Al frente de la Asociación de Jóvenes Rebeldes fueron designados como Presidente y Vicepresidente los jóvenes comandante del Ejército Rebelde Joel Iglesias y el capitán del Ejército Rebelde, Fernando Ravelo. Se conformó un Comité Nacional, así como los correspondientes Comités Provinciales, Municipales y Seccionales.
A la AJR se fueron afiliando principalmente jóvenes, que procedían de las organizaciones juveniles del movimiento revolucionario ya arriba mencionadas y llegó a tener 80,000 mil militantes en sus filas, cuando se realizó el Primer Congreso de la AJR celebrado del 31 de marzo al 4 de abril de 1961.
Era un periodo que por el carácter popular y revolucionario y por la leyes y proyectos del gobierno revolucionario se presentaban una fuerte lucha de clase y el surgimiento de actividades contrarrevolucionarias, alentadas desde la embajada de los Estados Unidos y desde esa época se desarrollaba una fuerte campaña anticomunista.
En la misma medida, la respuesta a las acciones violentas de sabotajes, atentados y de propaganda contrarrevolucionaria, crecía el apoyo de la juventud cubana a la Revolución, se definía políticamente al lado de su indiscutible líder Fidel Castro Ruz, quien levantaba con mucha fuerza la unidad revolucionaria del pueblo y de sus militantes.
El 21 de octubre de 1960 se celebró la primera plenaria nacional de la AJR, y en ella se debatió el tema de la unidad y de la integración de las distintas fuerzas revolucionaria de la juventud, y así fue, la unidad de todas esas fuerzas quedó materializada con aquel histórico documento firmados por Miguelito Rodríguez a nombre del Movimiento 26 de Julio, el comandante Humberto Castello, por el Directorio Revolucionario 13 de marzo y por Isidoro Malmierca, por la Juventud Socialista.
Hoy a 61 año de aquel histórico acontecimiento, unos meses después, en el Primer Congreso de la AJR, celebrado del 31 de marzo al 4 de abril, y ganada una fuerte conciencia en nuestra militancia juvenil, del carácter marxista-leninista de la organización, discutida en ese Congreso, con un amplio y democrático debate, a propuestas de los asambleístas, se adoptó el nombre que gloriosamente lleva hoy de UNIÓN DE JOVENES COMUNISTAS. UJC.
Esa misma militancia, miliciana de la UJC que empuño los fusiles, junto al Ejército Rebelde, para defender el suelo patrio en las arenas de Playa Girón, y que derrotó a la brigada mercenaria que Estados Unidos, organizó, armó y traslado a nuestra Isla, violando todas las convenciones y el derecho internacional.
Así como también contribuyó nuestra organización juvenil en combatir a las bandas contrarrevolucionarias, que desde el mismo año 1959 y hasta el año 1967, asolaron las montañas del Escambray el norte de Las Villas y Camagüey, Pinar del Rio y parte de la provincia de Matanzas. Las mismas bandas asesinas financiadas, y armadas y aprovisionadas logísticamente por Estados Unidos.
Las mismas bandas que asesinaron a Conrado Benítez y a Manuel Ascunce Doménech, jóvenes que formaban parte del contingente de 100,000 muchachas y muchachos que desarrollaron la impresionante y exitosa campaña de alfabetización. Las que asesinaron a decenas de campesinos en aquellas montañas, por el solo hecho de apoyar la Reforma Agraria y declararse revolucionarios.
Esa misma juventud, que con gran entusiasmo formaron parte de la Columna Juvenil del Centenario y se fueron a la provincia de Camagüey, a laborar en el campo, pero también los que integraban los grupos culturales, de música, teatro, danza y que llevaron a lugares alejados de las ciudades, como la Ciénaga de Zapata, sus grupos. Allí está también esa organización juvenil, que todos los que pertenecimos a ella, recordamos con gran satisfacción y añoranza.
También el recuerdo de los que, en nuestra época fueron nuestros máximos dirigentes, cuyo gran prestigio y compromiso con su pueblo, con la juventud y Fidel, y por su ejemplo dirigieron exitosamente esta querida UJC, me refiero a Joel Iglesia, Miguel Martin y Jaime Crombet, que descansen en paz.
Tampoco dejar de reconocer el prestigio internacional de la organización, que ha formado parte de importantes batallas tanto en el campo juvenil como estudiantil, apoyando a las que en sus países luchan por lograr la gratuidad de la enseñanza, dentro de la Federación Mundial de la Juventud (FMJD), la Unión Internacional de Estudiantes (UIE) y la Organización Latinoamericana y Caribeña (OCLAE). Fue esta UJC la que logró organizar un brillante Festival Mundial de la Juventud y los Estudiante celebrado en la Habana, en Julio-Agosto del año 1978, con la participación de 25,000 delegados provenientes de unos 80 países.
El 21 de octubre de 1960 no puede ser olvidado, porque es la fecha que selló, la UNIDAD del movimiento juvenil y estudiantil cubano, Unidad que hoy, apreciamos en la gloriosa juventud de hoy, en la batalla contra el Virus de la Covid-19. Los que en campos y ciudades incorporados a la producción en el campo e industrias, batallan para superar las escaseces y que nuestro pueblo logre satisfacer dignamente sus necesidades.
También los jóvenes que forman parte de nuestra Fuerzas Armadas Revolucionarias y las del Ministerio de Interior. Los primeros, escudos de la defensa de la patria y los segundos, escudos de nuestra seguridad nacional y ciudadana, en esos organismos hay miles de jóvenes que llevan orgullosamente su militancia en la UJC.
Esta juventud de hoy que les ha tocado, no estar en las aulas del Pre universitario o en universidades, y que voluntariamente se han ofrecido a brindar apoyo la batalla contra la Covid-19, lo mismo de mensajeros, para llevar los alimentos a las viviendas de las personas vulnerables y de la tercera edad, o los que cuidando el orden y el apoyo al ministerio de salud pública, nuestras felicitaciones y la de nuestro pueblo porque he escuchado muchas manifestaciones de mis conciudadanos. Es una muestra de su sentido humanitario y solidario.
Y el enemigo, que hoy levanta, ideas intervencionistas, saben que en este suelo patrio cubano, ante un intento intervencionista se ponen en vigencia lo que nuestro Titan de Bronce, el mayor General Antonio Maceo manifestó: “El que intente apoderarse de Cuba, morderá el polvo de la derrota, sino perece en la batalla”.
Notas:
*Periodista, Politólogo, Analista Internacional. Colaborador de PIA Global