El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Lavrov, elogió con entusiasmo la política exterior independiente de India durante su viaje a Nueva Delhi para entrevistarse con su homólogo Jaishankar. Así lo demuestran sus declaraciones antes de la reunión y las preguntas que respondió a la prensa después. Aquellos que estén interesados en saber exactamente lo que dijo pueden hacer clic en esos dos hipervínculos para leer sus comentarios en su totalidad. El presente artículo no las citará de forma redundante, sino que analizará la importancia de que respalde la postura de la India ante la actual operación militar especial de Rusia en Ucrania.
Rusia y la India son socios estratégicos especiales y privilegiados cuya relación histórica incluye un importante elemento emocional que se le escapa a la mayoría de los observadores de terceros. Sus lazos actuales funcionan como un eje de estabilidad en Eurasia durante estos tiempos actualmente caóticos creados por los intentos agresivos de Estados Unidos de restaurar su decadente hegemonía unipolar sobre el mundo. La India es actualmente víctima de una guerra híbrida estadounidense destinada a presionarla para que cumpla con la exigencia de ese país de sacrificar sus intereses nacionales objetivos en aras de los Estados Unidos.
Esa campaña adopta la forma de declaraciones políticas que condenan la política de neutralidad de principios de la India, así como de narrativas de guerra informativa armadas por sus medios de comunicación que intentan desacreditar su postura, incluso afirmando ridículamente que es el resultado de la llamada «propaganda rusa». Como segundo país más poblado del mundo y una de las economías emergentes más prometedoras, la India ejerce una importante influencia en el Sur Global. Su neutralidad de principios sirve de ejemplo a todos los demás de que es posible resistir con éxito la presión de Estados Unidos en pos de los propios intereses objetivos.
Rusia es muy consciente de ello y, de hecho, espera cooperar conjuntamente con India en todo el mundo en desarrollo con el fin de impulsar su política no oficial de crear un nuevo Movimiento de No Alineados («Neo-NAM») para crear un tercer polo de influencia en el orden mundial cada vez más bipolar. Por tanto, era de esperar que el máximo diplomático ruso elogiara con tanto entusiasmo la política exterior independiente de India, ya que espera que el resto del mundo tome nota y considere emularla. Eso sería mutuamente beneficioso para ambas grandes potencias y aceleraría las tendencias multipolares preexistentes.
La importancia de los elogios de Lavrov a la política exterior independiente de la India radica, por tanto, en que atrajo la atención mundial hacia la política de neutralidad de principios de Nueva Delhi y su exitosa resistencia a la campaña de presión multidimensional sin precedentes de Estados Unidos. Puede decirse sin exagerar que la valiente postura de la India permite a ese estado civilizado servir de válvula de escape de la presión occidental para Rusia, lo que a su vez impide de manera crucial que esa Gran Potencia euroasiática se vuelva desproporcionadamente dependiente de China. Eso refuerza su autonomía estratégica y, por tanto, sirve a sus intereses mutuos.
*Andrew Korybko, analista político estadounidense.
Artículo publicado en One World.
