A finales del siglo XX, principios del siglo XXI y, especialmente a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, comienza una retórica de nuevas amenazas en donde la migración y movilidad de las personas es entendida como sospechosa. Las fronteras se convierten en espacios de guerras que hay reforzar militarmente.
“Esta narrativa que define a las personas que migran como una amenaza, aparece cada vez con más fuerza en las estrategias de seguridad de la primera década del siglo XXI en los países occidentales, e irá en paralelo de la construcción de una Europa Fortaleza, que comienza en el 1985 con los acuerdos de Schengen, donde se establece un interior seguro y un exterior inseguro más allá de sus miembros, y avanza en los años 90 en España, con la construcción de las primeras vallas construidas en los enclaves europeos del norte de África, por cuestiones migratorias en Ceuta (1993) y Melilla (1996)”. (1)
La Unión Europea comienza a establecer políticas securitarias para la gestión de las fronteras, entre ellas crea Frontex. La Agencia se describe como “una de las piedras angulares del espacio de libertad, seguridad y justicia de la UE”. “En tanto que empleados públicos europeos, servimos a los intereses de la ciudadanía porque nos importan las personas y creemos en los valores europeos”.
Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, se creó en 2004 para “ayudar a los Estados miembros de la UE y a los países asociados a Schengen a proteger las fronteras exteriores del espacio de libre circulación de la UE”. (2)
Con la crisis de refugiados de 2015, la Agencia fue fuertemente financiada. Se modernizó, amplió sus competencias del control de las migraciones a la gestión de las fronteras, y asumió una mayor responsabilidad en la lucha contra la “delincuencia transfronteriza”. Esto es, la aprobación del uso de la fuerza y coerción en el ejercicio de sus funciones.
Como agencia de la UE, Frontex está financiada con los presupuestos de la UE y con las contribuciones de los países asociados a Schengen.
En su tesis doctoral, Ainhoa Ruiz Benedicto, explica que “El presupuesto de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas pasa de 6,2 millones de euros en 2005 a 288 millones de euros en 2018. Un total de 1.658 millones de euros para el período 2005-2018, con un presupuesto votado para 2019 de 333 millones. El análisis del presupuesto de Frontex muestra su implicación creciente en las operaciones de retorno, que han pasado de tener un presupuesto de 80.000 euros en 2005 a 47,8 millones de euros en 2018, y un presupuesto votado de 63 millones para 2019. El análisis muestra que, de las 19 principales operaciones conjuntas realizadas por Frontex ninguna tiene un mandato específico de rescate de personas ni incluye una flota civil en sus acciones”. (3)
“Frontex desempeña un papel cada vez más importante en el retorno a sus países de origen de las personas que no tienen derecho a permanecer en la Unión Europea. La Agencia ayuda a los Estados miembros a coordinar y financiar las operaciones de retorno, pero también puede ponerlas en marcha por propia iniciativa. Para ello, Frontex puede fletar vuelos y reservar asientos en vuelos comerciales. La Agencia también ayuda a obtener los documentos de viaje necesarios para los retornados y a facilitar expertos para ayudar en las operaciones de retorno”. menciona la Agencia. (4)
Ainhoa analiza un ejemplo claro de la consolidación de las prácticas securitarias y militaristas en la gestión de las fronteras de Frontex: la Operación Sofia que incluye operaciones en conjunto con la OTAN en el Mediterráneo.
En 2020, Frontex firmó contratos con Airbus e Israel Aerospace Industries, y también con Elbit, otra empresa israelí, para comprar 100 millones de euros en drones avanzados que se instalarán en Grecia, Italia y Malta. Las mismas que se usan contra el pueblo palestino. También está invirtiendo dinero en otras tecnologías, como la inteligencia artificial.
Frontex cumple su obligación de rendir cuentas al Parlamento Europeo y al Consejo en su calidad de autoridades presupuestarias. Por encima de todo, la supervisión de Frontex corre a cargo de un Consejo de Administración que incluye a un representante de cada Estado miembro y a dos de la Comisión.
Como les ocurre a todos los órganos de la UE, Frontex también puede ser objeto de auditorías por parte del Tribunal de Cuentas o de investigaciones de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF). (5)
En enero de este año (2021) la Unión Europea tiene, por primera vez, su propio servicio uniformado. Uniforme que llevarán para representar a Europa en sus fronteras. Así lo anunció Frontex desde su cuenta de Twitter.
Fabrice Leggeri, el actual Director Ejecutivo de Frontex dice desde el portal web oficial de la Agencia:
“Frontex persigue tres objetivos estratégicos: reducir la vulnerabilidad de las fronteras exteriores sobre la base de un conocimiento exhaustivo de la situación; garantizar la seguridad, la protección y el buen funcionamiento de las fronteras de la UE, y planificar y mantener las capacidades de la Guardia Europea de Fronteras y Costas.
También desempeñará un papel más importante en la gestión de los flujos crecientes de viajeros legales a través de las fronteras exteriores de la UE, y reforzará su función en la lucha contra la delincuencia transfronteriza.
Frontex es el guardián y la fuerza impulsora de la gestión integrada de las fronteras europeas (GIF). Para poder afrontarlos, esperamos trabajar junto con las autoridades nacionales, las instituciones de la UE y nuestros numerosos socios en beneficio de la libertad y la seguridad de todos los europeos.” (6)
SITUACIÓN ACTUAL
Desde finales del año pasado (2020), Frontex está siendo investigado por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) y el Ombudsman (Defensor del Pueblo); también se realizó una investigación interna; es fuertemente cuestionada por parte de europarlamentarios de izquierda y la Comisaria europea de Asuntos de Interior Ylva Johanson, como también por diversas Organizaciones y activistas por los derechos de los refugiados y desplazados.
“La agencia mejor financiada no está cumpliendo las expectativas ni los objetivos marcados por el Reglamento”, asegura el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar, presidente de la Comisión de Libertades del Parlamento Europeo, encargada de supervisar Frontex y al resto de agencias relacionadas con la política migratoria o con la protección de los valores fundamentales.
La principal y más mediática denuncia se hizo en octubre del 2020 a raíz de la investigación titulada “Frontex en falta: la fuerza fronteriza europea cómplice de devoluciones ‘ilegales’”.
“Embarcaciones de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, han sido cómplices de operaciones de «retroceso» marítimo para ahuyentar a los refugiados y migrantes que intentan ingresar a la Unión Europea a través de aguas griegas, una investigación conjunta de Bellingcat, Lighthouse Reports, Der Spiegel, ARD y TV Asahi ha encontrado”, comienza el informe.
La agencia fue acusada de estar involucrada en al menos seis episodios de devolución en caliente, esto es, cuando se expulsa de forma inmediata a un migrante sin permitirle introducir una petición de asilo, en colaboración con la guardia griega en el Mar Egeo. La guardia costera griega ha sido acusada en varias ocasiones de haber efectuado devoluciones ilegales de migrantes en el mar Egeo, en especial a raíz de las tensiones en la frontera con Turquía.
Johansson exigió la inmediata aclaración sobre los casos denunciados, y en el Parlamento Europeo, algunos grupos pidieron la dimisión de Leggeri.
Los puntos más críticos de acceso a la UE por mar están en los países costeros del Mediterráneo. La Agencia despliega allí sus principales operaciones de control, búsqueda y salvamento: en Grecia, España e Italia, Frontex mantiene las operaciones Poseidón, Minerva-Indalo y Themis, respectivamente. (7)
Desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denunciaron en un comunicado de prensa que “El ACNUR ha recibido un flujo continuo de informes de algunos estados europeos que restringen el acceso al asilo, devuelven a las personas después de que han llegado al territorio o las aguas territoriales y utilizan la violencia contra ellas en las fronteras”, dijo la Alta Comisionada Asistente para la Protección del ACNUR, Gillian Triggs.
“Los rechazos se llevan a cabo de forma violenta y aparentemente sistemática. Los barcos que transportan a refugiados están siendo remolcados. Las personas están siendo detenidas después de aterrizar y luego empujadas hacia el mar. Muchos han denunciado violencia y abuso por parte de las fuerzas estatales”.
Las personas que llegan por tierra también son detenidas de manera informal y devueltas a países vecinos sin tener en cuenta sus necesidades de protección internacional.
“Respetar las vidas humanas y los derechos de los refugiados no es una opción, es una obligación legal y moral. Si bien los países tienen el derecho legítimo de administrar sus fronteras de acuerdo con el derecho internacional, también deben respetar los derechos humanos. Las devoluciones son simplemente ilegales«. dijo Triggs. (8)
La situación de las personas desplazadas es cada vez alarmante. Las noticias alrededor de las muertes en la costa, lxs desaparecidxs en el mar o el océano, las condiciones deplorables en los campos de refugiados, se han naturalizado de manera horrorosa.
Estos días estamos consternadxs con la muerte de la niña maliense de 2 años, que al llegar a la costa sufría una grave hipotermia y había entrado en un paro cardiorrespiratorio, por lo que tuvo que ser atendida sobre el asfalto del mismo muelle por dos miembros de la Cruz Roja en una desesperada operación que se demoró durante varios minutos mientras la madre, aún en la embarcación, observaba la escena desde la distancia.
La misma violencia generada por la injerencia de los Estados imperialistas y las multinacionales, los apoyos a las fuerzas de ocupación, la venta de material armamentístico, son las principales causas que fuerzan a las personas a desplazarse, a huir.
En octubre de 2020, Frontex abrió una investigación interna frente a las denuncias de haber participado en devoluciones en caliente en la frontera griega.
A principios de este mes concluyó la investigación sin lograr despejar las dudas sobre 5 de los 13 ‘incidentes’ analizados.
El grupo de trabajo reconoce que la imposibilidad de clarificar los incidentes se debe a las carencias en los sistemas internos de control de la agencia, que no han sido ajustados al nivel requerido por la normativa comunitaria vigente.
La agencia aún no ha contratado a los 40 supervisores de derechos fundamentales que debía incorporar para diciembre.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, afirmó el 19 de marzo que la migración es un “tema importante” para toda Europa.
“Tenemos que abordar el problema de la migración como un problema europeo. Tenemos que hacer entender a todos los Estados miembros que tienen que ayudar a compartir la carga”, dijo Borrell en una rueda de prensa en el aeropuerto de la Estación Aeronaval de Sigonella, en Sicilia, Italia.
“Y este es el propósito del nuevo Pacto Migratorio que la Comisión y también yo hemos estado proponiendo a los Estados miembros, quienes todavía lo están discutiendo”, expresó.
Esta semana, los legisladores de la Unión Europea de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo votaron por 22 a 3, con cinco abstenciones posponer la aprobación del presupuesto de la agencia de guardacostas y fronteras de la UE debido a preocupaciones sobre acusaciones de violaciones de derechos, fallas en la contratación y acoso por parte del personal superior de Frontex.
El control migratorio y las políticas a su alrededor sólo benefician a las industrias de armamentos y a las industrias criminales, pero NO ayudan ni defienden la vida.
Bien concluye Ainhoa Ruiz Benedicto en su tesis doctoral cuando afirma que “estas prácticas securitarias ejercidas por una Agencia de la Unión Europea refuerzan el imaginario colectivo de que las personas que migran son criminales”. Y, por lo tanto, Frontex custodia las estructuras y discursos de violencia en la Unión Europea, alejando las políticas de defensa de los derechos humanos, de la convivencia, de la igualdad y acogida y de relaciones más equitativas entre territorios.
Foto de portada: © Keystone/Angelos Tzortzinis
