Fue una situación «incómoda e inesperada», según el portavoz de USCA, pero no supuso «ningún riesgo para la navegación aérea» ni alteró el funcionamiento de los vuelos comerciales. Entre otras cosas, porque la frecuencia en estos meses ha descendido drásticamente por culpa de la pandemia. «Supone una anomalía, una sorpresa, pero no causó incidentes», incide Feliú.
USS Dwight D. Eisenhower (CVN-69) pic.twitter.com/F33RJUHy5H
— Manu Gómez (@GDarkconrad) March 16, 2021
Realizadas junto a la Marina y el Ejército marroquí, que aportaron una fragata, cuatro aviones de combate F-16 y F-5 y un helicóptero, además de su centro de operaciones marítimas y aéreas, tenían como objetivo mejorar la coordinación de los ejércitos estadounidense y marroquí y reforzar las capacidades del segundo en reabastecimiento en vuelo, ataque a suelo (en el polígono de tiro de Tan-Tan, frontera con los territorios del Sáhara Occidental, a unos 300 kilómetros de Canarias), guerra antisubmarina e interdicción marítima.