África

La frontera africana. Coyuntura interna y externa

África es considerada el continente más poblado. Conocido anteriormente como Ifriqiya o lugar soleado, con un área de 11.668.599 kilómetros cuadrados, y la presencia de 54 países. 

El continente africano está limitado por dos océanos (Atlántico e Índico), dos mares (Mediterráneo y Rojo) y un país (Israel).

– Límite de África al NORTE: Mar Mediterráneo y Océano Atlántico (Noroeste)

– Límite de África al OESTE: Océano Atlántico

– Límite de África al ESTE: Océano Índico y Mar Rojo

– Límite de África al SUR: Océano Atlántico y Océano Índico.

El límite es la línea que separa dos territorios sujetos a soberanías diferentes y la frontera es algo más que esa línea, es la zona que la rodea por ambos lados. En esa zona se produce una interacción entre sus habitantes. Existe un comercio, unas relaciones sociales y familiares e incluso económicas que dan una vida propia a la frontera.

Definición de Frontera

El término frontera es definido en el Derecho Internacional como la línea que marca el límite exterior del territorio de un Estado, es decir, la línea que determina el ámbito espacial donde un Estado ejerce su soberanía con exclusión de otros. Tradicionalmente el concepto de frontera se vincula al espacio terrestre, pero en la actualidad esta categoría engloba espacios físicamente diferentes sobre los que también se proyecta la soberanía estatal, como son el espacio aéreo  y los espacios marítimos. De ahí que actualmente deba hacerse referencia a diferentes tipos de fronteras: territoriales, aéreas, marítimas, fluviales y lacustres.

En Europa, países que participaron en el trazado de las fronteras africanas, éstas se percibieron principalmente en términos militares en torno a la defensa del territorio y la invasión. Es una perspectiva en línea con el enfoque realista, donde la frontera está ligada a la búsqueda de intereses nacionales en un contexto internacional anárquico donde los estados tienen intereses que buscan maximizar. Las amenazas son militares y fuera del territorio. Las fronteras se convierten en un lugar estratégico para defender o romper.
La frontera tiene una función disuasoria contra un ataque militar. (Gilpin, Waltz o Mearscheimer)

Con el fin de la bipolaridad, surge la concepción globalista. Hay autores en torno a la teoría de la globalización como Manuel Castells, para quien las fronteras ya no son líneas, sino puntos de transacción en sus redes, con un enfoque liberal con la importancia de la noción de comercio. Lo que estos enfoques tienen en común es que las fronteras se están erosionando.

Una tercera idea surge con Omahe, quien habla de un mundo sin fronteras, es decir, que, en un mundo de flujos, las fronteras se borran porque tienden a impedir que los flujos fluyan.

La frontera africana suele separar a los africanos de sus sueños por un futuro europeo

Trazado de la frontera africana

El continente africano dispone de unos 83.500 km de fronteras políticas terrestres, que fueron trazadas en la Conferencia de Berlín, celebrada entre noviembre 1884-febrero de 1885, con la participación de las potencias europeas y sin la presencia de ningún africano.  Los europeos se hicieron con mapas de los contornos geográficos africanos y comenzaron a trazar líneas y en las mismas escribieron nombres a los que llamaron países. 

África es un conglomerado de razas y lenguas que la Europa imperial del siglo XIX, encerró en el marco de unas fronteras artificiales que casi nunca tuvieron en cuenta razones de orden natural ya fuesen estas étnicas, lingüísticas o simplemente económicas. La defensa a ultranza de las fronteras heredadas por los líderes africanos provocó problemas serios de integración territorial y nacional, así como alentó la proliferación de reclamos y conflictos secesionistas.

Durante los primeros años de independencia africana, una de las principales preocupaciones de los fundadores era la cuestión de la configuración que se debía dar a las fronteras legadas por la colonización. La respuesta de la Organización de la Unión Africana fue la siguiente: “Todos los estados miembros se comprometen a respetar las fronteras existentes en el momento en que accedieron a la independencia”. ‘Uti possidetis juris’.

Durante muchos años, el tema fronterizo fue motivo de preocupación por los líderes africanos, así puede evidenciarse en diferentes encuentros celebrados: El primer período de sesiones de la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de la Unidad Africana (OUA) celebrada en julio de 1964 en El Cairo (Egipto),  el apartado b) del artículo 4 del Acta Constituyente de la Unión Africana (UA), adoptó el principio de respeto de las fronteras en el Estado en el que se encontraban cuando obtuvieron la independencia. 

En la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de julio de 2002 en Durban (Sudáfrica), se solicitó la delimitación y la demarcación de las fronteras en África, allí donde aún no se habían llevado, y la recomendación de continuar con los ejercicios de establecimiento de límites y demarcación como factores favorables a la paz, seguridad y progreso económico y social.

La 8ª Sesión Ordinaria de la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana celebrada en enero de 2007, en Addis Abeba (Etiopía), adoptó la declaración en la que se animaba a la Comisión a proseguir sus esfuerzos para prevenir los conflictos estructurales, en particular mediante la aplicación del Programa de Fronteras de la Unión Africana. Para aplicar este plan, la Unión Africana solicitó a las antiguas potencias europeas -Francia, Bélgica, Alemania y Portugal- su apoyo, de las cuales las dos primeras proporcionaron en 2013 copias digitalizadas de los tratados que abarcaban el período 1845-1956 relativos a una veintena de países pertenecientes a las regiones norte, este y oeste del continente africano.

De un lado de la valla, África. Del otro lado la incertidumbre africana

Características de las fronteras africanas

La permeabilidad de los espacios fronterizos

Las fronteras se convirtieron en canales de intercambio, volviendo difusos sus límites geográficos. En esas fronteras de límites difusos han surgido nuevas rutas comerciales y ha florecido un enorme movimiento de seres humanos y de mercancías, que comprende desde el contrabando de la producción agrícola, de artículos robados y de mercancías prohibidas hasta movimientos poblacionales. Es importante subrayar que este tipo de fronterazona permeable ha propiciado el desarrollo de actividades ilegales y de nuevas solidaridades y diferencias.

Inestabilidad entre los Poderes Locales

A nivel político, en estas fronteras-zona se han desarrollado diferentes formas de equilibrio inestable entre poderes locales, que no está al margen de la violencia cotidiana. Primero los gobiernos coloniales y hoy en día los gobiernos africanos han sido incapaces de ejercer un poder efectivo en las zonas fronterizas. En estas fronteras convergen relaciones contradictorias de poder que incluyen la persistencia de solidaridades étnicas y el surgimiento de nuevos sectores. Entre éstos destacan los contrabandistas, los narcotraficantes y las pequeñas bandas armadas que, sin una definición política, están integradas por antiguos escoltas de jefes de Estado, por mercenarios que participaron en algún golpe de Estado, o por simples criminales del orden común.

Conflictos Fronterizos escasos

A pesar de que en las fronteras de África Occidental convergen fenómenos tan complejos, en el periodo de vida independiente son escasos los conflictos fronterizos que han estallado en forma violenta. Los conflictos armados suelen tener como origen una lucha por el poder entre grupos internos y las disputas fronterizas entre Estados se han expresado en discursos oficiales y sólo en contados casos en pequeños enfrentamientos, de poca duración.

Unión Africana sobre el mapa del mundo con las fronteras nacionales

Países en conflicto en africa

Según informe de la ACNUR del año 2017, este continente alberga los 10 países más pobres de todo el mundo y es el hogar de más de 18 millones de refugiados y desplazados. Los países que se encuentran actualmente en Conflicto:

Burundi

Este pequeño país, con una superficie menor incluso que la de Galicia, vecino de Ruanda, lleva años atrapado en una lucha política que deriva en atrocidades hacia su población sobre las que poco se habla. Desde 2015, un repunte de violencia ha obligado a huir a casi medio millón de personas a otros países.

Mali

La inestabilidad política en el país desde los años 90 ha dado lugar a atentados y continuas oleadas de violencia que se cobran miles de vidas y dejan a casi 200.000 personas fuera de sus hogares a día de hoy.

En Mauritania, Níger y Burkina Faso hay cerca de 165.000 refugiados que han huido de Malí.

Nigeria

El terror de Boko Haram que vive la población civil del noreste de Nigeria se remonta hasta 2013. Entonces, cientos de niños fueron secuestrados por el grupo insurgente propagando el horror en un país donde más de 2 millones de personas han tenido que huir de sus casas para poder sobrevivir.

Ante la creciente escalada de violencia de Boko Haram en Nigeria, miles y miles de personas se ven obligadas a desplazarse para salvar su vida. Sobre todo las mujeres jóvenes, que son las principales víctimas.

Desde 2015, más de 186.000 personas en Nigeria se han visto obligadas a desplazarse de su país y a buscar refugio en Níger, Chad y Camerún. 157.000 nigerianos viven hoy en Gagamari, un asentamiento en Níger. Todos han huido de Boko Haram.

República Centroafricana

Las luchas entre los grupos armados Seleka y Anti-balaka afectan a 1 de cada 4 personas en la República Centroafricana. En el corazón del continente africano, este conflicto cobra víctimas y empuja a huir a millones de niños, muchos de ellos capturados como niños soldados o incluso esclavos sexuales. Los menores suman más del 60% de su población.

RCA es uno de los países más pobres del mundo. De los de 500.000 personas desplazadas internos actuales, 6.000 viven en Bangui, capital del país. Más de la mitad, son niños y niñas menores de edad que han podido escapar del reclutamiento forzoso para ser niños soldado, cocineros, mensajeros o esclavos sexuales.

República Democrática del Congo

Desde la guerra del coltán (material necesario para fabricar los teléfonos móviles) en el 98, la guerra más mortífera desde la II Guerra Mundial, oleadas de violencia han generado un clima atroz en un país donde las mujeres se han convertido en las principales víctimas que sufren una situación escalofriante: la mayoría de ellas serán violadas más de una vez a lo largo de su vida.

Aunque la mayoría de las personas que han huido de la violencia están desplazados dentro del país, en regiones como Ituri o North Kivu, más de 500.000 de personas han tenido que huir a países como Uganda, Tanzania o Burundi en busca de un lugar seguro. Más 5,3 millones de personas se han visto obligadas a huir por la violencia.

Somalia

Somalia es una de las crisis más prolongadas en el mundo. Desde los años 90, una sucesión de guerras, conflictos y hambrunas en un país con extremas desigualdades y una climatología adversa han dejado a millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria. Hoy en día, la violencia de las milicias de Al Shabaab deja a más de 2 millones de somalíes fuera de sus casas y sigue cobrándose víctimas civiles.

Sudán del Sur

Más de 4 años en guerra arrasan el país más joven del mundo desde su independencia. Un país donde la gran mayoría de su población no ha cumplido ni siquiera los 18 años.

De los 2,3 millones de personas que han sido forzadas a abandonar sus hogares, el 65% son menores de 18 años.

Etiopía, Kenia y Uganda son las principales vías de escape de aquellos que han conseguido cruzar la frontera. Más de la mitad de los desplazados por el conflicto en Sudán del Sur ha buscado seguridad en otras zonas del país menos afectadas por la violencia.

África subsahariana

La violencia en el Sahel ha obligado a huir a 2,9 millones de personas. Frente al desplazamiento prolongado, a las difíciles condiciones en los países de acogida limítrofes en los que buscaron protección, al impacto económico continuado de la pandemia de COVID y a la falta de alternativas viables, muchas personas siguen emprendiendo peligrosas travesías por mar rumbo a Europa. Es muy probable que persista el riesgo de trata y de abusos, tales como los secuestros a cambio de un rescate, el trabajo forzado, la servidumbre sexual y la violencia de género en manos de redes de trata y pandillas criminales.

Finalmente partiendo de los cambios en el nuevo orden mundial, donde se habla del fin de la bipolaridad y el resurgimiento de un mundo multipolar o plutipolar, el concepto de frontera debe ampliarse,  tomando en cuenta los vínculos históricos y la dinámica propia que se desarrolla en estos espacios, donde miles de personas de nacionalidades diferentes conviven diariamente  y se relacionan. En África más que problemas de orden territorial, hay factores políticos, económicos y sociales en estos espacios que deben ser atendidos, con mayor urgencia, y que requiere no sólo el compromiso de los países africanos, sino de la comunidad internacional.

La Pandemia Mundial, del Covid-19, ha hecho más crítica la situación de las personas que huyen de sus países por razones económicas, políticas, sociales. Por tal razón, urge el establecimiento de normas que protejan a los desplazados y migrantes y evitar así situaciones que pongan en riesgo su vida o donde se vulneren sus derechos humanos.

*Carmen Victoria Montes es miembro del Grupo Parlamentario venezolano del Parlamento Latinoamericano.

Artículo publicado en América Latina en Movimiento y editado por el equipo de PIA Global