Ambos candidatos se enfrentarán en el balotaje, habiendo obtenido en la primera vuelta, Sandra Torres Casanova 888.924 votos y Bernardo Arévalo de León 653.486 votos, respectivamente. El ganador tomará el lugar del actual presidente Alejandro Giammattei el próximo 14 de enero de 2024.
El país llega a la segunda vuelta luego de que el Tribunal Supremo Electoral de Guatemala oficializara la misma tras el escrutinio celebrado el pasado 25 de junio cuando se produjeran diversos incidentes violentos, entre ellos, la quema de urnas y sustracción de papeletas.
Por este motivo el 20 de agosto, también se llevarán a cabo nuevamente las elecciones locales en cinco municipios del país, ya que, en la primera ronda electoral del 25 de junio, se advirtieron irregularidades que determinaron la suspensión o anulación de los votos en dichos lugares.
Sandra Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla, son los únicos candidatos para esta segunda vuelta, teniendo por delante el desafío de movilizar a más de los 4 millones 212 mil 460 votantes que acudieron a las urnas en la primera convocatoria electoral, de un universo electoral de más de nueve millones de votantes.
Para muchos analistas, la tensión en estos comicios se centra en la diferencia de proyectos que cada candidato plantea de cara al país, mientras para algunos, Sandra Torres significa “la política continuista”, el representante del Movimiento Semilla, aparenta ser la posibilidad de un cambio progresista, negado en los años de historia del país.
Debido a ello, los ataques hacia Arévalo de León se han reiterado, encendiendo las alarmas ante la posibilidad de que su victoria en los comicios no garantice su investidura
Para muchas encuestas Bernardo supera a Sandra en la contienda y le atribuyen un margen a su favor de entre el 60 y el 70 por ciento del total de votos, situación que genera preocupación entre los sectores de la derecha tradicional que deberán demostrar que mas allá de los resultados respetan las reglas del juego democrático.
Foto de portada: EFE/Esteban Biba