Las islas Salomón, un país insular al noreste de Australia, han cobrado una inusitada relevancia en el último tiempo, debido a los rumores de instalación de una base militar china en su territorio, a relativamente poca distancia de Australia. Esta decisión fue claramente cuestionada tanto por los Estados Unidos, como por vecinos con mayor o menor vinculación con Washington. Un episodio más del conflicto híbrido entre Estados Unidos y China.
Los océanos han recobrado importancia en las disputas geopolíticas en el contexto de la guerra mundial, híbrida y fragmentada mencionada por autores como Gabriel Merino[1]. Estos conflictos se llevan a cabo en distintos ámbitos, como el económico, los medios de comunicación, los conflictos de monedas, entre otros. En el caso puntual de los Estados Unidos, la región Indo Pacífica ha sido revaluada en pos de la competencia o enfrentamiento multiescalar y multidimensional con China. Los postulados de Mahan en cuanto a la necesidad de una flota mercante, una flota militar y una serie de puertos bajo el control del país que quisiera alcanzar el control naval de una región, siguen plenamente vigentes, y ambas potencias buscan este objetivo, con metodologías disímiles, pero sin perder la oportunidad de avanzar o de realizar intentos de bloqueo de los avances de la potencia contraria. Las rivalidades se acentúan en un permanente juego de alianzas, tratados y beneficios otorgados por las distintas hegemonías mundiales en la actualidad.
Este es el caso de las islas Salomón, un archipiélago a menos de dos mil kilómetros de Australia, una pieza hasta hace poco ignota en el ajedrez geopolítico del océano Pacífico sur. La firma de un tratado entre este país y China, a fines de marzo de este año y confirmado oficialmente a fines de abril[2], encendió las alarmas tanto en Estados Unidos como en Australia dos de los países más involucrados en la alianza AUKUS, estructurante de buena parte de las relaciones en el polo angloamericano durante la Administración de Joe Biden.
La situación de las islas Salomón generó en algunos sectores en Australia, si bien con una menor intensidad, a la situación de la Crisis de los Misiles de Cuba, en 1962, debido a la posible instalación de una base militar china a una relativamente corta distancia de su país. Un comunicado oficial del Gobierno de las Islas Salomón desmintió categóricamente esta posibilidad, e incluso aseguró que Washington, personificado en el Coordinador para el Consejo de Seguridad Nacional para el Indo Pacífico, Kurt Campbell, respetó esta decisión de Honiara, amparada en sus decisiones soberanas. La firma de este tratado de cooperación en seguridad con Beijing no hizo más que despertar las alarmas sobre un posible despliegue chino en el Pacífico Sur y un potencial acercamiento de uno de los países insulares a la órbita del gigante asiático, sumado a respuestas “en consecuencia” de parte de Washington si se concretara esa posibilidad[3][4].
La explicación otorgada por Honiara es que el acuerdo con Beijing responde a las necesidades locales de mantener el orden social y proteger las vidas y propiedades de la población. Cabe destacar que el archipiélago está inmerso en protestas desde fines del pasado año contra el primer ministro Manasseh Sogavare, que se saldaron con tres muertos y daños cuantiosos a los barrios chinos de la capital salomonense. El disparador final del conflicto fue la decisión de Sogavare de reconocer a China como nación por sobre Taiwán, sumado a un trasfondo de pobreza, desempleo y tratos diferenciales según la pertenencia étnica, fueron sofocadas en gran parte por la ayuda australiana, sumada a países vecinos como Fiji y Papúa Nueva Guinea.
El tratado de asociación, según filtraciones de medios globalistas, implica la provisión de “policías, policías armados, personal militar, otras fuerzas del orden y Fuerzas Armadas” chinas a las Islas Salomón y la autorización para la entrada de personal, armamentos, inteligencia e información, apoyo logístico, estatus legal e inmunidad jurídica para el personal relevante[5]. Esto tendría los fines mencionados y de protección tanto del personal chino como a los proyectos de envergadura del gigante asiático. A su vez, el acuerdo incluye que Beijing, con consentimiento de Honiara, pueda hacer visitas en barco, reabastecimiento logístico, escala y transición en las islas, si bien no especifica si estas actividades serían de carácter militar, civil o en ambos sentidos, aunque los medios globalistas puntualizan en el neto corte militar de la asociación y en una posible base militar que no está contemplada ni siquiera en las filtraciones.
China desmintió categóricamente estas afirmaciones de una posible base militar en el Pacífico sur. En el acuerdo firmado, según el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, se prioriza la contribución a la estabilidad regional, sin actuar contra terceros países ni con una búsqueda de reemplazar ese acuerdo por otros ya firmados previamente por las islas Salomón, acusando de desinformantes a las versiones que indican una supuesta militarización del Pacífico sur[6]. Una de las fases de la guerra híbrida incluye la desinformación y la circulación de noticias falsas (fake news), como es el caso.
La creación o concesión de puertos en distintas zonas del mundo para el reabastecimiento de los pesqueros chinos o el mismo procesamiento de sus materias primas, es un objetivo no despreciable a considerar. No solo se deben considerar las lógicas funciones militares del uso de un puerto de un tercer país, sino que se deben considerar la importancia de las flotas pesqueras chinas en su poderío marítimo, en el aspecto económico. A semejanza de los wines o wings (delanteros extremos) en el fútbol, los pesqueros chinos cumplen la función de abarcar distintas zonas del océano en pos de lograr el objetivo de abastecer de materias primas al mercado del gigante asiático. Estos wines marítimos se ven abastecidos por los reefers o barcos para el reabastecimiento en altamar, uno de los cuales fue denunciado por sus acciones en el Atlántico sur por la ONG Greenpeace[7], en el marco de prácticas generalizadas de parte de China tanto en el Pacífico sur como en el Atlántico sur, como ya se ha escrito anteriormente[8].
Beijing firmó este acuerdo con un Estado miembro de la Commonwealth, que posee un Gobernador General, nombrado por el Parlamento local, con la aquiescencia de la reina Isabel II del Reino Unido, aunque su rol sea simbólico. A su vez, las Islas Salomón posee tratados de cooperación en diversos ámbitos con Australia, sobre todo en lo militar y de seguridad, ejemplo de lo cual fue la intervención de Canberra en el marco del conflicto de las islas Salomón entre 1999 y 2003, para cuya solución desplegó 1500 soldados, 155 policías y 90 oficiales de los Servicios Australianos de Protección[9]. Cabe destacar que Honiara mantiene, como basamento de sus relaciones con otros países, un principio denominado “Amigo de todos, enemigo de nadie”.
El AUKUS, el cual está formado por Australia, Reino Unido y Estados Unidos, manifiesta la presencia del polo angloamericano en la región, mediante acuerdos de cooperación y abastecimiento en defensa, seguridad, e intercambio de información y tecnología especializada. Este tratado se vio patente en la decisión estadounidense de proveer a Australia de una flota de submarinos nucleares, lo que generó rispideces entre Washington y París, quien poseía un contrato vigente para la construcción de estos dispositivos para Canberra. En estas fechas, esta alianza fue noticia por el inicio del desarrollo conjunto de misiles hipersónicos, que pueden alcanzar una velocidad de Mach 5, cinco veces mayor a la velocidad del sonido[10].
Tiempo después, el AUKUS ve un desafío en sus puertas de parte de su rival geopolítico. El mismo primer ministro australiano, Scott Morrison, calificó el acuerdo chino salomonés como una “línea roja”, contemplada así tanto por países de la región, como Fiji, Papúa Nueva Guinea e incluso los mismos Estados Unidos[11], en una región donde las disputas no han adquirido temporalmente, el cariz de las situaciones ocurridas en la zona del Mar de China Meridional.
Nueva Zelanda, aliado del polo angloamericano en el Pacífico Sur, también mantuvo una postura clara en este sentido. Los neozelandeses expresaron su preocupación frente a una posible militarización de la región, a la que califican de innecesaria[12], a pesar de la ya conocida presencia militar estadounidense desde hace décadas en la zona.
Las estrategias Indo Pacíficas de los Estados Unidos son claras en cuanto al peligro que representa China a los valores e intereses de Washington en la región, al considerarlo como poder revisionista. Los cuestionamientos a China en el ámbito marítimo no solo son en el marco del reciente acuerdo entre Beijing y Honiara, sino que también se orientan hacia la pesca en altamar, especialmente durante la Administración Trump.
Desde la Administración Trump se buscaba acentuar el rol de Washington como fuerza garante de la estabilidad regional, en apoyo a sus intereses y aspiraciones tanto diplomáticas como económicas. El trumpismo en el poder consideraba a China como un poder revisionista, confiado y asertivo, con políticas de coerción de baja intensidad para asegurar el control de espacios marítimos disputados en la región[13]. La Administración Biden no ahorra en críticas de similar tono, al mencionar que la coerción y agresión de Beijing se sxtiende por todo el mundo, pero es mucho más aguda en el Indo Pacífico, con el socavado de los Derechos Humanos y las leyes internacionales, como la libertad de navegación. La estrategia se orienta a una competencia con China para defender los intereses y la visión del futuro que Washington comparte con sus aliados, mediante el fortalecimiento del sistema internacional y su basamento en valores comunes[14].
La Administración Biden postula la importancia de una región Indopacífica abierta, conectada, próspera, segura y resiliente, fundamental para los intereses vitales tanto de Washington como de sus aliados. Por esto, se busca tanto la profundización de vínculos con sus aliados tradicionales como Australia, Japón, Corea del Sur, Filipinas y Tailandia, además de fortalecer relaciones con países en crecimiento como India, Indonesia, Malasia, Mongolia, Nueva Zelanda, Singapur, Taiwán, Vietnam y las islas del Pacífico, con quienes se busca, en particular, aumentar las relaciones de alianza, de construcción de resiliencia y de capacidades militares[15]. Para esto, la presencia de la Guardia Costera será fundamental, tanto como el fortalecimiento tanto del ASEAN como del QUAD, el AUKUS y el financiamiento de la Iniciativa de Disuasión del Pacífico[16].
En el marco de esta situación, tanto los Estados Unidos como países cercanos recurrieron a la estrategia de “seducción” hacia Honiara, para que revea la decisión del acuerdo con Beijing.
El ejemplo más patente es la declaración publicada por el presidente de los vecinos Estados Federados de Micronesia. Este país mantiene un tratado vigente, y otro en tratativas, de Libre Asociación con los Estados Unidos, que se encarga tanto de la defensa como de la seguridad del país oceánico. En lo económico, Washington garantiza sumas mayores a los 110 millones de dólares anuales para asistencia educativa, salud, infraestructura, desarrollo de los sectores público y privado, y cuestiones medioambientales[17][18]. A pesar de menciones a una diplomacia autónoma, es claro que existe un condicionamiento material y político a las decisiones de este Estado.
En este marco, el presidente micronesio, David Panuelo, solicitó al Primer Ministro salomonense que revea su decisión del acuerdo con China[19]. Panuelo critica la posibilidad de la instalación de una base militar en las islas Salomón, que considera cierta, por el temor a que el Pacífico sur, una zona otrora pacífica, se convierta en el epicentro de una confrontación entre potencias, en las cuales sus intereses, y no los de los países de la región, sean los predominantes. Por esto, cita la posibilidad del recelo que pudieran tener Beijing y Washington frente a las potenciales y existentes bases militares entre las islas Salomón y Micronesia, con una escalada que no beneficiaría a los pobladores de estos países insulares. Pero no solo se trata de cartas de buena voluntad de vecinos cercanos.
Si bien Estados Unidos manifiesta que el acuerdo con China no es motivo de preocupación, no deja de resultar llamativa la visita del Coordinador para la región Indopacífica, Kurt Campbell y el Secretario Asistente Dan Kritenbrink, a Honiara, para el 22 de abril[20][21]. Esta visita implicó tanto la promesa de la reapertura de la embajada estadounidense en las islas Salomón como la búsqueda de mejorar la cooperación bilateral en diversos ámbitos, lo cual incluye la provisión de vacunas contra el COVID-19, la provisión de suministros médicos, la reapertura del programa de los Cuerpos de Paz y la expansión del programa SCALE, sumado a la firma del Programa de Umbral de la Corporación Millenium Challenge, para “el incentivo de la gobernanza justa y democrática, la libertad económica y las inversiones en la población” [22][23]
Si bien, como se mencionó previamente, el Gobierno de las islas Salomón publicó que Washington se habría tranquilizado respecto a las perspectivas e implicancias del acuerdo entre Honiara y Beijing, esta preocupación por la nación del Pacífico Sur no deja de tener un trasfondo. El Pacífico Sur y las zonas ecuatoriales de este océano, desde la Segunda Guerra Mundial, son consideradas por los Estados Unidos como un área bajo su control indiscutido. Esto se ve patente por la cantidad de tropas, bases y países con relaciones tan particulares como Micronesia, Palaos y las islas Marshall. La firma de un acuerdo bilateral entre China y las islas Salomón, un miembro de la Commonwealth ubicado a una relativamente cercana distancia de Australia, miembro fundamental de las alianzas QUAD y AUKUS, no deja de generar resquemores en el polo angloamericano de poder por esta situación. Si bien Gran Bretaña no ha tomado una postura firme en este caso, no dejan de ser aguas en las que conserva cierta preeminencia, tanto política como militar. La guerra híbrida, mundial y fragmentada sigue su curso, esta vez en aguas del Pacífico Sur, y en pos de los postulados inoxidables de Mahan, de la importancia de la posesión de una flota mercante, una flota militar y puertos bajo el control de un país. Quizás, se debieran agregar a futuro, las flotas pesqueras.
Notas:
*Federico Ortega, Profesor en Historia, estudiante del Profesorado en Geografía y de la Maestría en Políticas de Desarrollo (Universidad Nacional de La Plata). Miembro de la Red de Investigadores de la Cuestión Malvinas (REdICMa) y del Proyecto “El Atlántico Sur y sus relaciones con otras regiones de interés geopolítico mundial. Estudios de casos frente a las actuales tendencias hegemónicas” (FaHCE-UNLP). Analista de cuestiones relacionadas a la pesca, la geopolítica y los asuntos marítimos.
Referencias:
[1] https://memoria.fahce.unlp.edu.ar/libros/pm.765/pm.765.pdf
[2] https://solomons.gov.sb/solomon-islands-china-security-cooperation-signed/
[3] https://actualidad.rt.com/actualidad/427884-eeuu-consecuencia-base-china-islas-salomon
[4] https://www.sibconline.com.sb/us-to-respond-accordingly-to-china-military-presence-in-solomon-islands/
[5] https://www.theguardian.com/world/2022/apr/20/the-deal-that-shocked-the-world-inside-the-china-solomons-security-pact
[6] https://www.telesurtv.net/news/china-base-militar-islas-salomon–20220425-0011.html
[7] https://www.infobae.com/sociedad/2022/04/07/infobae-en-alta-mar-el-increible-hallazgo-de-un-gigantesco-freezer-flotante-que-ayuda-a-depredar-el-oceano-atlantico/
[8] https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/espiral/article/view/17664/16380
[9] https://www.lavanguardia.com/internacional/20030722/51262778690/australia-formaliza-su-despliegue-de-tropas-en-las-islas-salomon.html#:~:text=Las%20Salom%C3%B3n%20llevan%20cuatro%20a%C3%B1os,el%20caos%20pol%C3%ADtico%20y%20social
[10] https://www.telam.com.ar/notas/202204/588615-aukus-armas-supersonicas-china-asia-pacifico.html
[11] https://www.europapress.es/internacional/noticia-australia-advierte-construccion-base-militar-china-islas-salomon-linea-roja-20220425030901.html
[12] https://www.dw.com/es/nueva-zelanda-alerta-por-plan-de-china-en-islas-salom%C3%B3n/a-61276398
[13] Página 8.
[14] https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2022/02/U.S.-Indo-Pacific-Strategy.pdf
[15] https://www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2022/02/11/fact-sheet-indo-pacific-strategy-of-the-united-states/
[16] https://comptroller.defense.gov/Portals/45/Documents/defbudget/FY2022/fy2022_Pacific_Deterrence_Initiative.pdf
[17] https://www.state.gov/u-s-relations-with-the-federated-states-of-micronesia/
[18] https://www.lavanguardia.com/politica/20190805/463865654826/eeuu-reafirma-lazos-con-micronesia-ante-influencia-autoritaria-de-china.html
[19] https://gov.fm/index.php/component/content/article/35-pio-articles/news-and-updates/595-president-panuelo-appeals-to-prime-minister-sogavare-to-respectfully-reject-give-deepest-consideration-to-longer-range-consequences-from-solomon-islands-proposed-security-agreement-with-the-people-s-republic-of-china
[20] https://www.state.gov/briefings/department-press-briefing-april-21-2022/
[21] https://www.state.gov/briefings/department-press-briefing-april-22-2022/
[22] https://www.mcc.gov/resources/story/story-cbj-fy2019-threshold-programs#:~:text=Background,and%20investments%20in%20their%20people.
[23] https://solomons.gov.sb/us-respects-solomon-islands-sovereignty/