En su intervención en el mayor evento sobre cambio climático en el mundo que se realiza en Glasgow, el mandatario boliviano expresó “Si las actuales generaciones no resolvemos la crisis climática, esta será una carga muy pesada e imposible de resolver para las generaciones que vienen. El liderazgo de los países desarrollados es esencial para resolver este problema mundial con alto sentido de responsabilidad común por la defensa de la madre tierra que es la defensa por la vida”
También agregó que, los países desarrollados promueven un proceso de recolonización mundial al que denominó “nuevo colonialismo del carbono” que trata de imponer sus propias reglas de juego en las negociaciones climáticas con el fin de alimentar el “nuevo sistema capitalista verde”.
Aseguró que la solución a la crisis climática no será posible con más “capitalismo verde” y “mercados globales”, y afirmó que la única posibilidad pasa por cambiar el modelo de civilización y avanzar hacia un modelo alternativo al capitalismo que sería el horizonte civilizatorio del “vivir bien”, en armonía con la madre tierra.
Los países desarrollados montan discursos en los que se muestran como los “campeones” de la lucha contra la crisis climática, pero eso no se corresponde con la realidad.
“Si los países desarrollados quieren ser líderes en la lucha contra la crisis climática tienen que promover una distribución del espacio atmosférico basado en la equidad con responsabilidades comunes, pero diferenciadas y en sus responsabilidades históricas”, apuntó el presidente Arce.
Bolivia prepara una contribución nacional hacia el año 2030 que ratificará el compromiso con la crisis climática en los sectores de agua, energía, bosque y agropecuaria y como país busca facilitar acuerdos con la cooperación internacional para avanzar en la provisión del financiamiento y otros medios de implementación para impulsar a una mayor escala los esfuerzos nacionales.