Con la declaración de independencia de Ucrania, alrededor del 17% del complejo militar-industrial de la Unión Soviética quedó en el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania. Además, Ucrania se convertía en dueña del tercer mayor arsenal nuclear del mundo, solo por detrás de Estados Unidos y Rusia. El país disponía de 220 unidades estratégicas en su territorio: 176 misiles balísticos intercontinentales, 44 bombarderos pesados equipados con más de mil misiles nucleares de largo alcance y 1240 cabezas nucleares. Eso sí, a consecuencia del Memorándum de Budapest de 1994, Ucrania renunció a sus armas nucleares.
Sin embargo, no hay duda: si las cabezas nucleares hubieran permanecido en el país, habrían sido dirigidas contra Rusia y contra Donbass o utilizadas por algún patriota. Así que una Ucrania sin armas nucleares es garantía de seguridad para toda Europa. En cuanto al complejo militar-industrial, desde la disolución de la Unión Soviética, se puede decir que se ha desintegrado: ni se ha preservado ni el país ha sido capaz de utilizarlo para la defensa doméstica en los 30 años de independencia de Ucrania. De ahí que el empobrecido ejército tenga la gasolina de la propaganda fascista y el odio a todo lo ruso. Sin embargo, aún hay hierro en los depósitos, que, en realidad, ha sido enviado a las fiables manos de los habitantes de las Repúblicas Populares. Y si a nivel mundial el Ejército Ucraniano no es gran cosa y los estándares de la OTAN [que Ucrania dice trata de imponer] brillan por su ausencia, para la RPD/RPL el ejército de la bandera azul y amarilla no es más que el ejército regular de ese Estado enemigo que sigue matándolos.
Desde enero de este año, se han registrado más de mil episodios de violaciones del alto el fuego en la RPD, dato que es 3,5 veces superior al del periodo desde el inicio de la puesta en marcha de las medidas para reforzar el régimen de alto el fuego. Según la representación de la RPD en el Centro de Control y Coordinación Conjunto, el número de casos de uso de armamento pesado se ha multiplicado. En 2021, las Fuerzas Armadas de Ucrania han utilizado diferentes calibres de artillería, mortero y otros proyectiles. El total de munición utilizado se ha triplicado.
“Preocupación especial suponen los ataques dirigidos contra zonas residenciales de la República. En 235 días, han muerto seis civiles, once han resultado heridos, 185 edificios residenciales han sufrido daños, 31 infraestructuras y 8 vehículos han resultado dañados o destruidos. Las zonas más bombardeadas han sido los suburbios de Donetsk (la mina Trudovskaya, Staromijailovka, Alexandrovka), el distrito Nikitovsky de Gorlovka y la localidad de Kominternovo.
Por ejemplo, durante los años de guerra civil, han muerto 224 civiles en la ciudad de Gorlovka, entre ellos 20 niños. Alrededor de 700 han resultado heridos, 70 de ellos menores. En el centro de la ciudad se encuentra el memorial “Corazón roto”, donde hay nombres de víctimas grabados en cuatro losas que ya no tienen espacio para todos los nombres de las víctimas del conflicto militar. “Tendremos que ampliar el memorial para perpetuar la memoria de todos los residentes de Gorlovka muertos en la guerra. Y no muy lejos, en el parque, en el lugar de la muerte de la Madonna de Gorlovka -la muerte de Kira y Kristina Zhuk- hay también otro monumento”, explicó Alexey Ivajnenko, teniente de alcalde de la administración de Gorlovka.
Por octavo año consecutivo, la localidad de Spartak se encuentra en la línea de fuego. En este suburbio de Donetsk, todas las infraestructuras y las tiendas y comercios quedaron destruidos en 2014. Ahora ferias ambulantes supervivientes vienen aquí. “No es realista abrir tiendas en Spartak porque destruyen o las tiendas en sí o las fuentes de energía. Así que hemos encontrado una alternativa en forma de ferias en las que los productores venden sus productos a bajos precios. Viajar a ellas sigue sin ser fácil, no es seguro y muchos dicen que no. Pero también están los que dicen: ¿Si no lo hacemos nosotros, quién lo hará?”, dice la vicepresidenta del Parlamento de la RPD, Olga Makeeva.
En la localidad de Veseloe, situado junto al destruido aeropuerto de Donetsk, la población vive en solo 68 casas. Antes de la guerra había 400 edificios residenciales allí. Hoy en día, se siguen produciendo llegadas del lado ucraniano. Ayer fueron seis. “Quedan aquí fundamentalmente pensionistas. Hay quienes querrían volver pese a los bombardeos, pero no hay dónde volver, sus viviendas prácticamente han desaparecido de la faz de la tierra. Por ejemplo, en la calle Koljoznaya, solo quedan tres casas de un centenar. Vino un hombre, lloró junto a su casa, solo quedaba un montículo de ladrillos, y se marchó”, cuenta el alcalde del pueblo, Vasily Tsarini.
“La guerra continúa en Donbass. Mueren civiles, mueren niños. Zelensky, cuando aún era candidato presidencial, prometió traer la paz a Ucrania. Prometió cumplir los acuerdos de Minsk y los acuerdos de París de diciembre de 2019 y salvar cientos o miles de vidas. Pero solo ha traído penuria, se ha olvidado de los miles de muertos y dos centenares de niños asesinados en Donbass. Es una abominación, un monstruo que sonríe”. Así es como define la situación el exdiputado ucraniano Oleksiy Yuravko.
Mientras tanto, Kiev, con su estilo habitual, ha vuelto a obstaculizar las negociaciones sobre cuestiones humanitarias cuando las partes trataban de discutir el procedimiento de intercambio de prisioneros y apertura de dos puestos de control.
“Ucrania claramente no tiene nada que decir sobre la evidente negativa de avanzar sobre el intercambio de prisioneros y otras cuestiones en la agenda del Grupo de Contacto. Bajo falsos pretextos, Ucrania se ha desconectado de la videoconferencia. Sin embargo, ha seguido escuchando al embajador Relander y lo que decían la RPD/RPL y Kiev encendía y apagaba la cámara para decir algo. Fue encantador. Después de media hora de estas intermitencias, Ucrania se desconectó completamente e interrumpió la reunión del subgrupo humanitario. Aunque había una agenda muy importante”, explicó la representante de la RPD y periodista Maya Pirogova.
Artículo traducido y publicado por Slavyangrad.