El presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, declaró el viernes que Ankara se opone a la posibilidad de que Suecia y Finlandia se adhieran a la OTAN porque cree que las dos naciones escandinavas albergan a «terroristas».
Por ‘terroristas’, el líder turco se refería a militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), un movimiento separatista que opera en el sureste de Turquía, y miembros del Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP/C), un partido comunista turco proscrito.
La declaración se produjo después de que Helsinki y Estocolmo demostraran su intención de unirse a la alianza militar liderada por Estados Unidos.
“Actualmente estamos siguiendo los desarrollos con respecto a Suecia y Finlandia [que se unen a la OTAN], pero no somos favorables a eso. En este punto, no es posible que tengamos un enfoque positivo”, dijo el presidente turco a los periodistas.
“Desafortunadamente, los países escandinavos son casi como casas de huéspedes para organizaciones terroristas. PKK y DHKP/C están anidados en Suecia y los Países Bajos. Y voy más allá, en sus parlamentos” , agregó.
En abril, preocupados por la acción militar de Rusia en Ucrania, Suecia y Finlandia comenzaron a considerar abandonar su estatus neutral y unirse a la OTAN. Altos funcionarios finlandeses ya han apoyado la iniciativa. Suecia está lista para decidir sobre su adhesión al bloque militar el 15 de mayo.
Anteriormente, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, reiteró que la organización liderada por Estados Unidos estaría ansiosa por incluir a ambas naciones y aceleraría el proceso de adhesión.
Moscú ha declarado repetidamente que considera la expansión de la OTAN como una amenaza para su seguridad nacional. El Kremlin también advirtió a Suecia y Finlandia que comprometerían su seguridad, en lugar de mejorarla, al unirse a la alianza.
Rusia atacó al estado vecino a fines de febrero, luego de que Ucrania no implementara los términos de los acuerdos de Minsk, firmados por primera vez en 2014, y el eventual reconocimiento de Moscú de las repúblicas de Donbass de Donetsk y Lugansk. El Protocolo de Minsk, negociado por Alemania y Francia, fue diseñado para otorgar a las regiones separatistas un estatus especial dentro del estado ucraniano.
Desde entonces, el Kremlin ha exigido que Ucrania se declare oficialmente como un país neutral que nunca se unirá al bloque militar de la OTAN liderado por Estados Unidos. Kiev insiste en que la ofensiva rusa no fue provocada en absoluto y ha negado las afirmaciones de que planeaba retomar las dos repúblicas por la fuerza.
Artículo publicado en RT.
Foto de portada: FOTO DE ARCHIVO. © AFP / Kenzo TRIBOUILLARD