Otro indicador del ascenso de China lo expresa un informe del 2020 del Congreso de Estados Unidos que dice que, en términos militares, Estados Unidos ya perdió la primacía en el Pacífico occidental.
Es justamente en esa área en que está el mar del sur de China, Vietnam, Laos, Camboya, Filipinas, Indonesia, Malasia, toda esa zona, más lo que es parte del Índico.
En el estratégico estrecho de Taiwán y en toda esa zona, el Congreso de EEUU dice, «nosotros ya perdimos la primacía militar, perdimos nuestra hegemonía en esa área y tenemos que recuperarla.”
Hasta ahora, todos los intentos por frenar el ascenso de China fracasaron, incluso el intento de Trump de Guerra comercial y Guerra tecnológica, que tenía como uno de los blancos centrales a Huawei la gran empresa de 5G.
Guerra que buscaba frenar el desarrollo de 5G que China lidera y otras tecnologías fundamentales de la llamada revolución industrial 4.0, y, a pesar de todos los intentos y de una Guerra Comercial “tremenda”, no logran frenar el plan de desarrollo tecnológico Made in China 2025.
De hecho, hasta pusieron presa a la hija del presidente de Huawei, que está presa en Canadá, un apriete al viejo estilo de los cowboys, así y todo el año pasado Huawei en plena guerra y con todo lo de la pandemia creció 13% en el primer semestre.
Es muy difícil poder frenar por ahora ese ascenso.
Pero incluso, si pensamos más allá de China, las sanciones contra Rusia en el 2014 y los intentos por contener a Rusia y producir un “cambio de régimen” como le llaman los neoconservadores yanquis en Rusia para sacar a Putin y todo eso tampoco anduvo.
De hecho Rusia ganó tremendamente una posición clave, o defendió una posición clave en Siria, lo mismo que en Ucrania y Crimea.
Incluso si miramos América Latina, el intento de consolidar un giro neoliberal conservador a partir de 2014-2015, (después nos podemos referir un poco más), bueno, fracasó.
No pudo consolidarse, no pudo construir una hegemonía.
La segunda tendencia central de esta transición y que es clave también entender y analizar es que, nosotros, vamos hacia un proceso de cada vez mayor agudización de contradicciones que son sistémicas.
Es decir, por más que se junten, Biden con Putin o en su momento Trump con Xi Jimping ¿se acuerdan que habían firmado a principio de 2020 el acuerdo? y decían bueno, ya está, no hay más guerra comercial…
Pero por más que se junten y tengan ciertos acuerdos coyunturales, hay contradicciones que son sistémicas y se resuelven cuando una termina subordinando a otra, no pse arreglan así como así, en una charla de café.
Esas contradicciones sistémicas tienen como cuestión principal la contradicción entre las fuerzas unipolares encabezadas por lo que ya se denomina geopolíticamente como Occidente o el Norte Global con Estados Unidos a la cabeza, versus las fuerzas multipolares, los poderes emergentes, que implican distintos proyectos y sujetos. Esa es una contradicción sistémica, porque su resolución implica avanzar hacia un mundo u otro mundo.
Así como no existe el Alca y el Mercosur al mismo tiempo, o resulta imposible en términos estructurales una solución de compromiso.
En América Latina se construye un bloque continental, con desarrollo de un mercado regional y empresas de escala regional estatales y privadas o avanza algún tipo de Alca, o de subordinación e inserción periférica, primario exportadora, patio trasero. Hoy en día esa conjugación y esa diferencia implica una tensión sistémica que, necesariamente, deviene en algún momento antagónica, en tanto se resuelve para un lado o para el otro, o se estanca en una situación de empate estratégico.
Pero son cosas que llevan años y hay muchos matices dentro de los dilemas fundamentales.
Pero incluso hay contradicciones centro-centro muy importantes, en el sentido de, por ejemplo, las que existen entre el eje franco alemán y Estados Unidos, Inglaterra o las fuerzas anglo-estadounidenses, ya sean globalistas o nacionalistas americanistas.
Un ejemplo de esto es Nord Stream 2, ese segundo gasoducto que va de Rusia a Alemania sin pasar por ningún Estado tapón, que es lo que le molesta a Estados Unidos, no pasa por Polonia, por Ucrania, y que va a alimentar la industria alemana con gas barato ruso.
Eso además profundiza y consolida ahí una relación estratégica.
Recordemos que Schröder, ex canciller social-demócrata alemán, es parte del directorio de ese gasoducto.
Ahí hay una Alemania yendo hacia Eurasia, aunque después Merkel sea más atlantista.
Ahí hay una contradicción, pero lo cierto es que, por más presiones que hizo Estados Unidos, Alemania no abandonó el gasoducto.
Además, Estados Unidos le querían vender ellos el gas licuado a los alemanes.
Y los alemanes no cedieron ahí. Y lo mismo podemos decir sobre las diferencias en Ucrania o con la cuestión de Irán.
Ahí se observa cómo ese tipo de contradicción centro-centro, y lo mismo le pasa a Japón.
Japón por un lado es parte de los Quad, de la Alianza que intento armar Estados Unidos junto con la India, Australia y Japón para frenar en el Pacífico a China.
Los Quad intentan hacer una proto OTAN, intentan hacer el núcleo para desarrollar una OTAN pero del Pacífico. Ese proyecto hacia 2010, 2011.
Por un lado Japón dice “sí soy parte de los Quad” pero por otro lado es parte de la ruta a la seda china, es parte del RCEP, tiene empresas japonesas que están más desarrolladas en territorio chino que en el propio Japón y a veces termina más cercano al Partido Comunista Chino que a las fuerzas liberales y globalistas dentro de China de Hong Kong y Shanghái.
Estas contradicciones, lo mismo la India, que es parte de los Quad pero a su vez tiene fuertes relaciones históricas con Rusia y es muy importante para ellos esa relación, que siempre le proveyeron armas.
Otras contradicciones sistémicas son con los pueblos del Sur Global, los pueblos de las periferias y semi-periferias que intentan construir otros proyectos frente a la globalización financiera neoliberal, que además está en crisis y ya ni siquiera puede ofrecer un camino de desarrollo del subdesarrollo.
Incluso en el interior del propio Estados Unidos tienen contradicciones sistémicas producto de la creciente desigualdad con sus clases populares, pero también y especialmente, la profunda tensión en los propios poderes dominantes de Estados Unidos, cada vez más partidos, lo cual atraviesa e impacta en todos los territorios mundiales.
Entonces, observamos crecientes tensiones centro-centro o en el viejo centro, centro versus semiperiferia emergente y proyectos nacionales de este mundo multipolar, pero por otro lado contradicción entre el establishment, las oligarquías financieras, versus los pueblos, que en palabras del Papa Francisco, están en una situación que no se aguanta más.
Un ejemplo de estos estallidos es lo que está pasando en la región andina en Chile o en Colombia o el fenómeno electoral en Perú donde estos modelos no logran reproducirse, porque están expresando las crisis sistémicas.
Cuál es la clave en este momento creo yo, que post 2014 sobretodo post pandemia la agudización de esas contradicciones sistémicas dio lugar a un proceso que llamamos el desarrollo de una guerra mundial híbrida.
No estamos en una nueva Guerra Fría.
Eso es clave, no se trata de una nueva Guerra Fría. La Guerra Fría era entre dos bloques separados, entre la Unión Soviética que era una semiperiferia bastante atrasada en relación a Estados Unidos Japón y Europa occidental (salvo en el sector armamentísitico y aeroespacial), que, de hecho, había un desequilibrio clave ahí entre la capacidad económica entre un bloque y otro pero, además, eran bloques separados. Hoy, en cambio, China es parte fundamental y orgánica del sistema económico mundial.
Hoy, China, de las 500 principales empresas del mundo por facturación, por ingresos, ya le ganó a Estados Unidos.
China tiene 124
Estados Unidos tiene 121.
China está en el corazón del sistema mundial y de hecho encabeza otra forma u otro tipo de “globalización”, como diría el amigo Javier Vadell, una globalización a la China, con otra lógica.
China está además con una capacidad tecnológica fenomenal que en algunas ramas llega a disputarle al norte global. Además, de los 10 principales bancos del mundo por activos los 3 primeros.
Es decir, China está completamente interconectada, en un mundo donde prácticamente no existe la exterioridad.
Eso implica un cambio de la forma de la guerra, tanto para los globalistas que construyen una territorialidad global -donde ya no hay defensa todo es seguridad—, también para las fuerzas que se le enfrentan a esa lógica y ese proyecto.
Con lo cual lo que se desarrolla es una guerra híbrida, esta guerra mundial híbrida, sobretodo post 2013, 2014, con los hechos de Ucrania y cuando China lanza la nueva ruta a la seda, y agudizan las tensiones en el Mar del Sur de China, y se multiplican las Guerras en Medio Oriente y empieza una fuerte tensión en América Latina y golpes blandos (y no tan blandos) contra las fuerzas nacionales, populares y democráticas.
Recordemos que ahí tenemos un conjunto de procesos que terminan en el golpe de Estado a Dilma Rousseff, bueno, y otros.
Pero en ese momento clave, uno ve que por un lado hay guerra en distintos frentes, en múltiples frentes.
La guerra económica, a través de sanciones y bloqueos económicos que son durísimos para las economías de los países, la sanciones a Rusia, las sanciones a Irán, o guerra económica sobre países latinoamericanos, bloqueos, etc.
En segundo lugar, la guerra financiera y de monedas como otro plano de la disputa.
En tercer lugar, la guerra tecnológica (un poco estuvimos hablando de Huawei).
Cuatro, la Ciber-guerra, como otro plano central del enfrentamiento, de hecho, ahora se juntaron Biden con Putin, para disminuir o tratar de acordar ciertas reglas del juego de la Ciber-guerra, pero, por otro lado, China salió a denunciar la semana pasada que Estados Unidos había incrementado enormemente las acciones de la ciberguerra.
De hecho, los ataques -en ese plano de la guerra- son fundamentalmente de Estados Unidos, que es lo que denunció Putin, aunque los chinos tienen lo suyo, los rusos tienen lo suyo, pero también, esto lo vivió Irán cuando, a través de un virus, le destruyeron gran parte de su avance -hace unos años atrás- de su avance en materia de desarrollo nuclear.
EN quinto lugar, la guerra de información, o también la Guerra Psicológica como le llamaban algunos sectores en el Pentágono.
Esto es, particularmente sensible, para este grupo de comunicadores, en el sentido de que cae justamente donde en este terreno del enfrentamiento, en el terreno de la información y la comunicación.
Por eso vemos surgir cada vez más distintas voces, para, justamente disputar los relatos dominantes con los cuales se perciben los acontecimientos en el mundo.
Así vemos el crecimiento de Rusia Today o Sputnik, la presencia cada vez más fuerte de China a través de Global Times, Xinhua u otro portales, los alemanes sacando Deutsche Welle, que cada vez tiene más presencia o los franceses con France 24, etc..
Están todos tratando de dar su relato y su visión, su interpretación y quebrar la hegemonía anglo-estadounidense en este terreno, que utiliza como un arma fundamental. Recordemos Irak y las famosas armas de destrucción masivas, finalmente inexistentes, pero que legitimaron la invasión.
Otro frente de esta guerra es el llamado Lawfare o guerra jurídica, judicial, que es parte de esa Guerra Híbrida.
Por otro lado, observamos una multiplicación de «Golpes Blandos», revoluciones de color, golpes más duros, guerras híbridas en donde se combinan fuerzas convencionales con no convencionales, etc.
De hecho, este concepto uno lo toma de, uno declaraciones del propio Papa Francisco que, en el 2014 dice:-Bueno, ahora, como ya no se puede hacer la Guerra de una forma directa, hacen la guerra por «pedacitos» y de distintas modalidades.
También intelectuales como Joseph Nye, importante teórico de Harvard, produce una reformulación o actualización de la teoría de la guerra para comprender estos nuevos fenómenos.
El ruso Andrew Korybko también aporta -en ese sentido- o el libro chino: «Guerra Irrestricta”, publicado en 1999 por militares chinos, que resulta también un aporte clave para entender esta guerra mundial híbrida.
La tercer tendencia -ahora voy a ir más rápido-( porque veo que me estoy quedando sin mucho tiempo) la tercer tendencia es que la crisis de hegemonía implica también la crisis del Orden Mundial, de sus instituciones y de sus ideas dominantes, de las mediaciones político-institucionales existentes, nacionales e internacionales, este es otro plano de la crisis.
Justamente, el sistema de mediaciones que se habían consolidado a partir de la hegemonía estadounidense, con ciertas instituciones y mediaciones prácticas y teóricas, el desarrollo del FMI, del Banco Mundial, del GATT y luego la organización mundial del comercio, las instituciones fundamentales de los regímenes liberales como paradigmas a seguir o imponer, o las ideas políticas liberales y neoliberales como hegemónicas, bueno todo eso es lo que entra en crisis.
De hecho, tenemos, por un lado, frente al multiculturalismo globalista que es la matriz cultural de la globalización —este multiculturalismo globalista que mete todas las culturas en la licuadora, las mezcla en una lógica del mercado global, les quita su contenido sustancial y las vende como un mero producto de consumo— emergen los nacionalismos conservadores en el propio centro, culturalmente racistas (supremacismo blanco) como los WASP, (como le dicen en Inglaterra y Estados Unidos, a todas estas corrientes que se reivindican como naciones: «White Anglo Saxon Protestants», (blancas anglosajanes y protestantes)
Como tercer expresión a esta antinomia del Norte global, emerge a su vez la pluriculturalidad de los pueblos y de los poderes emergentes, con otras matrices ideológicas, valores, propuestas, proyectos, con otras ideas.
Algunos denominan un pluriversalismo en el sentido de distintos universalismos que conviven en un mundo crecientemente multipolar y desde donde se puede engendrar otra geocultura común para un nuevo sistema mundial.
Entonces, bueno, existen tres polos, en esa disputa, o tres bloques (en realidad el último no es un bloque sino una diversidad que se articula) y ello también se expresa en el plano de las instituciones, esto que vemos de la nueva Ruta de la Seda o todo lo que fue la UNASUR, o el Banco de los BRICS o el Fondo de los Brics.
Todo un conjunto de instituciones del mundo multipolar, es decir, un multilateralismo multipolar.
Y acá es clave distinguir entre el multilateralismo multipolar, -que quiere apuntar a democratizar el poder y la riqueza mundial, del multilateralismo unipolar, que es el que impulsan Biden ahora en su gira, que es, volver a fortalecer y reconstruir las viejas instituciones multilaterales pero de la hegemonía anglo-estadounidense occidental, la vieja hegemonía, el viejo orden mundial, el G7, una versión determinada del G20 o la centralidad en el FMI y el Banco Mundial en lugar del Banco de los Brics, el Fondo de los BRICS, o el Banco Asiático de Inversión e Infraestructura, UNASUR, etc.
También vimos crecer el unipolarismo unilateral de las fuerzas retrasadas y nacionalistas del Norte, que era un poco lo que expresan lo que expresó Trump, en parte, sobretodo más que Trump lo que eran Pompeo, Bolton, Pence, etc porque dentro del Trumpismo también se mezclaban otros sectores, es más heterogéneo de lo que parece. Pero había un núcleo dominante del gobierno de Trump el que se impuso, más allá de otras fuerzas más anti establishment.
La Cuarta tendencia clave, refiere a una crisis económica estructural, que desde el 2008 golpea especialmente el norte global y tiene que ver con la crisis de acumulación del capitalismo financiero neoliberal y su globalización.
Fíjense, ni Europa ni Japón volvieron a crecer post 2008, si se observa el PBI nominal de Europa o de Japón del 2008 para acá, y no sólo no creció sino que estaba estancado y ahora con la pandemia cayó.
Estados Unidos crece, pero crece en un proceso tremendo de financierización, de salvaje financiero, compra de deuda, de emisión monetaria: había emitido 3.5 billones de dólares en el 2008 al 2014 y ahora con la Pandemia emitió otros 3 billones más.
Vuelan papelitos impresos en verde a lo loco.
También una deuda muy importante del sector público que ya superó el 100% del PBI para financiar el doble déficit estructural. No sólo el sector público sino también privados, por eso se habla de empresas “zombis», empresas se sostienen porque tienen endeudamiento ilimitado.
Pero, bueno, esta crisis que no pueden resolver está en esta relación con lo geopolítico porque esa crisis de sobre acumulación, que exacerba la financiarización del capital que no encuentra inversión en la economía real, solo se puede solucionar si logran subordinar a los pueblos y las semiperiferias emergentes; si se logran comer a China a Rusia a la India a América Latina y, quizás, reconfigurar el capitalismo global.
Hasta que esto no suceda no hay resolución de la crisis, así como post 1930 no hubo resolución de la crisis hasta el desarrollo de las economía de guerra y la post guerra.
Fíjense también que, desde el 2008, se frenó la fórmula de la globalización: La llamada globalización, la fórmula que por cada punto de crecimiento de la economía mundial crecía 2 puntos el comercio y 3 puntos la inversión extranjera, ya no va más.
El comercio mundial ya no crece, no se duplica con respecto al crecimiento de la economía y menos la inversión extranjera directa. La expansión material de la globalización quedó frenada.
Y por otro lado, esta lógica de capitalismo financiarizado, que necesita en un círculo vicioso cada vez más emisión de dólares y emisión de deuda norteamericana, por otro lado exacerba lo que algunos llaman acumulación por desposesión: el capitalismo financiero para seguir acumulando tiene que absorberla de algún lado- tiene que absorber riqueza de la producción y el trabajo.
Obama dice :-Bueno, le vamos a ar todo el dinero necesario para el salvataje a los bancos y los fondos financieros de inversión global.
Esos fondos acumulan y se acumulan en, por ejemplo, la especulación con acciones, con derivados, eso crece, crece esa burbuja, la ganancia de esas especulaciones tienen que sacarla de algún lado, de procesos reales, y esos procesos reales, son los procesos concretos de trabajo, sobre los cuales cada vez ejerce más presión el gran capital financiero.
Esa transferencia de excedente desde la producción y el trabajo, hacia la acumulación de capital financiero, no solo genera un problema clave en la acumulación de la economía real, si no, también produce una tremenda desigualdad, que es lo que vemos estos días, pero no solo el quilombo es con los pueblos del sur si no que el quilombo es adentro del propio Estados Unidos y Europa y Japón, porque aumenta la desigualdad y con ello el conflicto social y político.
Acá hay un punto que también es clave para nosotros los del sur.
Desde el 2008 la cuestión es que si acá se impone el neoliberalismo periférico o estos proyectos financieros oligárquicos de exportadores, ni siquiera tenés desarrollo del subdesarrollo.
Esa idea André Gunder Frank de que los países dependientes tenían desarrollo, pero del subdesarrollo, es decir, hay crecimiento, hay acumulación, se desenvuelven las fuerzas
productivas, pero bajo la forma de la dependencia y el subdesarrollo. Por ejemplo, los ingleses construyeron los trenes acá pero bajo la forma subdesarrollada y dependiente, es cierto que tenés infraestructura, pero como decía Scalabrini tenés infraestructura para sacar la riqueza nacional.
Creció el país, creció su PBI bajo el modelo primario exportador de fines del siglo XIX a principios del siglo XX pero crece de forma dependiente, crece como factoría semicolonial.
Era lo mismo que pasaba en los noventa y hasta 2008-2010, con la expansión de la globalización. Pero el gran problema es que, ahora, no tenés ni eso, porque todo es saqueo, (para decirlo más académicamente, es todo transferencia de excedente), que es lo que pasó con el gobierno de Macri.
Macri dice “lluvia de inversiones” y no tenés ni llovizna ni garúa ni nada, lo único que tenés es una presión fenomenal por la transferencia y extroversión del excedente que se transforma en fuga. Es lo mismo que hicieron Temer y Bolsonaro, por eso el estrepitoso declive periférico de Brasil.
Paradójicamente, las únicas inversiones reales durante el gobierno de Bolsonaro, a su pesar, provenían dominantemente de China, que no está en la lógica de la financiarización.
Pablo Guedes, ministro de economía de Brasil dijo “vamos a privatizar todo” cuando quiso privatizar todo, dijo:- “Che ¿Quien está ahí para comprarme?”
Y aparecieron los chinos muy predispuestos.
Se quería morir.
-Vos, vendé tranquilo, que yo compro le decían los chinos.
Es que los chinos que tienen otra lógica, comandada por las empresas estratégicas estatales, 95 grandes conglomerados, que no buscan una ganancia en corto plazo, porque construyen bajo otra lógica, bajo otra ecuación, porque no construyen como capitalismo financiarizado.
Tienen otras lógicas de acumulación.
Por ejemplo, obtener y asegurarse una materia prima para que Estados Unidos no me restrinja el crecimiento o tenga menos margen para obturar el crecimiento industrial chino, o aumentar la presencia mundial en la construcción de infraestructura donde canalizar su enorme producción de cemento y acero, etc.
En contraste a esa tendencia de crisis económica o bajo crecimiento a pesar de enormes estímulos que desde 2008-2010 afecta al Norte Global, fíjense que China más que triplicó su PBI en términos nominales en dólares.
En 2008 el PBI de China rondaba los 4 billones de dólares y en 2019 estaba en casi15 billones.
Además triplicó el salario mínimo y tienen un salario promedio de 1000 dólares (en Argentina es de uno 500 o 600, a cambio oficial)
Frente a Occidente que no crece, y que incluso, el asesor de Obama, Summer, hablaba de estancamiento secular, China tiene un crecimiento exponencial.
Esa tendencia se aceleró con la pandemia.
Justamente entre otras cuestiones porque enChina su sistema financiero, al contrario, es un tremendo vehículo para la expansión productiva nacional, tanto del mercado interno como también internacional.
Entonces, eso es clave entender también las implicancias de esa crisis económica, qué implica hoy abrirse, o cómo “abrirse al mundo”, etc.
La quinta tendencia clave es la llamada cuarta revolución industrial, que refiere a un nuevo paradigma tecnológico que emerge en relación a la reconfiguración de las relaciones de producción.
Esto que vemos como virtualización y digitalización de las relaciones de producción.
Con dos particularidades, una es que China tiene capacidad de encabezar ramas fundamentales de esta nueva revolución industrial, como por ejemplo inteligencia artificial, el internet de las cosas, el 5G, el comercio electrónico.
Se ha roto el monopolio tecnológico del norte global.
Así como se rompió el monopolio militar, también se rompió el monopolio tecnológico y se resquebrajó en parte aunque ahí todavía no se rompió, se resquebrajó el monopolio financiero.
Eso también es fundamental.
De hecho si las fuerzas globalistas estadounidense tienen a Google, Amazon, Facebook, Microsoft, sus núcleos de tecnologías como arma fundamental en este nuevo escenario de disputa, que, además está estrechamente conectado con la cuestión de seguridad y la cuestión militar (estas empresas tienen más de cinco mil contratos con el Pentágono, esa es una estructura completamente enlazada), por otro lado, los chinos tienen Baidu, Alibaba, Tencent, Xiaomi, Huawei.
La sexta tendencia, es el dilema propio de los pueblos del sur entre la aceleración de los procesos de subordinación y periferializaión, o la aceleración de las tendencias hacia la insubordinación, el despliegue de proyectos nacionales.
Es decir, son tiempo de procesos revolucionarios y contra revolucionaros en el sur, en este escenario de disputa.
De hecho, estamos viviendo un intento de gestar una segunda ola nacional y popular en América Latina.
Cuatro cuestiones claves de acá, que es importante, me parece, para nosotros.
Una, que estas tendencias o te pasan por arriba o tenés capacidad de enfrentarlas desde los proyectos nacionales populares de escala regional continental, eso es clave.
Incluso, el otro día, usaba un ejemplo que es bastante práctico, porque, aparte, lo puso Cristina sobre la mesa que es la cuestión del programa Conectar Igualdad y su suspensión durante el macrismo.
Nosotros estamos en la llamada revolución 4.0 que es toda una reconfiguración de las relaciones de producción.
Obviamente esa reconfiguración la impulsa el gran capital concentrado contra los trabajadores, o en los trabajadores emerge una contra tendencia que la reconfigura en función de su propio beneficio, por ejemplo, para reducir tiempos de trabajo,etc.
La suspensión de Conectar Igualdad por parte del Macrismo, lo pagamos carísimo con la pandemia, porque la pandemia, al acelerarte la necesidad de avanzar en un proceso de digitalización y de acceso a internet y a computadoras para desarrollar las relaciones de enseñanza-aprendizaje, si no tenés la herramienta universalizada, democratizada, te aumenta la brecha de desigualdad, porque no llegás ni con educación ni con las capacitación en los procesos de trabajo en las clases populares.
Es decir, el Conectar Igualdad no era solamente, una computadora.
Si vos no podés enfrentar la tendencia y conducir la tendencia en términos favorables para los pueblos, la tendencia te pasa por arriba y te periferializás.
Eso es una primer cuestión clave, que es lo que a nosotros nos pasa, y nos pasó entre el 76 y el 2002, un tremendo y fenomenal proceso de periferialización, salvo entre 1983-1985.
Argentina tenía un ingreso «per cápita» como el de España y hoy tenemos la tercera parte, o teníamos 5% de pobreza y terminamos el 2002, con el 56% de pobreza y hoy tenemos un 40%, y un 25% de pobreza estructural que no podemos solucionar.
La segunda cuestión es que para evitar la periferialización es necesario entender que hay cinco dimensiones centrales de poder en las que se deben desarrollar capacidades.
Una es la financiero- monetaria, una de nuestras grandes debilidades, a veces nuestro sistema financiero funciona más comocomo mecanismo de extraversión de nuestro excedente, de pérdida de riqueza, más que como herramienta para impulsar a la producción trabajo.
Pero bueno ahí está el tema de construir una moneda regional y capacidades financieras tanto nacionales como regionales y fortalecer el sistema público, cooperativo y otras cuestiones.
No existe Polo de Poder que no tenga fortaleza acá, es clave.
La segunda dimensión es el tema científico tecnológico, es la segunda dimensión clave que hoy está en disputa, de hecho hablamos de guerra tecnológica, así como también hablábamos de guerra financiera y monetaria.
La tercer área de disputa clave es el control, administración y capacidad de apropiación o no de la riqueza producida en relación a los recursos naturales.
La cuarta cuestión central son los medios masivos de comunicación, las plataformas de comunicación e información, ese es el cuarto núcleo de disputa central, o lo tenés o no lo tenés y sos un país periférico que está subordinado a otros relatos, visiones, miradas e información.
La quinta dimensión es el tema de los complejos industriales-militares y de defensa.
La sexta son las matrices ideológicas, cosmovisiones y valores. La cuestión de la cultura nacional-latinoamericana.
Esas son seis dimensiones que o construís ahí capacidades y como decía Aldo Ferrer, desarrollás una densidad nacional que te permita enfrentar esta coyuntura o retrocedés.
La otra conclusión clave en este sentido para el debate, para charlar, es que estamos un trilema.
Y el trilema, es un poco lo que ya dijimos, si vos quedás como periferia en Occidente vas a tener un tremendo retroceso como el que ya vivimos, 76-2002, 2015/16-2019, el fenomenal proceso de periferialización.
Justamente donde se pierden capacidades en estas seis dimensiones aumentan los niveles de desindustrialización, desempleo, fractura social, desigualdad, estancamiento, etc.
Con la crisis se exacerban los mecanismos de acumulación por desposesión, fuga de capitales, primarización de la economía.
La otra opción es que un poco la que barajan ciertos sectores de los actores dominantes, el llamado establishment, las oligarquías regionales latinoamericanas, es establecer una neo dependencia con China y una subordinación geopolítica con Washington y Londres.
Una tensión permanente, como ya lo vivió Bolsonaro o Macri. La neo dependencia con China te va a dar crecimiento pero no desarrollo.
Es muy difícil, pero el tema que si la inserción en la relación con China se hace de las viejas oligarquías y/o de los viejos proyectos primario exportadores, se va reconstruir una neo dependencia.
Una neo dependencia que tiene dos diferencias claves con la dependencia con Occidente, el norte global y las fuerzas unipolares.
Uno es que no se hace bajo la forma, bajo un imperialismo digamos, bajo una forma imperialista, China no controla los territorios en términos políticos y militares, o por lo menos no es la tendencia hoy dominante de China para nada.
Y dos, va haber desarrollo del subdesarrollo, ese esquema garantiza que sí haya crecimiento, porque la locomotora china industrial tracciona, aunque sea de la forma dependiente hay crecimiento.
La otra opción o «la nuestra» es aprovechar esta coyuntura, aprovechar este desarrollo de la transición histórica mundial, este desarrollo a fuerzas multipolares, este declive relativo de Occidente, esta debilidad de las fuerzas unipolares para construir una segunda ola nacional y popular y construir un proceso de desarrollo de un bloque regional.
Ahí está la otra central que no se pudo cumplir en la etapa anterior y que fue una de las grandes debilidades por lo cual el bloque sudamericano era uno de los eslabones débiles de las fuerzas emergentes de un nuevo mundo multipolar.
Argentina se quedó sin escala para un proyecto nacional y popular de desarrollo en los 50, esto es algo que identificó Perón y por eso formuló el ABC.
Brasil se queda sin escala a fines de los 70, principios de los 80.
Con lo cual, si no hay una construcción y un continentalismo que vaya mucho más allá, mucho más profundo que una mera integración comercial, que realmente integre la cadenas productivas, comerciales y financieras desde un proceso estatal conjunto, entre empresas privadas conjuntas, y desarrollos tecnológicos científicos comunes, estas cinco o seis capacidades desarrolladas, como bloque, si no se hace en términos continentales, no te da la escala, y no te da suficiente capacidad para articularte en este desarrollo de fuerzas multipolares desde una perspectiva más propia.
Ello no quiere decir que no tengas capacidad de desarrollo, o que no haya nada por hacer, al contrario, pero la escala es fundamental,
Perón también planteaba con increíble adelantamiento la cuestión de China y el Tercer mundo o Sur Global, ahora. Esta idea del año 65’ que decía ““Este mundo occidental, tan mal calificado como ‘mundo libre’, es una descarada simulación de valores inexistentes, un mundo en decadencia, en el que lo único sublime de las virtudes es su enunciado.
Los hombrecillos encumbrados que ven el peligro, tiemblan pero no se corrigen.
Así vamos marchando hacia el abismo porque otro mundo nuevo, con valores reales, avanza desde Oriente con la intención de tomar el mando de la Historia.
O nos liberamos nosotros o nos liberarán los chinos… Ya el problema no es ideológico, como han pretendido hacernos creer”.
EN el 73’ afirmó que presenciábamos «la hora de Mao», porque justamente China estaba encabezando ese proceso de las fuerzas no alineadas, las terceras posiciones, el desarrollo de proyectos alternativos de los pueblos, ni capitalismo ni colectivismo deshumanizante, algo de eso había, de hecho, en esa carta famosa de Perón.
Allí habla de la decadencia de Occidente, la irrealidad de los valores que se sostienen y los procesos reales que se dan en Oriente y en otros procesos de liberación.
Ya está observando una transición estructural del sistema mundial, es la “hora de los pueblos”.
Pero bueno el gran tema es ese, si te liberan los chinos no es gratis, porque los procesos de liberación son algo que hacen los pueblos o no lo hacen.
Los pueblos, con sus propias dinámicas, autonomías, valores, visiones y proyectos.
Entonces ese es el gran tema, entramos en una segunda ola nacional y popular democrática, es decir, entramos en realidad en lo que es la germinación de esa segunda ola a partir de 2018, 2019.
Para eso uno se debería consolidar el proceso argentino.
En este sentido, es clave que cambie Brasil o que termine de salir derrotado el bolsonarismo y se produzca un cambio en la iniciativa política a partir de la reconstrucción del Lulismo y de un proyecto nacional en Brasil.
También es necesario aprender las enseñanzas de todo lo que no se pudo avanzar en la primer ola, de las conquistas y los límites, de los aciertos y errores, lo que debería resolverse para que eso no se constituya en un obstáculo para esta segunda ola.
Hay desafíos muy grandes y muy inmediatos y muy importantes que tienen que resolverse para que no se conviertan en un cuello de botella para el desarrollo de una segunda ola.
Me parece que es importante observar eso y observar por último, que la pandemia ha acelerado en todas estas cuestiones.
La pandemia no es meramente un problema de salud.
La pandemia es un factor externo, pero que aceleró un conjunto de fenómenos “orgánicos” en la transición histórica espacial que atravesamos.
Es un gran momento geopolítico y estratégico, una bisagra que acelera todos esos procesos y que también acelera los desafíos, brinda un conjunto de oportunidades, pero también te mete en muchos problemas y acelera los desafíos, por eso es tan importante -me parece- pensar, con las fuerzas vivas populares, justamente, para terminar de consolidar un rumbo desde el cual resolvamos esta coyuntura histórica, que es el gran desafío.
Acá en Argentina mismo se inició una transición antineoliberal con aspectos desarrollistas y populares pero todavía tiene que resolver un rumbo claro, y no es algo que meramente que lo resuelve un gobierno con una decisión.
Los proyectos nacionales y populares tienen que terminar de resolver hacia dónde se va, cuál es el modelo para enfrentar en esta coyuntura, el rumbo.
Esto es lo que todavía acá no se resolvió -me parece- en términos más profundos y de hecho se lo ve en los distintos debates que tenemos, así como en el conjunto de la sociedad.
Bueno esto era como un pantallazo, se me hizo medio extenso, me dijo Martín que le dé tranquilo, así que abrimos el espacio de preguntas y debates.
Era para plantear algunos debates, algunas herramientas, algunas miradas generales, después por cada punto se puede meter mucho más el cuchillo, pero bueno era contribuir en eso.
Notas:
*Periodistas
Fuentes: ACAPI y NAC&POP