África Análisis del equipo de PIA Global

36° Cumbre de la Unión Africana: panafricanismo y desafíos futuros

Escrito Por Beto Cremonte

Por Beto Cremonte*-
El panafricanismo y el futuro africano se ponen en juego en cada nueva reunión anual de la Unión Africana. Los desafíos y metas de cara a la Agenda 2063.

Desde su creación, en julio de 2002, la Unión Africana (UA), ha logrado avances significativos en la integración de los países del continente y en darles voz en la política mundial. Pero el verdadero sentimiento panafricano es aún un sueño, una utopía, posible sin lugar a dudas pero que todavía tiene mucho camino por recorrer.

Los problemas a los que se enfrenta a diario esta organización son muchos y muy importantes. Las jóvenes democracias africanas se ven en peligro permanente, son acechadas por los intereses foráneos, por viejos regímenes coloniales y por nuevos ataques neo coloniales, recetas nuevas para viejos intereses en los ricos recursos naturales africanos. Hoy el terrorismo (financiado lejos de las fronteras africanas) pone en peligro el sueño panafricanista de muchos líderes continentales.

En las últimas dos décadas, la UA ha desarrollado políticas significativas sobre paz, seguridad y comercio. El Área de Libre Comercio Continental Africana es un claro ejemplo de esto. El 1 de enero de 2021 se dio inicio parcialmente a las transacciones comerciales en el marco de la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA). Con ello se dio la partida a la implementación de la mayor área de libre comercio del mundo en términos del número de países participantes y con ello el sueño del panafricanismo rejuveneció y se puso de pie nuevamente. Otro logro importante de la UA es la Comisión de la Unión Africana que la representa en los diferentes estrados internacionales. Con ello esta Comisión ayuda a establecer la agenda y representa los intereses africanos en foros globales junto con socios importantes como las Naciones Unidas y la Unión Europea. Lograr una silla permanente para África en el Consejo de Seguridad de la ONU quizás sea el próximo desafío de esta Comisión.

Pero la UA aún tiene un largo camino por recorrer para alcanzar los objetivos políticos, económicos y culturales establecidos en la Agenda 2063, adoptada en 2013.

Lo cierto y a la luz de algunos hechos puntuales parece que el progreso en la implementación de la agenda panafricana se ha estancado. Esto se debe en parte a la dinámica desafiante en la forma en que los estados miembros, los órganos de gobierno de la UA y los socios externos se relacionan y persiguen sus intereses. La guerra en Ucrania ha puesto nuevos desafíos en el terreno, como así también el proyecto chino de la Nueva Ruta de la Seda. Sin dudas las influencias rusas y chinas en algunos gobiernos africanos ha movido la estantería mundial y ha puesto en alerta a viejos conocidos que ven como pierden su lugar de preponderancia e influencia en estos gobiernos. Mali, Burkina Faso, Etiopía, Argelia son algunos de los ejemplos más recientes de la rebeldía africana ante el poder imperial, colonial y neocolonial al que europeos y estadounidenses quieren seguir atando al continente.

Mohammed Shatayyeh, primer ministro palestino durante la anterior a Cumbre africana

Palestina e Israel protagonistas en la 36° encuentro de lideres africanos

La Asamblea anual de Jefes de Estado y de Gobierno africanos ofrece la oportunidad de considerar estos temas y decidir cómo resolverlos. En 2023, la cumbre se realizó en Addis Abeba, Etiopía, del 18 al 19 de febrero y todos estos temas estuvieron en agenda, como así también hubo tiempo para rever la situación de Israel como miembro observador de la UA y la causa palestina.

En la 36ª Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana, los líderes africanos han dejado en claro su postura y expresaron su apoyo total al pueblo palestino en su lucha de resistencia ante la ocupación israelí. Además de afirmar su respaldo a la membresía de Palestina en la Organización de las Naciones Unidas.

Cabe recordar que Israel ostentaba el título de miembro observador permanente en la UA, que le fuera otorgado por Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la UA en 2021, actuando por su cuenta y sin ninguna consulta, sorprendió a muchos gobiernos de toda África. La reacción a su movimiento, en todo el continente, fue de consternación, condena y rechazo. Sudáfrica, emitió una declaración en la que lo denunciaba y rechazaba el paso, estaba «horrorizada» por la decisión del comisario de conceder a Israel el estatus de observador, y la calificaba de decisión «unilateral», tomada sin las debidas consultas con los Estados miembros de la UA.

En agosto de 2021, el comisario Faki emitió una declaración, en un intento de justificar su decisión, en la que afirmaba que había tomado la controvertida medida porque entraba dentro de sus prerrogativas como comisario, sin necesidad de buscar la aprobación de los Estados miembros. Citando el hecho de que muchos Estados miembros de la UA tienen relaciones diplomáticas con Israel, Faki continuó diciendo que muchos «Estados miembros de la UA exigieron» el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Israel. Sin embargo, no dijo de qué países se trataba. Cualquier miembro de la UA es libre de acoger al Estado judío como socio, pero cuando se trata de la UA, como Organización, es otra cuestión. La Carta de la Organización, como documento histórico, valora todo lo que no valora Israel. Debemos recordar que la UA se fundó como desarrollo de la antigua Organización de la Unidad Africana (OUA), tras actualizar su Carta manteniendo sus principios fundamentales. Uno de esos principios es el hecho de que la OUA se fundó en 1963, con el objetivo de liberar a África. En aquel momento, sólo 32 Estados africanos se independizaron de potencias coloniales como Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido. Acoger al Israel colonial va en contra de este principio universal.

En la Cumbre anterior, en febrero de 2022 los Jefes de Estado y de Gobierno africanos reunidos en Addis Abeba decidieron revocar el estatus de observador de Israel en el bloque continental. La decisión se produjo tras una fuerte presión por parte de muchos países, encabezados por Argelia y Sudáfrica y apoyados por Libia, Túnez, Egipto y muchos otros Estados africanos. No obstante esto, Israel aun insiste en tener su lugar en África, de hecho una delegación del régimen israelí, que había entrado en secreto en la sala de la reunión de la UA, fuera sacada de la cita por las fuerzas de seguridad debido a la protesta de algunos miembros. La portavoz del presidente de la Comisión de la Unión Africana, Ebba Kalondo, aseguró que el bloque regional no había autorizado ni invitado a la diplomacia israelí.

Los discursos a favor de Palestina suele aparecer en las declaraciones pronunciadas en las cumbres anuales de la UA. El propio bloque africano concedió a Palestina el estatus de observador en 2013, un año después de que se le otorgara el estatus de no-miembro observador en las Naciones Unidas.

Israel, por su parte, durante muchos años hizo esfuerzos para acercarse al bloque regional africano y conseguir su aceptación bajo el estatus de observador, porque el régimen sionista necesita dicho privilegio para reducir los apoyos a las múltiples resoluciones de la ONU, el Consejo de Derechos Humanos y Consejo de Seguridad, contrarias a sus políticas de ocupación y la expansión de asentamientos ilegales.

Panafricanismo estancado

La agenda panafricana esta sufriendo un proceso de estancamiento en su proceso y esto se relaciona con una serie de temas que giran en torno a  la toma de decisiones colectivas, el financiamiento independiente, la división del trabajo y la adopción de políticas comunes que nutrirían las alianzas estratégicas que hoy necesita el panafricanismo para consolidarse como un proceso de verdadera unión y objetivos comunes para todo un continente, tan vasto como diferente.

Por un lado podemos decir que los estados miembros de la Unión Africana han implementado muy pocas decisiones colectivas. De hecho la UA ha adoptado varios documentos legales importantes que se supone que los estados miembros también deben adoptar por sí mismos. Esto suele ocurrir muy lentamente y solo de forma irregular. Las razones varían. Según una de las pocas investigaciones académicas sobre el tema, estas razones incluyen falta de voluntad política, letargo administrativo y déficit de capacidad técnica entre los Estados miembros. La UA no tiene poder para obligar a los estados miembros a llevar a cabo decisiones comunes. Solo puede monitorear el cumplimiento de tres instrumentos legales, incluida la Carta Africana sobre Democracia, Elecciones y Gobernanza de 2007. Más allá de esto parece que la UA no ha podido alcanzar el status de garante y proporcionar así la confianza en los miembro parte. Para ver el progreso en la implementación de políticas, los estados miembros tendrán que pensar seriamente en cómo llegar a mecanismos vinculantes, transparentes y exigibles.

Otro de los puntos que mantiene frenado el proceso de panafricanización del continente está relacionado directamente relacionado con la forma y los recursos con los que se financian los proyectos que propone la UA, que en gran medida recurre a la financiación externa. Casi dos tercios del presupuesto anual provienen de donantes, denominados socios internacionales. Las contribuciones de los estados miembros representan el tercio restante. Sin embargo, estos tienden a llegar tarde, o en algunos casos solo en parte. Alrededor de 30 estados miembros incumplen parcial o totalmente cada año. En 2007, Argelia, Egipto, Libia, Nigeria y Sudáfrica se ofrecieron como voluntarios para hacer contribuciones más altas. Representan el 45% de los fondos recaudados por los gobiernos africanos. Marruecos, que se reincorporó a la UA en 2017 tras 33 años de ausencia, ha sustituido a Libia como principal donante.

El proceso de reforma financiera de la UA comenzó en 2015 para hacer que la organización sea más autosuficiente. Los miembros se comprometieron a pagar un gravamen del 0,2% sobre diversos bienes importados de fuera del continente.

Se espera que este dinero respalde el 100 % del presupuesto operativo de la UA.

Líderes africanos en la 36.ª Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana en Adís Abeba, 18 de febrero de 2023. (Foto: AFP)

La Unión Africana y las comunidades económicas regionales siguen sin estar claras

Las relaciones entre la Unión Africana y las ocho comunidades económicas regionales oficialmente reconocidas se basan en dos principios. Estos son la subsidiariedad y la ventaja comparativa, que se basa en sostener que debe liderar la institución mejor equipada para enfrentar una situación equis, por ejemplo como y de qué manera se hace frente a la inseguridad en el Sahel o en el Cuerno puede depender de ECOWAS y solamente solicitar la ayuda de la UA solo si hiciere falta. De hecho esto es lo que está ocurriendo en la actualidad donde fuerzas comandadas por la UA participan en Congo y Ruanda para restablecer la paz en la región.

Un informe de 2017 sobre las operaciones de la AU señaló que la división del trabajo entre la UA y las comunidades regionales era “poco clara”. Esto provocó una duplicación de roles y una falta de límites claros.

En 2020 se adoptó un nuevo protocolo sobre la relación entre la UA y los bloques económicos regionales. Pero sus detalles aún no se han finalizado y es menester para lograr el verdadero sentimiento panafricanista que estas reglas estén claras ya que las diferencias interbloques se acentúan y la unidad es muy difícil de conseguir.

La UA está trabajando para aumentar su poder de negociación en la política regional y mundial mediante el desarrollo de políticas comunes y el fomento de asociaciones estratégicas. Los bloques de comercio interno y las negociaciones comerciales fuera de las fronteras africanas están en el centro de atención de los líderes africanos, sobre todo en un mundo que gira hacia la multipolaridad aunque Europa y EE.UU se opongan y sostengan al régimen unipolar, con el centro de poder en la UE o en Norteamérica.

Pero debido a la insistencia de los estados miembros en la soberanía, se han desarrollado pocas políticas comunes. El más destacado se relaciona con la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para dar a África más poder o con la insistencia africana de ingresar al G-20

En términos de asociaciones estratégicas, la UA actualmente está centrando sus actividades en tres asociaciones multilaterales (Liga Árabe, Unión Europea y Naciones Unidas) y cinco bilaterales (China, India, Japón, Corea del Sur y Turquía). Sin embargo, la frecuencia de las reuniones, el alcance de las actividades y el significado de la palabra “estratégico” varían ampliamente.

También la influencia de las economías africanas para ingresar al BRICS es un punto excluyente, que podría impulsar a la UA a negociar con este bloque estratégico de carta al futuro ya que está integrado con por las potencias económicas emergentes más importantes de los últimos años. China, India y Rusia. La UA no debería desatender este flanco de cara a lograr el tan ansiado panafricanismo.

*Beto Cremonte es docente, profesor de Comunicación Social y Periodismo, egresado de la UNLP, Licenciado en Comunicación Social, UNLP, estudiante avanzado en la Tecnicatura superior universitaria de Comunicación pública y política, FPyCS UNLP.

Foto de portada: plenario de la UA

Acerca del autor

Beto Cremonte

Docente, profesor de Comunicación social y periodismo, egresado de la Unlp, Licenciado en Comunicación social, Unlp, estudiante avanzado en la Tecnicatura superior universitaria de Comunicación pública y política. FPyCS Unlp