El Comité para Asuntos del CEI, Integración Euroasiática y Relaciones con los Compatriotas aceptó dos versiones de resolución de apelar al presidente de la Federación Rusa a reconocer las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. Ambas cuestiones habían sido enviadas por el Consejo de la Duma. Así lo informó ayer TASS: “El Comité ha tratado y adoptado las dos resoluciones. Tres miembros del Comité votaron a favor de la presentada por el Partido Comunista de la Federación Rusa. La segunda fue presentada por Volodatsky (primer vicepresidente del Comité) y Turov”, afirmó la fuente a la agencia.
Según TASS, la segunda versión también apela al presidente a reconocer la independencia de la RPD y la RPL, pero teniendo en cuenta la opinión del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre si cumple con la legalidad internacional según los acuerdos de Minsk.
Hay que recordar que a finales de enero los diputados del Partido Comunista presentaron una propuesta que apelaba al presidente ruso Vladimir Putin a reconocer la independencia de las repúblicas de Donbass según el ejemplo de Abjasia y Osetia del Sur, dialogar sobre la creación de una base legal de relaciones entre estados y suministrarles asistencia. Según Gennadi Ziuganov, líder del Partido Comunista, la resolución cuenta con el apoyo de todas las facciones de la Duma.
El apoyo de la Duma a dichas propuestas, que con diferencias plantean elevar la cuestión al poder ejecutivo, ha causado ya reacciones en Ucrania. Desde la Oficina del Presidente de Ucrania, se advertía ayer de que el reconocimiento ruso de la RPD y la RPL supondría la retirada rusa del proceso de Minsk. Y ese es precisamente uno de los motivos por el que es más que improbable que se produzca tal reconocimiento. Como advirtió Lavrov hace apenas unos días, Rusia ve el reconocimiento de las Repúblicas Populares en el contexto del proceso de Minsk, que Moscú, pese a las acusaciones de Kiev, sigue intentando fomentar.
Ucrania, por su parte, deja claro en cada reunión del Grupo de Contacto o del Formato Normandía y en constantes declaraciones de ministros y otros altos cargos del Gobierno que no cumplirá los acuerdos en su redacción actual. Y pese a las promesas de presentar una ley de estatus especial para Donbass -como hiciera Zelensky ayer en su reunión con el canciller Scholtz con la promesa de presentación de una ley que, como ha dejado claro en numerosas ocasiones, no negociará con Donbass, por lo que no cumplirá con las exigencias de Minsk-, Ucrania se mantiene firme en el intento de reescribir los acuerdos. En esa tarea, como pudo constatarse nuevamente la semana pasada en la reunión de Berlín, cuenta con el inestimable apoyo de sus aliados de Francia y Alemania.
En este contexto, el reconocimiento ruso de la RPD y la RPL sería inmediatamente utilizado por Ucrania para rechazar el proceso de Minsk -algo que de facto lleva siete años haciendo- y culpar de su fracaso a Rusia. Ese es uno de los motivos por los que es improbable que el reconocimiento ruso vaya a producirse en el contexto actual, sin una gran ofensiva ucraniana contra Donetsk y Lugansk que posiblemente sí cambiaría notablemente la situación desde el punto de vista ruso.
Pero más allá del previsible resultado, también es importante precisar que lo apoyado ayer por la Duma no es más que el traslado de la cuestión al ejecutivo con una sugerencia de actuación que ni el Ministerio de Asuntos Exteriores ni el presidente de la Federación Rusa tienen por qué seguir. En este sentido, la propuesta del Partido Comunista busca, ante todo, obligar a Vladimir Putin a posicionarse, mientras que la de Rusia Unida busca que sea el Ministerio de Asuntos Exteriores el que se manifieste, previsiblemente en contra o a favor de dilatar la cuestión, para proteger así al presidente de tener que tomar una postura pública sobre un tema que lleva mucho tiempo siendo parte de la política rusa.
Artículo publicado en su idioma original en Antifashist, traducido y publicado al español en Slavyangrad.