Europa

Biden, Zelensky y los acuerdos de Minsk

Por Sergey Mirkin* –
¿Ha liberado Biden a la Ucrania de Maidan del gancho de los acuerdos de Minsk? Ucrania ni siquiera estaba atada a él.

En Ucrania se está iniciando una campaña de propaganda cuya esencia es explicar a la población que Estados Unidos “ha liberado” a los políticos ucranianos de la necesidad de implementar los acuerdos de Minsk. Así, el portavoz de la delegación ucraniana en el Grupo de Contacto, Oleksiy Arestovich, afirmó que el gancho en forma de acuerdos de Minsk ya no existe para Ucrania, ya que la declaración conjunta de presidentes de Estados Unidos y Ucrania no menciona dichos acuerdos. El viceprimer ministro de Ucrania, Oleksiy Reznikov, por su parte, añadió que los acuerdos de Minsk son una “historia muerta” que no jugarán un papel significativo en la resolución del conflicto en Donbass. Toda una galaxia de expertos clama por la “victoria de Zelensky” en Estados Unidos.

La declaración conjunta del presidente estadounidense Joe Biden y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky realmente no menciona los términos “acuerdos de Minsk” o “proceso de Minsk”. Teniendo en cuenta que ambos países, al menos oficialmente, apoyan los acuerdos de Minsk, deberían haber sido mencionados en el documento. Pero la situación política se ha desarrollado de una forma que no los hace beneficiosos ni para Kiev ni para Washington.

Para los norteamericanos, los motivos son los siguientes. En primer lugar, en vista de la huida de Afganistán y la caída del régimen proamericano, la Casa Blanca debe apoyar a otros países satélite como Ucrania. En la actual situación, la visita de Zelensky fue beneficiosa para Biden. Otra cosa es que los estadounidenses temieran que el presidente ucraniano dijera algo superfluo al hablar con la prensa, como ha hecho recientemente, en forma de alguna crítica a Occidente por su insuficiente apoyo a Ucrania. Sin embargo, en Washington, Zelensky mostró su servidumbre a Biden e incluso corrigió al traductor del presidente estadounidense. Zelensky agradeció a Biden por haber suministrado a Ucrania más de dos millones de dosis de vacunas contra el coronavirus. El traductor lo tradujo simplemente como “dos millones” y Zelensky, ofendido, repitió en inglés que eran más de dos millones. Zelensky no dijo a la prensa nada que a la Casa Blanca no le fuera a gustar.

En segundo lugar, antes de lo ocurrido en Afganistán, la oposición a Biden le criticaba por permitir a Rusia y a Alemania completar el gasoducto Nord Stream-2. En su opinión, es un golpe a Ucrania. Así que Biden tenía que demostrar una buena relación con el Gobierno ucraniano.

En tercer lugar, la Casa Blanca necesita una “victoria” rápida en la escena internacional. Si los acuerdos de Minsk pudieran implementarse rápidamente o, al menos, se diera un progreso significativo en su implementación, Estados Unidos podría tener el papel de pacificador. La Casa Blanca diría: sí, no hemos sido capaces de solucionar la cuestión en Afganistán, pero hemos establecido la paz en Ucrania. Sin embargo, está claro que no puede haber una solución rápida a la guerra entre Ucrania y Donbass, fundamentalmente por la postura de Kiev. Y Estados Unidos no va a presionar a los políticos de Maidan por todos los factores ya mencionados. Además, Washington comprende que el régimen de Maidan en Ucrania es inestable y un cataclismo político serio puede llevar a su caída. Implementar los acuerdos de Minsk, que no son aceptados por radicales de todo tipo de colores, crearía una crisis. Y la Casa Blanca no necesita que caiga otro de sus regímenes satélites después de lo ocurrido en Kabul.

En cuarto lugar, en términos geopolíticos, un conflicto prolongado al estilo de lo que ahora ocurre en Donbass -ni paz normal, ni guerra normal- beneficia a Estados Unidos. Esta situación mantiene en tensión tanto a Rusia como a la Unión Europea.

No es una sorpresa que, el 5 de septiembre, aniversario de la firma de los primeros acuerdos de Minsk, la embajada de Estados Unidos publicara una declaración en la que apelaba a Rusia a retirar sus tropas de la RPD/RPL y entregar el control de la frontera a Ucrania. Esto sugiere que el Departamento de Estado ignora completamente los puntos del documento, ya que las exigencias de la embajada lo contradicen abiertamente.

En cuanto a los motivos de Kiev, los políticos de Maidan en ningún momento iban a cumplir ningún acuerdo. El 5 de septiembre de 2014 se firmaron los primeros acuerdos de Minsk, que debían poner fin a la guerra y dar inicio al diálogo entre Kiev por un lado y Lugansk y Donetsk por otro. El 7 de septiembre, Yuriy Lutsenko, una de las personas más cercanas al entonces presidente Petro Poroshenko escribió en Facebook que Ucrania debería aplicar el “escenario croata” y destrozar las Repúblicas de Donbass por la fuerza. A los políticos de Maidan les gusta recordar la historia de la Krajina Serbia, aplastada por el ejército croata con el completo apoyo de Occidente.

Es precisamente esa experiencia la que Kiev quería repetir en Donbass. Ucrania firmó los dos acuerdos de Minsk únicamente porque les obligaron las derrotas militares que las Fuerzas Armadas de Ucrania habían sufrido ante las milicias de Donbass. Los políticos de Kiev han ignorado sus compromisos bajo ambos documentos. Tanto Poroshenko como Zelensky se han acordado de los acuerdos solo cuando los necesitaban para la propaganda. Entonces acordaron realizar intercambios de prisioneros y declararon su gran victoria.

¿Ha liberado Biden a la Ucrania de Maidan del gancho de los acuerdos de Minsk? Ucrania ni siquiera estaba atada a él. Pese a que los acuerdos fueron ratificados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, nadie ha castigado a los políticos ucranianos por no cumplir con lo previsto en dicho documento, por su incorrecta interpretación o por burlarse abiertamente del proceso de paz. El documento hace tiempo que juega el papel de “válvula de seguridad” que impide que la situación en Donbass vuelva a lo sufrido en 2014 y principios de 2015. Pero en la primavera de 2021, tampoco fue ya suficiente. Solo las maniobras del ejército ruso en el sudeste de la Federación Rusa fueron capaces de enfriar el fervor beligerante de los políticos ucranianos. De no haber existido, hay muchas posibilidades de que, a finales de la primavera, las Fuerzas Armadas de Ucrania hubieran iniciado operaciones militares contra Donbass.

*Sergey Mirkin, periodista, Donetsk.

Articulo traducido y publicado en Salvyandrag.

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