Qué difícil es pensar en un Chile democrático y con justicia social viendo el accionar abominable de las hordas uniformadas que agreden a gente desarmada y que no obstante su poder de fuego, humilla en sus más caros sentimientos a quienes tratan de defender sus derechos.
Qué entereza la de las mujeres y hombres que pese a todo no se dan por vencidos y salen una y otra vez a reclamar lo que les pertenece y lo que los identifica con las raíces más profundas de su identidad.
Tanto miserable civil o militar disfrazado de demócrata debe entender que las causas justas perviven más allá del tiempo y que la impunidad es finita cuando un pueblo se decide a construir el futuro.
La constituyente es un camino no es un fin, las elecciones son una oportunidad no un fin, y la calle es un territorio conquistado por la conciencia de cientos de miles de chilenos que han decidido vivir de otra manera.
Una manera que desafía al hegemón patriarcal, fascista y colonialista que impone un capitalismo anacrónico y perverso que siembra miseria y desolación en los sectores populares.
La represión vuelve a insistir en la metodología que la dictadura de Augusto Pinochet, impuso con un saldo en vidas de más de 40.000 personas, entre ellos la del compañero presidente mártir Salvador Allende en 1973.
La historia siguió su curso y de aquellos hechos aberrantes no se engendró un pueblo dócil y sumiso; creció una resistencia que gano las calles y se extendió a lo largo y ancho del país y hoy en medio de la discusión constituyente avisa que llego para quedarse y custodiar con brazo firme cada conquista alcanzada.
Sigue el pueblo poniendo la sangre, dos mapuches murieron y otros tres resultaron heridos el miércoles 3 de noviembre producto de la represión de las fuerzas policías y militares que ocupan la provincia de Arauco, en el sur de Chile, bajo la figura del estado de excepción que desde el 12 de octubre mantiene la zona militarizada.
Esta situación ocurre un día después de que el presidente Piñera realizara el pedido al Congreso de extender el estado de excepción y militarización de las cuatro provincias en las regiones de Biobío y La Araucanía.
La represión se da bajo el pretexto de siempre, encapuchados, armas largas, pero los muertos y los mutilados son los de siempre y no son ni militares ni policías; según José Huanchuleo, testigo de los incidentes, «un milico se dio la media vuelta y nos dispara a quemarropa. Iba una niña dentro de la camioneta y los milicos sin decir nada nos dispararon», dijo.
Adolfo Millabur, constituyente mapuche confirmó la muerte de uno de los indígenas, acompañado por la presidenta de la Convención Constituyente, la académica mapuche Elisa Loncon, junto otros representantes de pueblos indígenas expresando «Hacemos responsable al actual gobierno, a las fuerzas militares de Chile junto con Carabineros de la muerte de los dos comuneros de 23 y 44 años «.
Recogemos la declaración de la coalición Apruebo Dignidad que emitió un comunicado apenas ocurridos los lamentables hechos.
DECLARACIÓN FRENTE A LOS HECHOS OCURRIDOS EN TIRÚA
Como partidos políticos y movimientos de la coalición Apruebo Dignidad, condenamos el asesinato de Yordan Llempi y los tres heridos graves incluyendo un menor de edad, ocurridos ayer 03 de noviembre en Tirúa y sostenemos que el gran responsable es el actual Gobierno de Sebastián Piñera.
El decreto presidencial de declaración de Estado de Emergencia corresponde a otra señal de violencia institucional en un territorio históricamente habitado por el pueblo mapuche, que resiste aún a la expropiación de sus territorios, la discriminación cotidiana y ancestral de la que es objeto y la falta de autonomía para decidir sobre su destino.
Los hechos ocurridos en Tirúa, considerando los testimonios y antecedentes disponibles, no dan cuenta de un enfrentamiento o situación que justifique de manera alguna el uso de armas de guerra contra un grupo de personas que protestaban legítimamente por la presencia militar. Por este motivo, la forma de actuar es repudiable y solo ayuda al debilitamiento de la democracia y al sufrimiento del pueblo mapuche.
La constante respuesta de militarización en el territorio, fruto de la acción política de un mal gobierno que no da más, solo ha traído graves consecuencias para sus habitantes. Como Apruebo Dignidad tenemos la certeza que la salida a esta situación no es continuar aplicando la violencia estatal. Por el contrario, el Gobierno debe terminar con el estado de emergencia para esa zona, retirando a las FFAA de los territorios ocupados y patrullados, iniciando un diálogo serio junto a todas las autoridades representativas del pueblo mapuche, dando garantías de que se resolverán los graves problemas por la vía del diálogo en busca de reparar la deuda histórica reconocida por el Estado de Chile en términos de los derechos colectivos e individuales que se han vulnerado.
Para que esto tenga sentido, el Gobierno debe detener la consulta no vinculante sobre estado de emergencia, que impulsa su delegado en la región de Araucanía; la Fiscalía, como los demás órganos, deben obtener rápidos y fiables resultados de la investigación de los hechos ocurridos el 3 de noviembre en Tirúa.
Como coalición Apruebo Dignidad, llamamos al Congreso a rechazar la prórroga del estado de excepción y hacemos extensiva nuestra solidaridad con las familias de las personas heridas y fallecidas.
Santiago, 04 de noviembre del 2021
Testimonios de la represión; «la única verdad es la realidad»
Notas:
Fuentes consultadas: https://mundo.sputniknews.com/https://www.radionuevomundo.cl/
