Luego de 16 años de gobierno y liderazgo, Angela Merkel no vuelve a ser candidata para la cancillería. Toda la atención está puesta en quién será su nuevo sucesor o sucesora.
Estos últimos meses han estado cargados de una gran incertidumbre ya que se ha vuelto difícil predecir y proyectar sobre el nuevo o la nueva canciller, y por lo tanto sobre el futuro de Alemania y la Unión Europea.
Las encuestas no anuncian ni un candidatx ni un partido ganador, como tampoco lxs analistas están seguros de las posibles coaliciones que se puedan formar.
Estas elecciones marcan ‘el fin de la era Merkel’, pero también abren el camino a un nuevo rumbo para Alemania y Europa en los próximos años.
Cómo continuará la política exterior alemana, que en todos estos años ha construído “una cooperación europea aún más intensa en lo que respecta a la política exterior y de seguridad, sin mencionar la investigación, la digitalización y la protección del clima”. (1)
Federico Larsen, periodista, docente, y miembro del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata, nos explica que las elecciones en Alemania son tan importantes
“porque se juega lo que puede ser el próximo proyecto de conducción de la UE y se abren varias aristas. Otra Angela Merkel alemana es muy difícil que haya. Si uno va a mirar los candidatos y candidatas a la cancillería en Alemania, ninguno tiene el perfil como para liderar, -lo mismo se decía de Merkel, hace 16 años Angela Merkel tampoco parecía ser la lideresa que terminó siendo- y hay otros en cambio que sí están esperando que ese lugar quede vacante de alguna manera para poder proyectarse hacia la conducción de la UE. Yo creo que el fin de la era Merkel, puede suponer el fin de la conducción franco-alemana de la UE y abre la posibilidad a otro tipo de conducción”.
Características claves de Alemania como eje de la Unión Europea
Larsen explica que una de las principales características que hacen de Alemania un eje central de la Unión Europea es ser la ‘locomotora de Europa’ desde una visión económica.
“Alemania apuntó sobre el desarrollo económico como su principal fortaleza y como su plataforma de despliegue hacia el resto del mundo. A partir de los años 2000 Alemania aprovechó una serie de conjunciones geopolíticas que se dieron, sobre todo después del atentado a las torres gemelas en el año 2001; la llegada de Angela Merkel a la cancillería alemana; un cierto rezago de parte de algunos de los principales actores de la UE; para sumar a ese rol de locomotora del punto de vista económico de la UE, también un fuertísimo liderazgo político. De hecho, Alemania lo que hace es quitarle de alguna manera el lugar en la conducción de la UE a Gran Bretaña, que nunca tuvo un verdadero lugar de conducción, en realidad siempre tuvo un lugar de contrincante en el proyecto geopolítico que podía llegar a tener la UE con Francia. Angela Merkel llega a la cancillería justamente con la perspectiva de poder ampliar la participación alemana en la UE”.
Alemania ha construído en todos estos años de conducción con Angela Merkel un destacado liderazgo dentro de la UE con énfasis en el desarrollo de una fuerte visión europea. Además de ser la economía más grande de la UE y uno de los socios más codiciados en lo que respecta al comercio dentro de la Comunidad, también es el país que más contribuye económicamente, y que ha dispuesto el liderazgo de nuevas políticas para hacer frente a las crisis como la financiera, la del euro y de la deuda soberana o la crisis de refugiados en 2015, como también los diversos los desafíos en la última década. Esto la ha llevado a ser nombrada como la canciller de la Crisis. Merkel también ha rescatado el Proyecto de Tratado sobre la Constitución Europea, hoy parte del vigente Tratado de Lisboa.
Durante la Presidencia alemana en el Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre de 2020 se acordó un nuevo marco financiero plurianual, se puso en marcha el fondo de recuperación europeo ‘Next Generation’, el Brexit y los acuerdos de inversiones con China.
Larsen marca dos cuestiones interesantes con respecto a la proyección alemana de Merkel en el ámbito europeo:
“En primer lugar, Alemania no germanizó la UE. Eso es muy interesante, no impuso su forma política, sus estructuras, su visión geopolítica a la UE, sino que impuso una forma de entender el funcionamiento interno, especialmente en el ámbito fiscal y económico, ligado sobre todo a la idea de austeridad, pero no estuvo sola en eso. Ahí es donde efectivamente el rol de Sarkozy en su momento fue fundamental para sostener la proyección alemana.
Y la segunda cuestión que hay que tener en cuenta cuando se habla de las elecciones en Alemania, es que Alemania tiene una proyección internacional fuera de la UE prácticamente nula. Es decir, fuera de la UE, Merkel en 16 años de cancillería no construyó o no constituyó una potencia desde el punto de vista militar. Si uno va a mirar las intervenciones occidentales en todo el mundo, Alemania prácticamente no existe.
Durante las últimas operaciones militares en Siria por ejemplo, hubo una serie de declaraciones por parte de generales y militares británicos que decían, ‘nosotros tenemos acá un puñado de alemanes que no sabemos qué hacer con ellos’, porque Alemania no es una potencia militar.
Alemania obviamente durante los últimos 70 años vivió bajo el ala de la OTAN, la Alemania Federal que luego de alguna manera fue la que llevó a la unificación y que llevó adelante la política exterior alemana luego de 1989, nunca tuvo un rol importante desde el punto de vista militar, nunca tuvo un rol preponderante desde el punto de vista diplomático, fue Angela Merkel la que construyó ese rol a partir justamente de la UE”.
Alemania es el país de Europa que comparte frontera con más países, de los cuales ocho de nueve son Estados miembros de la UE. Su principal socio es Francia. Ambos son los socios comerciales más importantes de Europa. Según la página oficial alemana ‘Hechos sobre Alemania’, la relación se describe como una “fuerza impulsora” que, “como socios, se sienten especialmente responsables del futuro de Europa”.
Los principales acuerdos que sellan la relación y amistad franco-alemana fueron el Tratado de Elíseo (1963) y el Tratado de Aquisgrán (2019), ambos buscan reforzar las relaciones civiles e institucionales y promover la UE. Por este motivo, a partir de 2019 existe, entre otras cosas, un comité de cooperación transfronteriza franco-alemana, y desde 2020 un fondo ciudadano franco-alemán. Los Parlamentos de ambos países se reúnen dos veces al año en una Asamblea Parlamentaria Franco-Alemana.
Como concluye nuestro entrevistado, Federico Larsen, estas próximas elecciones pueden suponer el fin de la conducción franco-alemana de la UE y abrir la posibilidad a otro tipo de conducción.
*Micaela Constantini, periodista y parte del equipo de PIA Global.
Foto de portada: La canciller alemana, Angela Merkel Carsten Koall/Getty Images.
