación”. Sobre el armamentismo nuclear de Reino Unido no se mencionada nada, no es condenado de la misma manera, ni considerado como una amenaza para la región europea, ni tampoco el tipo de vigilancia y operaciones de inteligencia del Estado sionista de Israel, que incluso se realiza en suelo de países miembros de la Comunidad, como el conocido caso de Pegasus en España.

Por último, se habla de América Latina sin mencionar que represente una amenaza a la seguridad o estabilidad de la UE. La describe como una región con fuerte inestabilidad política y desesquilibrios socioeconómicos. Se menciona a “la fragilidad de América Central y la persistencia de la crisis en Venezuela” como factores que “favorecen fracturas regionales y generan fuertes presiones migratorias, lo que alimenta la aparición de nuevos retos en materia de delincuencia organizada relacionada con las drogas y pone en peligro la labor de pacificación en Colombia”. Se demuestra la simplicidad, el desinterés y el desconocimiento para realizar un análisis de la región. Nada se menciona sobre el criminal bloqueo a Cuba o a Venezuela. Al contrario, hemos visto a lo largo de los años como la UE se ha alineado detrás de las decisiones política de Estados Unidos en cada paso respecto a Nuestra América.

Socios multilaterales y regionales y asociaciones bilaterales

Las principales asociaciones estratégicas de la UE, como ya mencionamos, son la OTAN y EEUU, a partir de allí todos los socios países o instituciones relacionadas al eje anglosajón son parte necesaria de las relaciones en defensa y seguridad que se plantea en la Brújula.

Para defender el orden basado en reglas se fortalecerá la relación con la ONU

La cooperación con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), se presenta principalmente para tener presencia en “los Balcanes Occidentales, la vecindad oriental y Asia Central”. 

El refuerzo en la cooperación estratégica con la Unión Africana (UA), está dirigida hacia “el diálogo político y las intervenciones operativas, desde Somalia hasta la región del Sahel”. Se propone “una colaboración más sólida y equilibrada en materia de seguridad con los socios africanos. La UE establecerá para ello vínculos operativos más estrechos con organizaciones regionales y subregionales como la Comunidad Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), el G5 del Sahel, la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC) y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD). La UE se presenta como “proveedora de seguridad fiable”.

En este sentido, Beto Cremonte, colega en PIA especializado en África, nos recuerda varios puntos a tener en cuenta respecto a la relación actual Europa-África que pone de relieve la necesidad de presencia geoestratégica de la UE en el continente.

Un primer punto implica que la profundización de la participación de China en el continente prende las alarmas en Europa y EEUU. “Se desplaza de alguna manera el eje de la discusión y la estrategia geopolítica en la Unión Africana ya que mientras el imperialismo occidental solo deja tierra arrasada a su paso, China deja infraestructura e inversiones (líneas férreas, represas, salud, educación, tecnología)”. 

El segundo punto que describe Cremonte se desprende del “actual escenario de guerra y la crisis ucraniana que ha colocado a algunos países africanos en calidad de mucha expectativa ya que ante el cierre del suministro de gas y petróleo ruso, Europa debería sentarse a negociar con, por ejemplo Argelia, que el año pasado decidió cerrar el grifo del gas que enviaba a España (vía Marruecos), por los conflictos en el Sáhara Occidental. Nigeria, Uganda, Niger también son posibles fuentes de provisión de petróleo pero la capacidad de producción actual no estaría garantizada, sin la inversión en mejor y más tecnología”.

Otro punto caliente en materia de seguridad y defensa para la UE respecto a África tiene que ver con la frontera euroafricana y el tenso desarrollo de las relaciones entre España, Marruecos y Sahara Occidental que profundiza la crisis de refugiados y desplazados, pero que también apoya la criminal opresión del régimen marroquí sobre el pueblo saharaui y su autodeterminación.

Se menciona en una oración la continuidad de la cooperación con “otras organizaciones regionales, como la Liga de los Estados Árabes y el Consejo de Cooperación del Golfo”.

En relación a asociaciones bilaterales se propone reforzar las relaciones con Noruega y Canadá. Además, se muestran dispuestos a mantener una colaboración amplia y ambiciosa con el Reino Unido en materia de seguridad y defensa. Por otra parte, se busca intensificar “los diálogos específicos y la cooperación con Ucrania, Georgia y la República de Moldavia. También se propone “aumentar la inversión en la paz y la estabilidad de Oriente Próximo y el Golfo”.

Se destaca la importancia que está adquiriendo la región indopacífica, por lo que se propone trabajar con la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental (ASEAN), incluso con “miras a adquirir la condición de miembro pleno de la Reunión Ampliada de Ministros de Defensa de la ASEAN”. También, especifica que “trabajando en particular en el marco del Foro Regional de la ASEAN, seguiremos aumentando nuestra contribución a la seguridad y nuestra presencia en la región indopacífica”. 

Se buscará a través de la Estrategia de la UE en la Región Indopacífica “promover una arquitectura regional de seguridad abierta y basada en normas, que incluya vías marítimas de comunicación seguras, el desarrollo de capacidades y una mayor presencia naval en la región indopacífica”. Para ello, mantendrán consultas en materia de seguridad y defensa y relaciones de cooperación en materia de seguridad con países de la región indopacífica como Japón, la República de Corea, la India, Indonesia, Pakistán y Vietnam. También se menciona la relevancia del desarrollo de una serie de escalas portuarias y ejercicios navales conjuntos, los últimos con Japón, la República de Corea, Yibuti y la India

Erika Giménez, colega de PIA especializada en Asia, nos explica que Europa tiene poca estrategia en Asia y se debe en gran parte al no desarrollo multilateral con los grandes bloques de seguridad que representan a los países asiáticos. Aún cuando EEUU y Reino Unido han dejado a la UE fuera del reciente acuerdo AUKUS (ni tampoco está presente en otros tratados como el QUAD o el Five Eyes), en lo que respecta a la región asiática la UE continúa la línea de intereses de Washington. Esto conlleva -como en otras regiones del mundo- a que la falta de apertura de la UE no le permita tener mayores oportunidades en Asia.

Respecto a las asociaciones latinoamericanas se propone reforzar el diálogo específico en materia de seguridad y defensa con Colombia y Chile, dos países órbitas de EEUU. 

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Si en algún momento del año pasado se creía en la posibilidad de desarrollar un tipo de autonomía estratégica europea propia basada en los intereses del pueblo europeo y quizás pensar en el comienzo de un tipo de relación que incluyera a Europa occidental en el proyecto euroasiático (muy ambiciosos tal vez), con la crisis ucraniana y la inestable situación de seguridad promovida por EEUU/OTAN, esa posibilidad se enterró.  

Constantini Micaela, periodista parte del equipo de PIA Global.

Foto de portada: Soldado europeo. (Foto: Global Strategy).

Acerca del autor

Micaela Constantini

Comunicadora Social, periodista. Miembro del equipo de investigación de PIA Global. Investigando cibergeopolítica y virtualidad. Feminista, antiimperialista y autodidacta. Nuestra americana Trabajo con redes sociales, edición de video y comunicación digital.

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